Zapatero: «La Ley del Matrimonio Igualitario es canaria»

Con motivo del vigésimo aniversario de la aprobación en España de la Ley de Matrimonio Igualitario, Rodríguez Zapatero, quien al frente del gobierno del país impulsó una legislación de la cual hoy, dice, «celebramos 20 años de libertad tras 20 siglos de discriminación», reconoce el papel que en el logro de ese hito jugaron Juan Fernando López Aguilar y Pedro Zerolo. El expresidente aborda asimismo la necesidad de solventar la deuda histórica con el colectivo trans y sobre la proliferación de discursos de odio y la posibilidad de perder los derechos adquiridos advierte: «Si es preciso libraremos también esa batalla»

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero,.

El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero,. / MANU MITRU

Las Palmas de Gran Canaria

Celebramos 20 años de la entrada en vigor de una Ley asumida con normalidad por parte de la sociedad y que pese a algunas voces discordantes surgidas en España ha sido aplaudida fuera de nuestro país además de permitir que más de 75.000 personas del colectivo LGTBIQA+ por fin hayan podido realizarse contrayendo matrimonio e incluso adoptando. ¿Cómo valora lo sucedido en estas dos décadas?

Los 20 años de la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario nos permiten hacer una reflexión en la que podemos decir que nos sentimos muy satisfechos como país de lo que fue ese momento en favor de la igualdad, de la defensa del amor y del reconocimiento de la libertad. Éramos el tercer país en llevarla a cabo pero el primero que reconocía a la vez el matrimonio igualitario y la adopción. Es una conquista que ha avanzado y han copiado muchos países. Para mí, y en el caso de España, el resumen más evidente es que a día de hoy llevamos 20 años de libertad tras 20 siglos de discriminación. Debo subrayar que la Ley tuvo más apoyo social que en el Parlamento, porque la derecha no la aprobó e incluso la recurrió.

Pero bueno, también la derecha se ha beneficiado de ella. De hecho muchos de sus políticos LGTBIQA+ se han casado. ¿Refleja ese hecho que la ley se realizó para beneficio de todas y todos?

Es que esa es la grandeza de la igualdad y de la base de los derechos, que se hace para todos. Y en efecto hemos tenido la satisfacción de ver incluso que aquellas posiciones políticas que la combatieron ahora se han beneficiado y son felices. Para mí eso es una gran satisfacción, claro.

¿La Ley española del Matrimonio Igualitario tiene acento canario? Se lo pregunto porque el grancanario Juan Fernando López Aguilar, ministro de Justicia que la redactó, y el tinerfeño Pedro Zerolo, activista e ideólogo de la misma, creo que jugaron un papel fundamental.

La Ley tiene detrás a dos personas excelentes, brillantes, con una visión universal y amplia de la vida y del mundo que son, efectivamente, Pedro Zerolo y Juan Fernando López Aguilar. A ellos les debo todo y creo también que el país les debe mucho. Los canarios deben sentirse orgullosos de contar con dos personas como ellos. Zerolo era brillante, cercano, conectaba con la gente y tenía un poder de convicción enorme y unas ideas claras que supo transmitir en sus discursos; y Juan Fernando es un jurista brillante y un militante político ejemplar dotado de una cabeza empírica. Claro que sí: esta Ley, si algo es, es una Ley canaria.

Bueno, también se les puede definir a ambos, cuanto menos, como dos personajes bastante intensos. ¿Los sufrió?

(Risas). Exactamente. Les unía y les une una pasión por la defensa de sus ideas. Además, al caso concreto de la Ley del Matrimonio Igualitario se añadía su razonamiento de que con ella se hacía justicia con un grupo de hombres y mujeres a quienes históricamente se les maltrató, humilló, se les detuvo, sufrieron palizas, fueron socialmente arrinconados... Había que cerrar esa herida y ahí también está la base de la democracia. Y como le decía antes, Juan Fernando y Pedro eran un tándem imbatible.

¿Fue complicado el proceso de elaboración del texto? Imagino que no debe ser fácil redactar una norma que cambiaría el código civil.

El en aquel entonces ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, hizo una ley perfecta. Con 17 palabras cambió una ley del código civil y la historia de España. Es muy difícil lograr algo así con tan poco arsenal de palabras. Él las eligió, las perfeccionó... Y ahí nos queda para siempre esa ley.

Como presidente del Gobierno, ¿tuvo miedo a la hora de emprender el desarrollo de esta ley sabiendo la que se le vendría encima no sólo con los partidos en la oposición sino especialmente con la respuesta de la Iglesia? Sus máximos representantes en España, de hecho, amenazaban con salir a la calle a manifestarse como al final hicieron.

Sí, sí, sí, sí... Salieron muchos obispos a la calle. De hecho, nunca pensé que hubieran tantos obispos en España.

¿No dudó?

Siempre tuve una decisión y una convicción clara de que había que hacer esta ley. No tuve dudas porque me parecía un deber generacional; un deber con la condición de nuestra democracia acorde a los derechos que estaban pendientes de reconocer. Este es su derecho y también era una deuda histórica con tanta gente que había sido marginada, escondida, esquinada, humillada, detenida... Lo consideraba algo evidente y esa convicción, que también es la convicción de la sociedad española, de quienes pelean por la igualdad y de quienes luchan por un país diverso, siempre me pareció mucho más importante que cualquier postura contraria a su aprobación.

Coincidiendo con el vigésimo aniversario de la aprobación en España de la Ley del Matrimonio Igualitario se cumplen diez años del fallecimiento de Pedro Zerolo. ¿Cómo fue su relación con él?

A Pedro, aunque ya no esté con nosotros, lo recuerdo mucho. Permanentemente. A él le quise, él me quería y ensanchó mi visión del amor y de la libertad. Eso está ahí, en mi memoria y en la de todos quienes le trataron.

¿Es cierto que Pedro Zerolo estuvo detrás de aquella portada histórica del año 2002 de la revista ‘Zero’ donde usted, que entonces era candidato a la presidencia del Gobierno, aparecía junto a un titular en el cual decía «Matrimonio, sí. Adopción, ya veremos»? Aquello fue un momento impactante que me consta ilusionó mucho al fallecido político canario.

De aquella portada recuerdo dos cosas: una, que fue de los mejores fotos que me han hecho mi vida porque en la revista Zero había muy buenos fotógrafos; la segunda es que aquella portada fue portada de todas las portadas de la prensa nacional. Tuvo una fuerza de visibilidad extraordinaria porque era la primera vez que un político de nuestro país se hacía cargo de una realidad; de comprometerse a cumplir una promesa y otorgarle a ese sector de la sociedad un derecho que se les negaba. No sólo Pedro estuvo detrás de aquel reportaje y tampoco fue el único que se ilusionó; Angélica Rubio, que en aquel momento estaba en mi equipo, estaba también entusiasmada. Aquello fue la antesala de un hito que estamos celebrando 20 años después.

Hemos hablado del ‘acento canario’ que tiene la Ley del Matrimonio Igualitario gracias al papel jugado por Juan Fernando López Aguilar y Pedro Zerolo. ¿Le parece casual que dieciséis años después, concretamente en 2021, haya sido también Canarias la comunidad autónoma donde se aprobase con el apoyo de todos los partidos políticos la denominada Ley Trans más completa de nuestro país?

Por supuesto que no me sorprende. Las Islas Canarias son una comunidad abierta que abraza, vive y defiende la diversidad. Hay que entender que la igualdad es precisamente el que cada uno de nosotros, en nuestra diversidad, tengamos las mismas posibilidades de emprender el mismo camino haya nacido donde haya nacido, tenga el color de piel que tenga, la orientación sexual o la identidad de género con la cual se sientan identificados... Esa es la clave de la igualdad porque la diversidad nos enriquece, nos abraza, nos hace tener los brazos abiertos... Todo eso es lo que nos permite alcanzar la realización personal y Canarias es un ejemplo de ello, una comunidad especial.

¿Tuvieron ustedes sobre la mesa cuando preparaban la Ley incluir las reivindicaciones del colectivo transexual?

Tengo que reconocer que en aquel momento ese asunto no estuvo en el debate. Sí habíamos modificado la inscripción registral pero hay que admitir que sobre la mesa no estaba ese tema. Digamos que quizás no había todavía la maduración social y legislativa general para plantear una Ley Trans como merece ese sector de la ciudadanía, el colectivo más castigado y que a mi modo de ver es el que merece más apoyo, el que merece más cariño, el que merece más reconocimiento... Son un grupo de personas sobre el que toda la sociedad debe trabajar más poniendo, insisto, el conocimiento frente a la ignorancia; la cultura frente a la barbarie; el respeto frente a la intolerancia; la realidad y la diversidad frente a la imposición porque en este país se arrinconó a esas personas durante décadas.

¿Le preocupan las voces que alimentan en la actualidad los discursos de odio contra el colectivo LGTBIQA+ y en especial contra los hombres y mujeres trans? ¿Cree que corren peligro los avances logrados en derechos que tanto han costado conseguir?

Cada vez que se logran avances a favor de la igualdad y la diversidad ha habido siempre una reacción. En España y fuera de nuestro país. En la actualidad lo que sucede es que ha partido de la primera potencia mundial, que irradia rabia y se nutre también de teorías negacionistas. Posiblemente nos hagan sufrir pero no vamos a permitir que se vuelva hacia atrás. La historia se escribe con una línea de progreso aunque haya momentos en los cuales se intente revertir, como lo vemos en Estados Unidos, aunque si es preciso libraremos también esa importante batalla.

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