El amor que transforma estereotipos caducos

Los artistas Diego Jorge Gáneo Menéndez y Javier Jiménez Fernández se casaron en septiembre de 2012 en Tenerife pero aunque son felices y su matrimonio se basa en una complicidad total entre ellos y su entorno reconocen que «aún hay esa sensación de sorpresa porque dos hombres homosexuales se hayan casado».

Diego Gáneo y  Javier Jiménez  el día de su boda en Tenerife celebrada en 2012.

Diego Gáneo y Javier Jiménez el día de su boda en Tenerife celebrada en 2012. / ED

Santa Cruz de Tenerife

El argentino Diego Jorge Gáneo Menéndez y el tinerfeño Javier Jiménez Fernández contraen matrimonio en Tenerife, en 2012, pero no una, sino dos veces. «En julio celebramos el acto oficial firmando en el juzgado con la madre de mi marido y la mía», recuerda Javier. «Luego nos fuimos a desayunar todo juntos un sandwich de pollo y un café pero para nosotros la boda que queríamos la celebramos en septiembre de ese año en el hotel Villariana, en Güímar, oficiada por la concejal de festejos del Ayuntamiento de Tacoronte, un municipio donde habíamos actuado montón de veces al que le tenemos mucho cariño», rememora esta pareja de artistas del transformismo con, respectivamente, 30 y 18 años de carrera profesional.

Precisamente por su profesión confiesan que aún se encuentran con quienes no disimulan su sorpresa «porque nos consideran una pareja alejada de los estereotipos de lo políticamente correcto. Cuando les explicamos que nos casamos hace tantos años es realmente como que entienden que hay una consolidación», añade la pareja.

«Todavía notamos en Tenerife esa sensación de extrañeza porque seamos dos hombres homosexuales casados incluso entre muchos amigos que después de ver que nosotros dimos el paso se animaron a casarse. Yo», dice Jiménez, «he oficiado algunas de esas bodas».

Confiesan que como cualquier matrimonio «no todo es un camino de rosas pero con conversaciones, hablando y sobre todo con la intención y la seguridad de que queremos estar los dos juntos hemos conseguido estar juntos todos estos años».

«Claro que sentimos un poco del miedo por la proliferación de los discursos de odio y ser testigos de cómo se pretende retroceder en los derechos que todos, todas y todes tenemos adquiridos», reconocen Diego Jorge Gáneo Menéndez y Javier Jiménez Fernández antes de mostrar su sorpresa «porque en lugares como Estados Unidos o en Europa, por ejemplo, en Rumanía, Italia y un montón de países más donde también está España, directamente en las comunidades autónomas y los ayuntamientos que la ultraderecha está gobernando, lo primero que atacan es al colectivo LGTBIQA+ y en especial a las personas trans».

No obstante, la pareja dice percibir que «los colectivos se están uniendo más en esa lucha ante la radicalización de aquellas posturas» contrarias a una Ley «que ya fue recurrida sin éxito ante los tribunales por la derecha de nuestro país».

Animan, sin embargo, a que «dentro de los colectivos LGTBIQA+ se entierre el activismo de la soberbia; tenemos que dejar de evaluarnos entre nosotros porque lo que viene, el golpe que pretenden darnos esas personas que vienen con ese odio, sólo podemos combatirlo agarrándonos los unos a las otras de la mano; si no lo hacemos así», concluyen, «nos van a separar y al final, con esa división, sí que pueden vencernos».

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