Canarias 'turistifica' el talento científico internacional: los investigadores extranjeros hacen escala, pero no se quedan

A pesar de que ser el destino español favorito para los científicos de todo el mundo, la falta de un ecosistema de apoyo, el alto precio de la vivienda y los bajos salarios arrastran la posibilidad de retenerlos en las Islas

Canarias 'turistifica' el talento extranjero

Canarias 'turistifica' el talento extranjero / Adae Santana

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Las infraestructuras científicas, su potencial como laboratorio natural y la calidad de las investigaciones que se realizan en Canarias han sido a menudo un reclamo para investigadores de todo el mundo. Ahora, ante la previsible fuga de cerebros que puede causar las decisiones de la Administración Trump en Estados Unidos, el Archipiélago tiene una oportunidad única para dar cobijo a las grandes mentes que saldrán despavoridas del país norteamericano. Sin embargo, Canarias tiene un hándicap: es incapaz de retener talento. Para beneficiarse de la coyuntura, las  Islas tendrían que crear las condiciones adecuadas contrarreloj para que el talento yanqui no solo quisiera venir, sino también quedarse.

El modelo económico hegemónico de Canarias permea su ciencia. Sus virtudes naturales convierten a las Islas en parajes perfectos para la visita científica, pero las condiciones de vida hacen que muchos renuncien a ellas antes de convertirlas en un verdadero hogar. 

A día de hoy, las Islas no son más que una escala más en el viaje de los científicos foráneos. Así lo pone de manifiesto el Mapa de Atracción de Talento en España 2023 de la Fundación Cotec, que coloca a Canarias en la mejor posición del país en atracción de talento extranjero. La reducida brecha salarial entre hombres y mujeres, las oportunidades que surgen para ellas y que las empresas ofrezcan formación profesional son algunas de las bondades que han permitido a Canarias consolidarse como el destino científico favorito de los extranjeros. 

"Canarias tiene un potencial de atracción de talento extranjero que es mayor de lo que muchos creen", sentencia Antonio Aparicio, vicerrector de Investigación de la Universidad de La Laguna (ULL).  Para el responsable del área científica, la clave está en la calidad de la ciencia que se realiza en Canarias. "Tenemos muy buen nivel de investigación, estamos bastante por encima de nuestro nivel de financiación", recuerda Aparicio. No en vano, según el Ránking de Shanghái, la ULL se encuentra en la horquilla de las 500 y 600 universidades y en el puesto 14 de España en producción científica, pese a que en financiación se encuentra en el puesto 27 de nuestro país. "Estamos compitiendo con universidades que tienen el doble de personal y financiación", insiste. 

Pero una vez aterrizan en Canarias, la burbuja se rompe. La insularidad, la dependencia del turismo, el reducido gasto en I+D –apenas llega al 0,5%– , la concentración de los ocupados en sectores vulnerables y de alta temporalidad, y el elevado precio de la vivienda –Canarias es la cuarta comunidad con el precio más alto de compraventa de vivienda– lastran su capacidad para retenerlos. Y a todo ello se suma un obstáculo más: la incapacidad de las Islas de ofrecer sueldos que compitan con el resto del mundo. 

Esfuerzo universitario

Pero en un mundo donde el talento cotiza en bolsa, las universidades canarias tratan de que al menos una porción de esos turistas científicos se enamoren lo suficiente de las Islas como para querer quedarse. 

La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC), en estos casos, tira de fondos propios para complementar el sueldo que perciben los investigadores. El caso más paradigmático es el de las ayudas Beatriz Galindo, que concede el Ministerio de Ciencia para atraer investigadores que desarrollen su carrera profesional en el exterior. "No se financian al 100% así que siempre disponemos de recursos para cofinanciar", revela Sebastián López, vicerrector de Investigación de la ULPGC. La idea es incentivar a estos investigadores con "un buen sueldo" que se adecúe al salario que percibían en el país en el que estuviera. 

Pero conseguir que un investigador obliga a pensar en su bienestar más allá del salario. Así, la ULPGC también ayuda a los investigadores que llegan a adaptarse a su nuevo entorno con información que le facilite conocer el nuevo entorno de trabajo (a través de la Oficina RUP Talent) o apoyan a los científicos que optan por convocatorias muy competitivas como las acciones Marie Skłodowska-Curie, del Programa Horizonte Europa, para que "científicos foráneos, de mano de un investigador residente, pueda atraer a más gente". 

Otro de los puntos en los que las universidades tratan de aportar su granito de arena es en la estabilización del personal. En este sentido, la ULPGC cuenta con un plan para facilitar la acreditación R3 y su estabilización posterior, a todos aquellos investigadores que hayan conseguido un proyecto Ramón y Cajal. La Universidad de La Laguna, por su lado, está culminando un nuevo proyecto para garantizar un puesto permanente a todos aquellos investigadores que consigan financiación europea. 

La ULL, además, pone su granito de arena en reforzar los vínculos que forja en el exterior con sus propios investigadores y, en especial, al principio de la carrera científica. "Tenemos que actuar más en darle oportunidades a nuestras jóvenes doctoras que en inyectar a gente de fuera", afirma Aparicio, que insiste en que "el nivel debería ser más maduro para gastar fondos en líneas específicas en esto". La ULL ya ha empezado a trabajar en distintos aspectos. Por ejemplo, el programa postdoctoral Catalina Ruiz, que la ULL ha reajustado para que se adapte mejor a sus necesidades, pretende que "los recién doctorados de la ULL vayan dos años al extranjero a un centro de prestigio y regresen el último año a La Laguna", recalca Antonio Aparicio. De esta manera, se busca que forjen relaciones internacionales que, en el futuro, puedan dar lugar a colaboraciones con centros de prestigio. "La idea no es que estos investigadores salgan para traernos luego a nosotros lo aprendido, eso es un error provinciano; nuestra idea es que se establezcan contactos para que luego puedan ser miembros de sus proyectos de investigación". 

40 millones para científicos refugiados

Desde que se conocieran los planes de recortes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a la ciencia y a las universidades, Europa en general y España en particular se han movilizado para posicionarse como un destino atractivo para quienes se vean obligados a emigrar desde Harvard, Columbia o Princeton. En concreto, el consejo de ministros aprobó en abril una convocatoria dotada con hasta 45 millones de euros dentro del programa ‘Atrae’, lanzado por primera vez hace tres años, con el objetivo de atraer en concreto a estos investigadores. La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, subrayó que el foco está puesto en los investigadores "despreciados" por la administración de Donald Trump, quien está ejecutando recortes a todas aquellas universidades del territorio que cuenten con líneas de investigación contra la tan hostigada "agenda woke". Es decir, aquellas que defienden investigaciones sobre igualdad, diversidad o crisis climática. 

De ahí que los vicerrectores de Investigación apuesten por crear un mecanismo similar, pero en Canarias. "Canarias no cuenta con un mecanismo de atracción de talento, más allá del esfuerzo que pueda hacer la universidad con sus fondos propios", afirma López. "No tenemos recursos presupuestarios adecuados. Depende de si en el área de un investigador hay necesidades docentes o si hay plaza", insiste. Sus palabras son ratificadas por Antonio Aparicio que concuerda en que "deberíamos tener más herramientas si queremos atraer gente". 

La retención de talento es una prioridad para Canarias. Así lo pone de manifiesto la nueva Ley Canaria de la Ciencia que hace dos menciones específicas a esta situación. Por un lado, se propone la retención de talento como uno de los fines principales que persigue la puesta en marcha de esta nueva normativa y lo establece en dos de las prioridades del futuro Plan Canario de I+D+i. En este sentido, por un lado busca desarrollar estrategias y actuaciones específicas para fomentar la movilidad y, por otro, impulsar la cooperación impulsando los perfiles asociados. 

Nueva ley

La consejera de Universidades, Ciencia y Cultura, Migdalia Machín, es consciente de los problemas que arrastra Canarias en la atracción de talento. "Necesitamos un ecosistema sólido", recalca la consejera, que insiste en que será precisamente la nueva Ley Canaria de Ciencia la que cimiente este cambio de paradigma. "La simplificación administración, los órganos de gobierno y los incentivos fiscales, unidos al aumento progresivo de la financiación son claves para la retención de talento", recalca Machín. La consejera, además, se abre a la posibilidad de crear un programa propio para asentar a los científicos foráneos en Canarias.

En este sentido, la consejera también hace hincapié en el papel que juega también el ecosistema privado, capaz de otorgar a Canarias el empujón necesario en lo que se refiere a la financiación de la ciencia.

Porque en este plano es precisamente la falta de un ecosistema consolidado y fuerte lo que está amenazando con revertir los avances que se han realizado durante el último lustro a nivel empresarial. Y es que ya son varias las empresas de I+D+i asentadas en las Islas, que pese a haber podido dar sus primeros pasos y consolidar una posición estratégica para las Islas, llegan al punto en que el Archipiélago se les queda pequeño y no encuentran apoyos para seguir creciendo. 

Es el ejemplo de la empresa Wooptix, que nació como spin-off de la ULL y que tras haberse convertido en una empresa estratégica para España, encuentra dificultades para poder establecer una fábrica de su producto en las Islas. O MacroCarbon en Gran Canaria, para la que los plazos para conseguir permisos de investigación se tornan inasumibles para continuar su investigación. 

La fuga de cerebros del trumpismo no solo es una oportunidad para captar talento, también supone un punto de inflexión para Canarias. Es el momento para que el Archipiélago reflexione sobre si quiere seguir siendo lugar de paso para las grandes mentes de la ciencia o convertirse en el hogar de quienes quieren mejorar la vida de los isleños a través del conocimiento. 

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents