El huerto del libro florece en Canarias
El Día del Libro marca el arranque de una de las campañas editoriales más potentes del año con el libro juvenil como protagonista absoluto de las ventas y con la atención del sector de las Islas puesta en el creciente fenómeno de la autoedición

La librería Canaima, una de las más antiguas de Canarias. / José Carlos Guerra
Abril es el mes de los nuevos comienzos, de las lluvias y de la floración. Además, es el mes de los libros por antonomasia. Cada 23 de abril, y coincidiendo con la fecha del fallecimiento de Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega, se conmemora el Día Internacional del Libro.
Esta fecha marca el arranque de una temporada crucial para el sector que –junto con la de Navidad y la de la vuelta al cole– deposita en esta campaña buena parte de sus esperanzas. Se calcula que los libreros registran el 20% de sus ventas anuales en torno al Día del Libro. Las novedades editoriales irrumpen con fuerza en las estanterías y se da el pistoletazo de salida al calendario de ferias literarias y presentaciones.
En Canarias, el literario es un terreno tradicionalmente muy fértil gracias a la creatividad de sus escritores y a la calidad de sus ilustradores. A esto hay que añadir el esfuerzo de los editores y libreros, que han vivido siempre en la cuerda floja pero que se convierten en una suerte de jardineros de las letras que velan por ofrecer los mejores títulos a sus clientes.
El aumento de los lectores durante el confinamiento debido a la pandemia se ha consolidado en el Archipiélago
Como en muchos otros sectores, hace cinco años la pandemia también dejó su huella. En este caso fue positiva. Aumentaron los lectores y, por lo tanto, las ventas. Esa tendencia se ha mantenido, sobre todo entre los más jóvenes. Las estadísticas señalan que la mitad de los canarios no lee con asiduidad, pero en las librerías la sensación es otra y las sagas juveniles se sitúan entre los títulos más vendidos.
Al tiempo, cada vez se publican más historias y el papel se mantiene firme frente a los formatos digitales, que prometían terminar con la lectura tradicional. El libro electrónico sigue creciendo pero no al ritmo de las ventas en papel. El año pasado se inscribieron casi 60.000 libros en España. El fenómeno de la autoedición parece estar detrás de este crecimiento. Los autores desean controlar todo el proceso y no solo dan forma a la historia, sino que se encargan también de su promoción e, incluso, distribución.
Protagonistas
Canaima es una de las librerías más emblemáticas de Las Palmas de Gran Canaria, donde se fundó en 1977 de la mano de Antonio Rivero. Tal y como afirma uno de sus actuales propietarios, Antonio Rivero, el hijo del fundador: «Hay algunas otras librerías antiguas por la zona y son auténticos héroes». Aunque han vivido tiempos mejores, «sobre todo antes de la crisis de 2008», reconoce que tras la pandemia «hemos logrado revitalizarnos». Después del confinamiento, las ventas aumentaron un 20% y esa tendencia «se ha mantenido un poco». Canaima ha trabajado históricamente con muchas editoriales canarias, aunque en los últimos años hay un boom de la autoedición.
Las ferias del libro y la publicación de novedades acompañan a las celebraciones del 23 de abril, momento en el que los libreros registran el 20% de sus ventas
Rivero ha formado parte, durante mucho tiempo, de la organización de la Feria del Libro de Las Palmas de Gran Canaria. Sin embargo, en los últimos años, la capital ha experimentado diferentes problemas para afrontar la organización de la emblemática cita, un lugar de reunión importante para libreros, editores y autores. Primero tuvo problemas la empresa organizadora y luego se sumaron otros para acceder a las subvenciones. Las Palmas de Gran Canaria ha estado unos tres años sin Feria del Libro. «Este año esperamos organizarla, y que esta sea la última que se haga con este modelo para poder afrontar una nueva etapa a partir de 2027».
Por su parte, La Laguna acoge desde hace varios años la Feria del Libro regional, que forma parte de la Red Nacional. «Nos encontramos en un momento muy positivo, porque se ha convertido en una cita que fortalece al sector y al mundo de las librerías», celebra su organizador, Mario Silva.

La pasada edición de la Feria del Libro de La Laguna, de carácter regional. / Andrés Gutiérrez
En 2023, había censadas en Canarias 145 librerías y en localidades como La Laguna subsisten 28, lo que convierte a éste en uno de los municipios con mayor cantidad de estos comercios. Mientras que Santa Cruz de Tenerife se encuentra en una situación similar, Las Palmas de Gran Canaria presenta datos inferiores.
Silva habla del «curioso momento» que vive el sector del libro en Canarias: «Existe una gran oferta, sobre todo en la autopublicación y eso ha hecho emerger a nuevos autores que son muy participativos en eventos como las ferias y que se mueven mucho en el entorno librero porque quieren estar presentes y darse a conocer». Destaca también la labor de autogestión de estos escritores porque «quien más se mueve, más vende». Y en este punto precisamente indica la necesidad de mejorar aspectos como la gestión de la distribución.
Editoriales
Mientras, Bilenio Publicaciones es una editorial de Gran Canaria que nació en 2009 con otra función, la de organizar actos culturales. Fue entonces cuando uno de sus socios, Juan Carlos Saavedra, escribió un libro juvenil titulado El misterio de las Afortunadas que, con el tiempo, se convertiría en su primer proyecto editorial y en todo un éxito a nivel educativo.
La literatura juvenil y los contenidos canarios triunfan entre la amplia oferta de librerías y editoriales
«Tuvo una segunda y una tercera parte protagonizada por los mismos personajes, unos niños que siguen pistas en espacios reales de Las Palmas de Gran Canaria». A día de hoy, comenta orgullosa la editora Verónica García Melgar, sigue siendo su título más vendido y el que les marcó el rumbo: impulsar los contenidos canarios. Trabajan con autores e ilustradores de las Islas y están enfocados, principalmente, en la literatura infantil y juvenil.
Desde Bilenio apuestan por una edición a la antigua, de industria, y no como mero servicio editorial. Es decir, se ocupan de la selección y se «mojan» en el proyecto a lo largo de todo el proceso. «Invertimos tanto en la ilustración como en el diseño y la imprenta, se firma un contrato con el autor».

Una librería tinerfeña. / Carsten W. Lauritsen
Reconoce que en Canarias se escribe y se publica «muchísimo» pero recuerda que una editorial como la suya, que tiene un presupuesto limitado, puede lanzar únicamente una media de diez libros al año. De ahí que haya muchos escritores que opten por la vía de la autoedición, lo que en ocasiones merma la calidad de las propuestas en aspectos como la maquetación o la corrección. También lamenta que, desde la pandemia, las editoriales no cuenten con apoyo público de ningún tipo. Entre los libros que Bilenio acaba de lanzar están Los Olvidados de Napoleón, de Carlos González Sosa; El túnel de la Atlántida. Regreso al portal, de Iván Monzón López; y el poemario El Jardín, de Daniel Martín y Saru Hernández.
La tinerfeña Elena Morales está detrás de Escritura entre las Nubes, una editorial que se fundó alrededor del año 2013. Tras más de una década, su catálogo consta de 260 títulos. Con el paso del tiempo, Morales ha ido incrementando la calidad de sus publicaciones, así como las temáticas y géneros. Actualmente, está más centrada en la poesía, los relatos de empoderamiento y crecimiento personal y las obras dirigidas a un público infantil y juvenil.
Los autores apuestan por controlar el proceso para la publicación y promoción de sus creaciones y prefieren autoeditarse
Morales afirma que existe una tendencia «cada vez más potente y aplastante» hacia la autoedición o coedición porque los autores ya no quieren recibir el 10% de las ventas, sino que prefieren tener todo el control de su obra. Aunque la oferta aumenta mucho, estos libros no traspasan el reducido ámbito de los conocidos de cada autor y sus redes sociales. «Paradójicamente, frente a esta situación, mi reto para los próximos años es editar cada vez menos libros, pero que sean de absoluta calidad».
Autoedición
La propietaria de la Librería de Mujeres de Santa Cruz de Tenerife, Izaskun Legarza, coincide en que la autoedición es una oportunidad para los autores, y no solo canarios, puesto que se da en muchos otros territorios, pero alerta de que esta tendencia puede alejar a los autores de los grandes circuitos literarios.
Por eso, celebra que este año varias autoras canarias hayan podido entrar en el circuito nacional de la edición y que, además, lo hayan hecho «con bastante fuerza». Destaca el caso de la joven lanzaroteña Lana Corujo, quien ha publicado Han cantado bingo, su primera novela, con muy buenos resultados también en la Península. La tinerfeña Elena Correa es otro ejemplo de ello.
Jóvenes y lectores
Los jóvenes sí que leen y, de hecho, son de los que más lo hacen aunque, se plantea Izaskun Legarza, «también podríamos hablar de qué es lo que leen, y si todo vale». Habla de la necesidad de establecer diálogos con ellos para acercarles los libros y saber lo que les gustaría leer.
En esta línea, la librería Lemus, que cuenta con tres locales en La Laguna, ha tenido la oportunidad de comprobar, a lo largo de sus 52 años de historia, cómo ha ido evolucionando el sector. Su dueño, Francisco Lemus, lamenta la bajada de ventas de libros de textos porque «cada vez se emplean más las nuevas tecnologías». Asegura que lo que más vende es la literatura juvenil, así como la novela gráfica, «que cada día funciona mejor». Junto con estos dos sectores, la literatura canaria también ha evolucionado mucho. Se escribe narrativa, poesía, ensayo, sobre naturaleza o historia, y cada vez se publican más cosas.

Publicaciones canarias. / Andrés Gutiérrez
El Barco de Papel es una librería de El Sauzal cuyo éxito la ha llevado a afrontar una reforma que le permitirá acoger también actos culturales. Nauzet Pérez, su responsable, asegura que la organización de este tipo de encuentros –firmas y presentaciones que han traído recientemente a los ganadores y finalistas de los Premios Planeta– les ha hecho crecer. Con un volumen de 20.000 libros en las estanterías de sus instalaciones en la avenida principal de esta localidad, da trabajo a diez empleadas.
«Creo que una librería no debe ser únicamente un espacio donde vender libros, sino que debe servir de dinamizador cultural del entorno». Después de esta reforma y de abrir, precisamente el pasado miércoles con motivo de Día del Libro, contarán con una zona para presentaciones y actos con aforo para unas 35 personas.
Las cifras de lectores, coincide, aumentaron considerablemente después de la pandemia. El covid dejó algo bueno: la gente retomó el hábito y parece que no lo ha abandonado desde entonces. «Las estadísticas siguen subiendo», asegura. El protagonista en ventas es, eso sí, el libro juvenil. «Cada vez hay más opciones para ellos y sí que leen, lo vemos a diario».
Pérez se muestra muy orgulloso de contar con una librería llena de empleadas mujeres y con un equipo joven. «Creo que cada vez más personas se incorporarán a la industria y se interesarán por abrir negocios vinculados con el mundo del libro», zanja.
La Librería El Águila es la más antigua de Canarias. Ubicada en el casco histórico de La Laguna, la regentan Miguel y Beatriz Santana, la tercera generación de la familia que la inauguró en 1934. Actualmente, cuentan con cuatro trabajadores aunque reconocen que cuando la campaña de venta de libros escolares era más importante había más empleados.

La Librería El Águila, en La Laguna. / María Pisaca
La celebración del Día del Libro ha ido cambiando mucho a lo largo de los años, pero Santana relata que aún hay familias enteras que acuden estos días para regalarse estos bellos presentes. «Estos días percibimos un ambiente festivo que ayuda a las ventas», reflexiona. Aunque cuentan con una clientela integrada sobre todo por vecinos de la zona, «desde que La Laguna fue declarada Patrimonio de la Humanidad, se ha abierto mucho al turismo y eso hace que nos visiten perfiles de cliente muy diversos».
Hay un porcentaje importante de libros canarios en sus almacenes. «Tenemos algunas editoriales canarias muy buenas, que recuperan muchas tradiciones», que son precisamente los títulos que más venden. En cuanto a la autoedición, Santana resta importancia al volumen de ventas, aunque reconoce que estos autores organizan muchas acciones en las librerías: «Las editoriales ahorran en el marketing y eso provoca que los escritores tengan que organizar sus propios eventos de promoción».
Suscríbete para seguir leyendo
- Las camisetas del CD Tenerife sustraídas eran para los futbolistas
- Crisis interna en el mando nacional de la Policía por el ‘caso Derbah y Matos’
- Caso Jay Slater en Tenerife: descubren varios mensajes enviados durante la noche de su desaparición en Tenerife
- El CD Tenerife la lía con la camiseta del Día de Canarias: críticas de apropiación cultural por añadir un símbolo de otra provincia española
- Mohamed Derbah, un espejo oscuro de Tenerife
- Santa Cruz inicia en junio la obra que transformará la avenida de Anaga
- Una descarga eléctrica deja quemaduras en un trabajador del tranvía y paraliza una hora el servicio
- Una avería eléctrica deja parado el tranvía de Tenerife