Marta Pérez Ibáñez, historiadora del arte: «Las medidas de discriminación positiva a la larga son útiles»

ARCOmadrid ha vuelto a bajar en lo que respecta a la participación de mujeres artistas en 2025. ¿Qué explica este descenso? 

No hay una razón concreta. Yo creo que hay una combinación de circunstancias. Cuando no hay medidas claras que tiendan a la paridad, inevitablemente se va a oscilar. Porque además, una feria de arte como es Arco no deja de depender de unas entidades privadas que son las galerías. Las galerías no están obligadas a seguir la Ley de Igualdad, aunque sí las administraciones públicas. Y las ferias, en este caso Arco, es una entidad pública. Debería existir algún tipo de medida desde la propia feria que instase a las galerías participantes a observar la paridad. Pero no es así.

¿Por qué otros años sí se ha alcanzado la paridad entre artistas?

Ha habido años en los que han existido este tipo de medidas por determinadas circunstancias. Durante la pandemia, por ejemplo. Arco tuvo que cambiar de fecha y tuvo que adaptarse un poco a las circunstancias más complicadas del año 2021. Ahí se dio un impulso a mujeres artistas o a mujeres comisarias. La feria se aplicó un poco más en darles visibilidad. Pero, cuando desaparecen ese tipo de medidas -ya vimos que en el año 2023 habían desaparecido-, el porcentaje de mujeres artistas depende de la elección de las galerías. En 2025, lo que se ha notado es un aumento de las galerías extranjeras. Galerías sin relación ninguna con la escena española. Esto ha provocado es que elijan por su cuenta si caen más hombres, más mujeres o solamente hombres y, sobre todo, que cuando caigan mujeres, no sean mujeres españolas. Por eso no solo ha bajado el porcentaje de mujeres artistas en general en la feria, sino especialmente el porcentaje de mujeres artistas españolas. Eso ha sido lo más característico y lo más triste.

¿Con qué criterio una galería puede asistir o no a una feria? ¿De qué depende? ¿Qué tipo de galerías van a Arco?

Para asistir a una feria como Arco, las galerías tienen que pasar por un comité de selección. Una feria como Arco tiene que renovar las galerías que participan cada año, porque hay que buscar, digámoslo entre comillas, clientes, galerías nuevas, que quieran participar en la feria para poder seleccionar. Tienen que tener un alto número de galerías que apliquen, que se soliciten espacio, para poder seleccionar allí las que más les interesan. Arco lo que está haciendo en los últimos años de forma muy correcta y muy bien pensada, es introducir determinados mercados que no tenían una alta visibilidad anteriormente, como mercados del este de Europa. Estamos encontrando cada vez más galerías de Grecia, de Turquía, de los países bálticos, etc. Estas galerías son ajenas al mercado español y esta es una forma también de incorporar artistas nuevos y artistas nuevas, para que entren en nuestro mercado y que adquieran más visibilidad. En otras ferias no hay tanta selección, porque no son tantas las galerías que quieren participar, por lo que tienen cabida todas. Pero, en el caso de Arco, sí hay una serie de criterios bastante duros. Este año ha habido muchas galerías extranjeras y esto ha hecho que haya menos mujeres artistas.

¿Hay alguna vinculación entre el aumento de galerías extranjeras y que haya habido menos mujeres en Arco 2025?

Realmente no es esa la cuestión. El hecho de que existan muchas galerías extranjeras hace que baje el porcentaje de mujeres españolas. No necesariamente las galerías extranjeras son menos paritarias. Una cosa llamativa es que las galerías más jóvenes sí que suelen tender a trabajar con más mujeres. De hecho, de los cuatro programas existentes en la feria Arco, el programa general, el programa de Amazofuturismo, el programa de Latinoamérica y el programa Opening, que son las galerías más jóvenes, es precisamente este último el único programa en el que sí que hay paridad, en el que sí que aumenta el porcentaje de mujeres. Los informes que se han hecho en los últimos diez años en otras ferias internacionales han permitido ver que las galerías más jóvenes no solamente están mayoritariamente dirigidas por mujeres, es decir, que hay más mujeres galeristas en las galerías más jóvenes, sino que además trabajan con más mujeres artistas. Esto también está asociado que en las facultades de Bellas Artes, en las universidades, hay una mayoría de mujeres aplastante. Hay un 80-85% de mujeres respecto a un 15-20% de hombres. Eso nos hace pensar que en un futuro próximo, va a haber más mujeres artistas jóvenes en los tramos de edad primeros. En los artistas adolescentes va a haber mayor porcentaje de mujeres. Eso también es una forma de imaginarnos un futuro mucho más paritario.

En cambio, los artistas de larga trayectoria, más consolidados, sí que suelen ser hombres, esos que tienen más renombre.

Exacto. Hicimos un estudio muy interesante en el año 2017 sobre la actividad económica de los artistas y las artistas en España. Una de las cosas más evidentes que vimos es que, en el tramo de edad más alto, los artistas ya reconocidos son mayoritariamente hombres. Hombres que son además los artistas que pueden vivir de su arte, los que tienen mayoritariamente una galería en el momento presente. Los artistas, y estoy diciendo 'los' con sentido, son los que tienen precios de su obra superiores a la media y los que tienen las grandes exposiciones individuales en los grandes museos. Pero, poco a poco, tanto los museos como las galerías, también en los mercados secundarios en los que trabajan con artistas reconocidos, están incorporando a todas esas mujeres que en los años 70 y 80, por ejemplo, tenían un lugar en el mercado y que ahora son fundamentales para entender la evolución del arte contemporáneo. Son mujeres que han estado invisibilizadas en muchos casos y que ahora empiezan a tener, no solamente grandes exposiciones en los museos, sino además los grandes premios, el Premio Nacional de Bellas Artes o el Premio Velázquez.

¿Cuál diría que es el mayor techo de cristal para las mujeres en el mundo del arte?

Sigue habiendo una diferencia considerable en el precio de las obras. No en todas. Hay galerías que ya han comprendido que no debe existir esa diferencia. Pero hay muchas que todavía están manteniendo precios más bajos en las obras de las artistas respecto a las de los artistas. Sí que es cierto que las galerías que trabajan con artistas más jóvenes, con las mujeres más jóvenes, empiezan a considerar que las condiciones de las artistas respecto del común de los artistas deben ser más mismas. Eso también es una diferencia que empieza a limarse un poco, es un techo de cristal que empieza a romperse, sobre todo en las galerías más jóvenes. Otra cosa que también es una buena noticia, que también nos hace pensar en que en el futuro vayan a cambiar estas condiciones poco a poco. En realidad, las dificultades que han tenido nuestras madres, las artistas de la anterior generación, en los años 60, 70 y 80, poco a poco tienen que ir limitándose.

¿Algún ejemplo actual que ilustre este techo?

Ahora mismo Soledad Sevilla, por ejemplo, está exponiendo en Valencia, después de la exposición que hizo en el Reina Sofía, en Madrid. Ella precisamente en el programa Imprescindibles de La Dos contaba eso, contaba como, junto con sus compañeros de Bellas Artes, ella era considerada como una diletante, como una amateur, no como una artista profesional. Ahí sí que había un techo de cristal muy difícil de romper. Han tenido que pasar 30 o 40 años para que se la reconozca justamente, para que se las reconozca como lo que es, como una de las grandes artistas del informalismo español.

¿Qué medidas se podrían definir para que la paridad vuelva a ser una realidad? Por ejemplo, unas cuotas preestablecidas o poner más atención en las personas que integran el comité de selección de la feria.

Es difícil porque el tribunal, el comité de selección, lo que hace es seleccionar a las galerías. Son las galerías las que eligen a los artistas que quieren llevar. Siempre hay un margen de diferencia entre el proyecto de una galería y lo que finalmente va a llevar a la feria. Pero, lo que sí que es cierto, y que además todos los años lo comentamos desde MAV [Mujeres en las Artes Visuales], es que las medidas de discriminación positiva a la larga son útiles. Medidas que lo que hagan sea reforzar a aquellas galerías que sí que tienen una conciencia del género, a aquellas galerías que sí que presentan estands de mujeres, exclusivamente de mujeres, o mayoritariamente de mujeres artistas. O que no solamente que se penalice o que se ponga el foco en las galerías que llevan estands solo de hombres, o que en la selección de los artistas tienen una mayoría aplastante de hombres, un 80% de hombres y un 20% de mujeres, eso es contrario a toda paridad. Medidas positivas de aliento o de estímulo a la paridad entre las galerías siempre serán una buena opción. Pero eso es algo que tiene que determinar la propia feria. Sí que nos gustaría, por ejemplo, que existieran premios, formas de reconocer el trabajo de aquellas galerías en las que sí que se elige a los artistas que van a llevar a la feria con conciencia del género.

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