El Carnaval, un pulso entre tradición y vanguardia
Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria destinan un presupuesto similar –entre 6,5 y 7,3 millones– a una fiesta con más solera, grupos y calle en Tenerife, mientras drags y artistas marcan la diferencia en Gran Canaria

Arturo Jiménez
Aunque los orígenes del Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria y Santa Cruz de Tenerife se remontan al siglo XVI, han tomado derivas diferentes.
Aunque la celebración fue suspendida tras el golpe de Estado de Franco, la capital tinerfeña la disfrazó desde 1961 como Fiestas de Invierno y sentó las bases de un programa que se ha consolidado con rondallas y murgas y que se ha ampliado con comparsas. Ese espíritu familiar lo hizo suyo Las Palmas de Gran Canaria de la mano de Manolo García y cuantos lo acompañaron en la recuperación de las carnestolendas desde 1976.
Frente al formato tradicional por el que se ha caracterizado Santa Cruz que secundó Las Palmas, la capital grancanaria irrumpió con la adopción de la gala drag que se puso como punta de lanza de su oferta y proyección internacional.
De la mano de la música salsa, la calle reina desde los ochenta en la capital tinerfeña para disgusto de algún vecino detractor por el ruido, un mal que también pone en jaque la celebración grancanaria.
El próximo año se cumplen treinta años de la primera vez que los actos se celebran a cubierto en el recinto ferial de Santa Cruz –desde 2009 de forma ininterrumpida–; mientras que Las Palmas ha tenido por techo el cielo del parque Santa Catalina, mantiene en el aire la ubicación de 2026, además del dilema de apaciguar a los vecinos detractores de los bailes.
Con presupuestos similares –entre 7,3 y 6,5 millones–, Santa Cruz cuadruplica el número de grupos oficiales y diversifica la oferta con rondallas y coreográficos, mientras Las Palmas dedica 1,3 millones a contratar artistas, el doble que Tenerife, en un pulso entre tradición y vanguardia.
Orígenes
Las Palmas de Gran Canaria
La primera referencia a un baile de máscaras carnavelesco en Las Palmas se remonta a 1574. La fiesta se diversificó con bailes, batallas de flores, rondallas y desfiles por Triana hasta la prohibición impuesta tras el golpe de Estado de Franco en 1936. El Carnaval renació directamente del pueblo tras la muerte del dictador. Corría el año 1976 cuando unos vecinos de La Isleta solicitaron el permiso para sacar la fiesta a la calle después de cuatro décadas en la clandestinidad. A diferencia de Tenerife, en la isla redonda las enmascaradas Fiestas de Invierno no dejaban de ser algo anecdótico en círculos sociales y en otros municipios. Tras conseguir el visto bueno, miles de personas se echaron a la calle; eso sí, la celebración contó la ayuda de grupos llegados de Tenerife.
Santa Cruz de Tenerife
El historiador Julio Torres Santos, en su reciente obra La Laguna, siglos de Carnaval, sitúa el origen de las entonces carrastollendas en 1522, según consta en un acuerdo del Cabildo de Tenerife. Con el devenir de los años y los siglos, se constituye Santa Cruz de Tenerife como ciudad en 1859. Ya en el Casino Principal (fundador en 1840) se celebraban fiestas, con protagonismo de las sociedades privadas y la irrupción de las rondallas desde 1891, con la Masa Coral de La Laguna, asegura Torres, y que nada tiene que ver con la Masa Coral Tinerfeña, fundada en 1930. Las murgas desembarcan en 1917 y el Carnaval se suprime con el golpe de Estado de Franco de 1936, hasta que se retoma como Fiestas de Invierno en 1961 y como Carnaval, desde 1976.

La Ni Fú-Ni Fá, desfiló de recogida pese a la suspensión del coso. / Arturo Jiménez
Organización
Las Palmas de Gran Canaria
La primera organización oficial del Carnaval nació tras la fiesta improvisada de 1976. La asociación de vecinos de La Isleta fundó entonces un Patronato, al que no se adhirió el Ayuntamiento hasta 1983 mediante una Comisión Mixta. Tras probar con una Fundación, la organización pasa a la sociedad municipal Fiestas del Carnaval en 1990, ya bajo total control del Consistorio.
Esta última quedó disuelta en una nueva empresa municipal en el 2000. Sociedad de Promoción, entidad encargada de la fiesta desde entonces, cuenta con una presidencia que recae en la concejala de Festejos, Inma Medina, y un presupuesto de 20,4 millones de euros dado que maneja también el grueso de los actos culturales de la ciudad, entre otros eventos.
Santa Cruz de Tenerife
En pleno franquismo, Santa Cruz recupera el Carnaval bajo la máscara de Fiestas de Invierno en 1961 con el concurso fundamental tanto del Ayuntamiento como del gobernador civil, Manuel Ballesteros Gaibrois, y hasta el obispo de Tenerife, el güimarero Domingo Pérez Cáceres. Ya desde la primera edición la corporación municipal organiza actos, en colaboración de entidades privadas, como los concursos de murgas, rondallas, disfraces y coches engalanados y carrozas.
A finales de los setenta del pasado siglo XX, el alcalde Manuel Hermoso Rojas y el gerente de Fiestas, Juan Viñas, impulsan el nuevo Carnaval con la comisión de fiestas que da paso en 1991 a un organismo autónomo y desde el 1 de abril de 2025 a la empresa pública empresarial Fiestas de Santa Cruz.

José Manuel Bermúdez, disfrazado. / Andrés Gutiérrez
Presupuesto
Las Palmas de Gran Canaria
La última edición de la fiesta ha costado 7,3 millones de euros, según cifró la semana pasada la concejala del área, Inma Medina -aunque el PP eleva la cantidad a casi nueve millones al contar los impuestos y otros gastos no contabilizados-. Se trataría de un sobrecoste de casi dos millones por encima del presupuesto inicial -5,5 millones de euros, de los 520 millones que gestiona todo el Ayuntamiento-.
Mediante patrocinadores -25 empresas privadas y cuatro entidades públicas- la organización ha recaudado dos millones de euros, además de facturar más de 70.000 euros por ingreso de tasas. De estos 7,3 millones, 4,59 corresponden con los escenarios de galas y conciertos, los equipamientos y los planes de seguridad y movilidad.
Santa Cruz de Tenerife
De los 365 millones de euros de presupuesto total que gestiona el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife en 2025, la capital se gasta 6,5 millones de fondos públicos en organizar el Carnaval. De cada cien euros de presupuesto destina menos de dos (1,78) a los preparativos de las carnestolendas. A esta cuantía se suma un millón de euros que proceden de casi una treintena de patrocinadores o los 300.000 euros que se perciben con la venta de entradas.
Solo el escenario de galas y concursos, que incluye el alquiler del recinto ferial durante un mes y el entramado técnico, cuesta un millón y medio. Con 6,5 millones de fondos públicos Santa Cruz genera 35 millones de beneficios con la participación de un millón de vecinos y visitantes en un mes.

Santa Cruz celebra su segundo Carnaval de día. / Andrés Gutiérrez
Ubicación
Las Palmas de Gran Canaria
Al renacer de una manera casi anárquica en 1976 de la mano de los vecinos de La Isleta, el Carnaval cambió Triana -donde tenía su epicentro antes del franquismo- por las calles del Puerto. No obstante, en sus primeras décadas tuvo múltiples sedes: el Castillo de La Luz, Santa Ana, Las Canteras, el Teatro Pérez Galdós. No sería hasta 1995 cuando deciden reunir galas y fiesta en la calle en la zona de Santa Catalina. Los problemas han surgido en los últimos años con las quejas de los vecinos y las obras de la Metroguagua -el nuevo sistema de movilidad de la ciudad- en el citado parque. En 2024 los actos se hicieron en una explanada del Puerto, al igual que la fiesta en la calle y este año regresaron a Santa Catalina al quedar parada la obra de la Metroguagua.
Santa Cruz de Tenerife
El Carnaval de Santa Cruz se celebra en su emplazamiento de toda la vida. Puede presumir de haber estado casi cinco en el mismo entorno. Aquellos bailes del antiguo Castillo de San Cristóbal -primera fortificación de la capital tinerfeña que entró en servicio en 1577- donde señores y servidumbre intercambiaban sus puestos un día de carnestolendas, se tornaron casi cinco siglos después en el récord Guinness que se registró en 1987 en el mismo sitio, donde desde 1950 se erige la plaza de España. Más de 250.000 personas bailaron en una misma noche bajo el cielo santacrucero. Con la irrupción de los bailes en la calle, a comienzos de la década de los años ochenta del siglo pasado, se constituye el cuadrilátero: de la avenida de Anaga a Méndez Núñez.

Noche de Carnaval de Santa Cruz de Tenerife este año. / ED
Conflictos con los vecinos
Las Palmas de Gran Canaria
La presión vecinal sobre las carnestolendas viene en aumento desde finales de los años 90 del siglo XX. En 2006, el TSJC ordenó el cierre de todas las terrazas que se desplegaban en el Parque Blanco. La batalla judicial originada por los ruidos y molestias de la fiesta llega a su punto álgido en 2015, cuando los tribunales vuelven a prohibir los chiringuitos.
Desde entonces, el Ayuntamiento ha negociado con los vecinos año a año cómo celebrar los conciertos nocturnos. Tras la pandemia, estos se han negado a seguir con este trato, por lo que se ha recurrido a la zona Puerto, iniciando una nueva espiral judicial cuya página está por escribirse. En cuanto a Vegueta, el Carnaval de día lleva prohibido en esta zona de la ciudad desde 2021.
Santa Cruz de Tenerife
La celebración del Carnaval se vio amenazada en el año 2007, siendo alcalde Miguel Zerolo, por los vecinos de cuatro edificios del cuadrilátero, si bien las primeras denuncias llegaron en 2006. A 24 horas del inicio de la fiesta, un acuerdo in extremis entre el primer teniente de alcalde, Ángel Llanos, y el abogado de los denunciantes, Felipe Campos, facilitó la celebración.
El TSJC dictó medidas para garantizar el derecho al descanso de los vecinos limitando intensidad y horario del sonido desde entonces. El 5 de abril de 2011 el Parlamento canario incluye, a instancias de Cristina Tavío (PP) y Zerolo, en la Ley de Actividades Clasificadas y Espectáculos Públicos protección para fiestas tradicionales y de interés turístico de Canarias.

Bambones se desnuda sobre el escenario del Concurso de Murgas del Carnaval de Santa Cruz / María Pisaca
Contrataciones
Las Palmas de Gran Canaria
Murgas y comparsas son contratadas por parte de la organización -la Sociedad de Promoción- tanto por actuar en sus respectivos concursos como por hacerlo en una serie de actos.
El contrato de las murgas varía en función del número de componentes y su origen. Si estos tienen de 40 -el mínimo exigido por las bases- a 50 componentes, reciben 9.300 euros, y si superan ese número 13.000; incluye seis actuaciones (concurso, distritos, pasacalles, actuaciones en colegios y centros de mayores) y la participación en pregón, gala de la Reina y otros actos.
Las de otros municipios reciben 2.000 euros por concursar. Murgas y comparsas reciben 3.000 euros por lograr un primer premio de interpretación y la misma cifra por el primero de vestuario.
Santa Cruz de Tenerife
El Carnaval de Santa Cruz tiene 105 grupos oficiales, en los cuales el ayuntamiento anfitrión invierte 700.000 euros en concepto de contratación; atrás queda la figura de la subvención desde hace más de una década.
Un total de doce mil personas están vinculadas directamente, en calidad de componentes, a dieciséis grupos coreográficos, que perciben 4.360 euros los que no son academias; nueve grupos musicales (8.134 euros), seis agrupaciones de mayores (6.991), diez comparsas (16.489), veintidós murgas adultas que han consolidado su participación en Santa Cruz (8.859), quince colectivos críticos infantiles (7.414) o rondallas (10.232). A esto se suma los 100.000 euros que reparte el Cabildo entre los grupos oficiales de Carnaval.

Un momento del multitudinario concierto de Elvis Crespo en el escenario de Francisco La Roche. / Andrés Gutiérrez
Artistas
Las Palmas de Gran Canaria
Las Palmas está apostando por el talento internacional de gran alcance, algo que ha venido incrementándose los últimos años. Tras contratar al colombiano Manuel Turizo en 2024, este año trajeron como estrella a Maluma -cuya contratación conjunta con el grupo Ráfaga costó 881.970 euros-. De los 2,7 millones de euros empleados en contratos artísticos este año, 2,3 fueron para una quincena de artistas de fuera del Archipiélago.
No obstante, el talento local sigue siendo seña de identidad de la fiesta, especialmente las orquestas, caso del Combo Dominicano, Armonía Show o Tamarindos. También se apuesta por djs como Abián Reyes o Sammyto y artistas LGTBIQ+ como Petriclon.
Santa Cruz de Tenerife
Con la implantación de las dos jornadas de Carnaval de Día, desde el año 2008 de la mano de Ángel Llanos, del PP, haciendo suya la idea de Paco Padrón, la organización se traza como objetivo actos multitudinarios. Lo que inicialmente se ideó como días para la familia se ha tornado en bailes de masas que, en el particular del Sábado de Piñata, tiene como aliciente la participación de artistas de proyección internacional. Así, Fiestas invirtió 1,3 millones en traer a Elvis Crespo, como cabeza de cartel, además de Tito Nieves, Ráfaga, Wilfrido Vargas o Milly Quezada, o Joseph Fonseca, que actuó el Lunes de Carnaval.
Made in Canarias, 30 productoras y más de 40 orquestas y artistas, como Pepe Benavente, Renzzo o Acapulco o Sonora Olimpya.
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