Todas las claves sobre las opciones que tiene Santa Cruz de Tenerife para ampliar la apertura comercial en domingos y festivos
La reticencia de la capital tinerfeña a flexibilizar la apertura comercial dominical contrasta con el éxito de otras ciudades más abiertas como Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona o Málaga

Calle Castillo, una de las principales zonas comerciales de Santa Cruz de Tenerife. / Andrés Gutiérrez
Es domingo. El sol brilla en lo alto de un cielo despejado, a pesar de estar en pleno invierno, y las temperaturas no bajan de los 20 grados. Cientos de turistas que acaban de llegar en varios cruceros vagan sin saber a dónde ir. Han preferido callejear y buscar alguna tienda o centro comercial que apuntarse a una excursión o a un recorrido en bicicleta por la ciudad. Tienen muy pocas opciones. Casi todo está cerrado a cal y canto salvo algunas perfumerías y franquicias de ropa y complementos. No tienen mucho margen de tiempo porque a la tarde hay que subir a bordo para la partida.
El panorama se repite cada día del señor en Santa Cruz de Tenerife, sobre todo cuando no hay actividades de dinamización. Y es una contradicción en una ciudad que aspira a reforzar sus atractivos turísticos, que los tiene. No ocurre lo mismo en otras muchas urbes de España, sin ir más lejos en Las Palmas de Gran Canaria. Esta falta de incentivos de la capital tinerfeña, que también afecta a la población local, protagoniza un viejo debate que vuelve cada cierto tiempo.
Ahora ha regresado el debate después de que las grandes superficies hayan vuelto a exigir medidas para poder abrir todos los domingos y festivos y de que el Gobierno municipal haya anunciado para el próximo trimestre la convocatoria de una Mesa del Comercio, creada hace solo un año, para repensar un modelo que viene de 2011 y se ha quedado desfasado.
El problema es que los domingos ya no son el día del señor. Al menos ya no lo son tanto como antes, cuando las costumbres católicas marcaban hasta los horarios del tejido productivo. Era el día de ir a misa, del recogimiento espiritual. Pero la sociedad ha cambiado, ya no hay tanto apego a la religión, el último día de la semana ya no es lo que era, cada vez más gente quiere aprovechar esta jornada y los festivos para hacer las compras y puede resultar hasta anacrónico que en pleno siglo XXI, y en un sistema económico liberalizado, se sigan aplicando restricciones de otra época.
En medio del cruce de posturas contrarias, que se extiende a tantos otros lugares de las propias Islas y del territorio nacional, resulta necesario responder a muchas preguntas. ¿Qué normas rigen los horarios comerciales en domingos y festivos? ¿Qué opciones existen para mejorar la fórmula? ¿Qué criterios se usan para definir los formatos? ¿Qué han hecho otras regiones en busca de un complicado equilibrio entre los intereses de las grandes superficies, las pequeñas y medianas empresas y los consumidores? ¿Qué margen tienen las administraciones locales como los ayuntamientos?
La capital tinerfeña vuelve a abrir el debate sobre si incluir a las grandes superficies en su única Zona de Gran Afluencia Turística
La ley que regula en la actualidad los horarios de la actividad comercial entró en vigor en diciembre del año 2004, es restrictiva y no ha sufrido modificaciones sustanciales desde entonces. Fue promovida por el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.
Básicamente se cimenta en tres grandes ejes. Los comercios de menos de 300 metros cuadrados tienen plena libertad para abrir cuando quieran y los que tienen una superficie superior pueden hacerlo un número de domingos y festivos que en ningún caso puede ser inferior a 10 al año y que fijan las comunidades autónomas. Aparte existe una excepcionalidad: la figura de las Zonas de Gran Afluencia Turística (ZGAT). Pueden abarcar un municipio completo o una o varias zonas determinadas del mismo municipio en cuyos límites existe plena libertad de apertura durante todo el año o en un periodo determinado.
Son los ayuntamientos los que proponen las ZGAT, preferiblemente con el consenso de todos los sectores involucrados, y son las comunidades autónomas las que aceptan o rechazan esa solicitud en base a criterios como la actividad turística, la renta per cápita, las características de la telaraña comercial, la propia idiosincrasia de cada lugar, la necesidad de mimar de forma especial a las empresas más vulnerables (las de pequeño y mediano tamaño) y los propios intereses de los clientes. En España hay más de 2.000 Zonas de Gran Afluencia Turística totales o parciales, cada una con una tipología adaptada a sus realidades.
Hay un caso en España, de todos modos, que es singular: la Comunidad de Madrid. Es la única región que en virtud de las competencias autonómicas apostó por la liberalización total. Desde hace 13 años, todas los comercios, desde los más pequeños a los más grandes, pueden abrir cuando les venga en gana, durante las 24 horas del día y los 365 días del año.
Mientras el resto del país vivía bajo una fiebre de intervencionismo salvaje, la capital daba un volantazo bajo el Gobierno autonómico de la popular Esperanza Aguirre. Madrid siempre a contracorriente. Los datos corroboran el éxito de esta decisión: el empleo que genera el comercio ha crecido desde 2012 a un ritmo superior al 18%, muy por encima de la media nacional, y las ventas han subido más de un 25%.
¿Qué ocurre en Canarias? En cuanto a los domingos y festivos específicos en los que se puede abrir este año 2025, el Archipiélago ha elegido un modelo conservador: 10 días. Los selecciona cada isla en base a los criterios de las mesas comerciales insulares y sus calendarios particulares de festividades. Es la cifra más empleada en España, que aplican siete comunidades más: Cataluña, Galicia, Castilla y León, Islas Baleares, Aragón, Asturias y La Rioja. En el otro extremo están Andalucía y Murcia, que prefieren alcanzar el máximo permitido de 16 domingos y festivos. Y en medio de la tabla se encuentran Castilla y La Mancha, con 12, y Comunidad Valenciana, con 11.
Las grandes superficies chicharreras piden plena libertad pero el pequeño y mediano comercio se niega en rotundo
Canarias, sin embargo, no ha sido tan conservadora a la hora de valerse de la figura de las Zonas de Gran Afluencia Turística. La razón principal es obvia: el enorme peso del turismo en su arquitectura económica y la obligatoriedad de ofrecer al guiri una oferta dinámica. De los 88 municipios, 50 han implantado una o varias ZGAT, según los datos del Gobierno de Canarias.
Las dos islas más habitadas se llevan la palma (19 municipios de Tenerife las tienen por 13 de Gran Canaria) y la menos habitada, El Hierro, solo posee una. La mayoría ha optado por una o varias zonas determinadas, donde se concentra la actividad turística. Solo seis de esos 50 municipios tienen una ZGAT que ocupa todo su territorio: Adeje, Puerto de la Cruz, Vilaflor, Santa Úrsula (Tenerife), Valle Gran Rey (La Gomera) y Frontera (El Hierro).
La libertad de apertura se aplica durante todo el año en la mayoría de las Zonas de Gran Afluencia Turística isleñas. Pero hay casos en los que no es así. Por ejemplo, en Santa Úrsula es solo para los festivos, no para los domingos. En la capital grancanaria, las ZGAT de El Rincón, Mesa y López y Puerto de la Luz se limita a la campaña de cruceros, entre el 1 de octubre y el 30 de abril. Luego, en Sardina, en el municipio de Gáldar (Gran Canaria), es del 1 de mayo al 31 de octubre, y en las cinco de Telde (también en Gran Canaria), solo los meses de junio, julio, agosto y septiembre. El núcleo de San Isidro, en Granadilla de Abona (Tenerife), es el otro caso en el que la liberalización es parcial: los sábados que coinciden con festivos.

De compras un domingo: ¿libertad o restricción? / El Día
La Zona de Gran Afluencia Turística que más está dando que hablar hoy, y posiblemente la más polémica de todas, es la de Santa Cruz de Tenerife, esa ciudad que históricamente se apaga los domingos y festivos. En la capital tinerfeña hay una sola y se concentra en una parte del casco histórico. Comprende un perímetro que va desde las avenidas Marítima y Anaga hasta la Rambla y las avenidas de La Asunción y San Sebastián.
¿Cuál es el problema? ¿Qué la diferencia de la otra capital regional, Las Palmas de Gran Canaria? Que la ZGAT chicharrera no incluye ni un solo gran centro comercial. Declarada el 27 de junio de 2011, hace ya 14 años, no se ha modificado desde entonces ni se ha adaptado a los nuevos tiempos. Y las reticencias, especialmente del pequeño y mediano comercio, son tan drásticas que no parece que vaya a haber novedades a corto plazo.
De las cinco Zonas de Gran Afluencia Turística de la capital grancanaria, tres se activan en la temporada de cruceros
El principal escollo de la hermética y acomodada Santa Cruz es la falta de consenso, algo que también la distancia de Las Palmas de Gran Canaria, que por el contrario siempre se ha comportado como una ciudad más emprendedora y cosmopolita. Las presiones de las grandes superficies, apoyadas por la patronal hotelera de la provincia tinerfeña (Ashotel), son constantes. Pero siempre se han topado con la posición de las pymes.
Meridiano, El Corte Inglés, Carrefour, MediaMarkt, Nivaria y Supermercados Aldi han vuelto ahora a la carga en esta batalla sin fin. De hecho, acaban de remitir un escrito al Ayuntamiento en el que exigen poder abrir todos los domingos y festivos, bien a través de la ampliación hasta Cabo Llanos de la ZGAT, que coincide con la que ellos consideran la delimitación real del casco histórico, o bien mediante la declaración de municipio turístico.
Alfredo Medina, secretario general de la Asociación de Medianas y Grandes Empresas de Distribución (Asodiscan), defiende que la capital chicharrera «tiene que evolucionar como lo han hecho tantas otras ciudades de España». «No es concebible», explica, «que Santa Cruz, una capital que se postula como destino turístico y que recibe tantos visitantes, se permita estar cerrada los domingos. Y es que la actual Zona de Gran Afluencia Turística, en la que las tiendas de pequeño y mediano tamaño sí pueden abrir, no utiliza este privilegio. Se está restando libertad a los consumidores y a los empresarios. Los que pueden abrir no lo hacen y los que quieren hacerlo, no pueden».
En el lado opuesto, las pymes no se sienten el perro del hortelano. Representadas principalmente por dos asociaciones, Zona Centro y la Federación de Áreas Urbanas de Canarias (Fauca), se oponen categóricamente a la ampliación de la Zona de Gran Afluencia Turística porque consideran que responde a una intención de liberalizar completamente los horarios para favorecer la apertura de las grandes superficies».
Esta medida no está pensada para dinamizar el pequeño comercio, que ya tiene la posibilidad de abrir domingos si así lo desea como establece la legislación vigente para los de menos de 300 metros cuadrados, sino para romper el equilibrio comercial de la ciudad en favor de unos pocos», argumenta Zona Centro.
Ni siquiera hay consenso en el propio Gobierno municipal, formado por un pacto entre Coalición Canaria y Partido Popular, dos partidos en teoría afines en esta materia. El alcalde, el nacionalista José Manuel Bermúdez, que rehúye entrar al combate cuerpo a cuerpo, opta por una postura más diplomática. Descarta que la ampliación de la ZGAT sea una prioridad y opta por plantear alternativas de mínimos como incrementar en tres los domingos y festivos del calendario anual o establecer otras flexibilizaciones puntuales que se circunscriban, por ejemplo, a la temporada de cruceros.
El primer teniente de alcalde, que vendría a ser el número dos del equipo de gobierno santacrucero, no piensa igual. El popular Carlos Tarife aboga por una liberalización completa. Cree que Santa Cruz está «perdiendo oportunidades económicas» con las limitaciones de la actual ZGAT y que la posibilidad de que se abra la máxima cantidad de domingos y festivos posibles beneficiaría «a todos», tanto a las grandes superficies como al pequeño y mediano comercio.
Los consumidores tampoco están por la labor. Raúl Alonso, portavoz en Canarias de la Unión de Consumidores, cree que permitir que los grandes centros comerciales también puedan abrir los domingos y festivos en la capital tinerfeña «no es beneficioso». «Y no sería positivo desde la perspectiva de los consumidores», profundiza, «porque sería una medida muy lesiva para la competencia entre los grandes y los pequeños».
«Los pequeños no tienen capacidad para luchar contra los grandes. Ese desequilibrio provocaría un daño enorme no solo en el comercio inmensamente mayoritario de Santa Cruz, el pequeño y mediano, sino también en los derechos de los consumidores, porque quedaríamos a expensas de una imposición en el mercado de las grandes compañías».
Los resultados de la liberalización comercial en Las Palmas de Gran Canaria son satisfactorios en especial en Triana y el Puerto de la Luz
Esta visión bíblica de David contra Goliat se superó hace mucho tiempo en Las Palmas de Gran Canaria. Hubo debate, claro que sí, y hubo discusiones y dudas y reuniones para alcanzar un acuerdo en el seno de la Mesa de Comercio. Pero se impuso la previsión, corroborada con los hechos, de que ampliar la Zona de Gran Afluencia Turística iba a ayudar tanto a David como a Goliat. La capital grancanaria reaccionó, además, de forma rápida.
Su primera ZGAT aprobada por el Gobierno de Canarias y que entró en vigor el 24 de enero de 2013, la de Triana y Puerto-Canteras, dejaba fuera a grandes superficies comerciales como El Corte Inglés, Las Arenas o El Muelle. Solo un año después, el 24 de agosto de 2014, se unían las zonas de Mesa y López, El Rincón y Puerto de la Luz específicamente para la campaña de los cruceros, con lo que los grandes centros comerciales entraban en la ZGAT.
Once años después, los resultados han sido especialmente satisfactorios en las ZGAT de Triana y Puerto de la Luz, impulsados por la llegada cada vez mayor de cruceristas. De hecho, el año pasado se alcanzó un récord histórico en la llegada de turistas a bordo de los hoteles flotantes: 1.871.654. La capital grancanaria reforzaba de esta manera su tercer puesto en el ranking nacional de llegada de cruceros, solo superada por Barcelona (3,6 millones) y Baleares (2,5).
Precisamente Barcelona y otra capital de provincia, Málaga, son otros ejemplos significativos de éxito a la hora de flexibilizar las ZGAT y adaptarlas a sus características. La mayoría de las Zonas de Gran Afluencia Turística de la ciudad condal disponen de libertad plena en la época de los cruceros, entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre. Y en cuanto a Málaga, las grandes superficies y comercios pueden abrir domingos y festivos durante el verano desde 2021 después de que todo el municipio fuera declarado ZGAT.
Al Puerto de Santa Cruz llegaron en 2024 más de 1,3 millones de cruceristas, el cuarto del país. Pero los que eligieron adentrarse en la ciudad tuvieron menos opciones para irse de compras si coincidió con domingo o festivo. Es muy probable que hiciera buen tiempo y es seguro que tuvieron la posibilidad de disfrutar de una ciudad tranquila, llena de rincones pintorescos, de historia, de arte en la calle, de vegetación exuberante. Pero tiendas había muy pocas abiertas.
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