Entrevista | Rosa Batista Canino Directora del Global Entrepeneurship Monitor (GEM) en Canarias

Rosa Batista Canino: «La Administración es el gran león que en muchos casos acaba por devorar a las gacelas»

La profesora de Organización de Empresas de la ULPGC es directora en Canarias del Global Entrepeneurship Monitor (GEM), el observatorio que analiza la evolución y características del tejido productivo. Los obstáculos en las Islas existen, entre ellos, el de la regulación excesiva.

La profesora de la ULPGC Rosa Batista, en un momento de la entrevista

La profesora de la ULPGC Rosa Batista, en un momento de la entrevista / JOSÉ CARLOS GUERRA

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

¿Qué entienden por empresa gacela o microgacela?

Es importante no atender tan solo a la creación de empleo, pero en muchas ocasiones viene impuesto como criterio fundamental porque la facturación no es tan evidente y fácil de ver, y existe una resistencia de las empresas a hacerla pública. En ese contexto, podemos considerar gacelas a las que empiezan con diez o más empleados y multiplican la plantilla por dos en tres años. Eso es algo no muy frecuente, pero me refiero a que no lo es no solo en Canarias, sino en general en España. Al tejido empresarial le cuesta lograrlo.

¿Por qué?

Probablemente porque el mercado laboral está muy regulado, lo que provoca que contratar sea caro y que las empresas sean muy cautelosas a la hora de hacerlo. El fenómeno de la empresa gacela existe, pero no es frecuente.

Dentro de ese panorama nacional que dibuja, ¿cuál sería el lugar que ocupan las Islas?

Los últimos puestos del ranking. Eso es lo que ha llevado a Cotec (Fundación Cotec para la Innovación) a crear el concepto de microgacela, ayuda a reflejar un poquito más la realidad del tejido empresarial en España.

¿Qué diferencia a las gacelas de las microgacelas?

Simplemente que los umbrales son más bajos en el caso de las microgacelas. Hablamos siempre de empresas de nueva creación, que arrancan y crecen a velocidad importante. Las microgacelas tienen un menor número de empleados, entre seis o siete, y no es necesario que dupliquen por dos la plantilla en tres años, pero sí tener un crecimiento importante. Con esas características encuentras ya muchas más empresas en toda España, y Canarias aparece mucho mejor posicionada, sobre todo en determinados ámbitos de la actividad productiva.

Esa es otra cuestión. ¿La empresa ha de estar en algún sector concreto para poder ser gacela o microgacela?

En general, todas tienen características comunes: están muy comprometidas con el desarrollo tecnológico, con la innovación y, sobre todo, muy abiertas al mercado exterior. Son rasgos que no comparten con otras empresas.

¿Nacen por casualidad o desde su gestación ya están llamadas a ser gacelas?

No creo que ningún negocio nazca teniendo ese entre sus objetivos principales, pero desde luego sí que tiene que haber un compromiso. Una empresa no crece si sus propietarios, sus impulsores, sus socios, no quieren.

¿Tienen rasgos comunes las personas que están al frente de este tipo de empresas?

Todas tienen que tener una cierta ambición por el crecimiento y capacidad para poder crecer.

¿Y hay coincidencias en el nivel formativo que tienen?

Sí. La estadística del GEM (Global Entrepeneurship Monitor) refleja que un alto número de emprendedores tienen un cierto nivel de preparación. Muchos de estos emprendedores llegan a la educación superior. Antes decía que se necesita un conocimiento tecnológico y apertura al exterior, y eso está muy ligado con la Formación Profesional de grado superior y la universitaria. No hablamos de circunstancias excluyentes, sino de lo que es más común, porque también encuentras casos aislados de personas que tienen una preparación aparentemente menor pero cuentan con gran capacidad de visión y saben rodearse del equipo necesario para sacar su idea adelante.

¿También cuenta este último segmento con un alto nivel de conocimiento tecnológico?

Sí. De hecho este ámbito es caldo de cultivo para el surgimiento de proyectos que lideran personas sin una formación académica determinada ni una titulación, pero que, por ejemplo, son muy brillantes en programación. Es una situación que se repite con frecuencia en el entorno digital. Son gente que desde muy jóvenes han llegado a los entresijos de estas labores y, además, para competir en un mercado al que llaman líquido y es grandísimo. Es interesantísimo para el Archipiélago, porque esas conexiones empresariales con cualquier punto del globo se realizan a golpe de enter.

Conociendo más este ámbito, ¿por qué juega en contra la regulación del mercado laboral?

En general, a las empresas les van mal todos los marcos excesivamente regulatorios. Les cortan mucho las alas y las llenan de costes. Cuando el nivel de estos últimos es excesivo, echan el freno. Es algo natural, le pasaría a cualquier persona en todos los ámbitos. Los presupuestos nunca son infinitos.

Un negocio se convierte en gacela. ¿Hay muchos leones que aguardan para saltar sobre ella y devorarla?

Por supuesto que hay competencia. Y hay leones como la Administración, el de mayor tamaño, que genera marcos normativos que te limitan el crecimiento o, lo que es peor, te llevan a buscar entornos más amigables, más friendly. Dices, bueno, pues no voy a seguir mi actividad aquí, voy a empezar a operar en Estados Unidos o cualquier otro lugar donde el marco regulatorio no sea tan restrictivo y puedas crecer sin tanta dificultad.

¿Eso funciona siempre así?

Claro que no, también los hay convencidos de que aquí se puede crecer y se quedan, pero luchando contra todos los elementos. Ese es el gran león.

Cuando le hacía el planteamiento, pensaba más en lo que siempre se han llamado tiburones, capital privado dispuesto a comprar estas gacelas.

También sucede, de diversas maneras. Muchas veces grandes inversores deciden participar del capital de la empresa, bien entrando hasta la cocina y comprando el negocio, o bien con una proporción limitada del capital apoyando el crecimiento. Continuando con el símil, evidentemente es más león el que se la come.

¿Hay lugar en el que refugiarse cuando el león ataca?

Claro, depende del emprendedor dejarse o no comer. Son muchos los que anteponen sus principios o su convencimiento, porque entienden que ese es el proyecto de su vida o por cualquier otra razón. Y existe justo lo contrario, quienes están orientados precisamente a seducir a inversores externos. Estos son a los que quienes investigamos llamamos serial entrepreneurs, emprendedores en serie.

¿Tienen un perfil definido?

Se trata de personas muy lúcidas y llenas de ideas brillantes, tienen muchísimas. Lo que a ellos les motiva es montar el proyecto y venderlo. Es un perfil que abunda en el entorno de las empresas gacela. Tienen muy claro cómo se mueve el mercado y no ahorran esfuerzos a la hora de mostrar el negocio, de ponerlo delante de potenciales inversores.

¿Es evitable mostrarse? Sobre todo para quienes no se plantean vender.

Depende de la actividad. Desde luego si estás en mercados exteriores y haciendo pupa, competencia directa, a alguien, la visibilidad es total. Está ocurriendo en el mundo del software. Imaginemos que sale un chiquillo de informática con una visión muy clara y monta un proyecto que compite con algo tan potente como Notion (software colaborativo), que le encuentra los fallos, las posibilidades de mejora y es capaz de conformar el equipo preciso para abordar el proyecto con éxito; son capaces hasta de absorberlo.

¿Se puede entender que el entorno digital es el que permite la proliferación de las empresas gacela?

No es un fenómeno nuevo, ahora se ha etiquetado y se le ha puesto un nombre. Pero claro que ahora, por el entorno digital, es más fácil que proliferen. El de la economía digital es un terreno abonado para ello. Permite el acceso a un mercado con una base muy amplia y no hay movimiento de mercancía directa. Y no he entrado en todo lo que se está moviendo en torno a las Finn Tech, las empresas que están haciendo nueva tecnología en el ámbito financiero. Es ideal para Canarias, como también el blockchain aplicado a las finanzas.

Hablemos de las llamadas spin off. ¿También computan como gacelas?

Totalmente. Una spin off es una empresa nueva que se crea a partir de otra ya existente, si crece y logra cumplir con los parámetros exigidos para ser considerada gacela, no hay nadie que pueda negarle esa condición. Puede ser una empresa grande que ve una oportunidad de negocio y decide lanzar una aparte para que funcione de manera autónoma. Existen con el respaldo de las grandes, pero son gacelas como el resto.

¿Algunos sectores en los que se produce este fenómeno con mayor asiduidad?

Banca, distribución, comercio...

¿Hay ejemplos de este fenómeno en el Archipiélago?

No. Dese cuenta que hablamos de la existencia de grandes empresas detrás y aquí escasean. Si hablamos de España, se da fundamentalmente en las grandes capitales, Madrid y Barcelona.

Aludía antes a la marcha de emprendedores a otros lugares. ¿Tienen las Islas capacidad para retenerlos aquí?

Hemos tenido aquí emprendedores surgidos de la ULPGC y la ULL que han terminado yéndose a desarrollar los proyectos en grande desde Estados Unidos. Han crecido allí pero mantienen el contacto porque desarrollan una parte del negocio en las Islas y una parte del equipo permanece aquí. Al final, en el Archipiélago el mercado y el acceso a los recursos son limitados.

¿Recursos económicos?

No, no. Fíjese que puede entenderse así y serlo en casos, pero muchas veces hablamos de falta de conocimiento y contactos; de ecosistema. Eso es también lo que impulsa a este tipo de empresas a hacer la mudanza. En Canarias se está intentando hacer cosas, pero las limitaciones existen. Además, nos penaliza muchísimo la fragmentación del territorio.

¿Sirve contar con beneficios fiscales o no?

La Zona Especial de Canarias (ZEC) procura un entorno muy favorable para las empresas gacela. Contar con un marco regulatorio positivo atrae desarrollo e inversión en empresas de alto crecimiento. En torno a la ZEC podemos encontrar un caldo de cultivo idóneo para empresas gacela en las Islas. Incluso para que desembarquen esas grandes empresas nodriza con sus gacelas.

¿Le consta que esto último haya ocurrido ya?

Ha pasado, sí. Una empresa andaluza, tecnológica y de alto crecimiento del sector aeroespacial se vino a desarrollar una parte importante de su actividad aquí como empresa ZEC a través de una spin off. Toda la empresa no va a moverse, claro, pero una parte importante y que puede crecer de manera rápida tiene el campo abonado en la ZEC. Además de las ventajas fiscales, te coloca junto a otras empresas de tus características y, además, en un gran escaparate al que mira el mundo.

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