Siendo Canarias un espacio limitado por su propia realidad insular, la relación entre el habitante y el territorio se antoja como crucial a la hora de la gestión de sus recursos, de sus necesidades energéticas y el equilibrio con el entorno. Guía de Isora puede presumir de haber dado los pasos necesarios para adaptarse a los nuevos escenarios que vienen, con un elenco de acciones planificadas con precisión y que podríamos decir que cumple con la inspiradora premisa de "Think globally, act locally" ("Piensa globalmente, actúa localmente") que insta a las personas a tener en cuenta la salud del planeta y adoptar medidas para ello en su comunidad cercana.

Con acciones transversales o desde la propia área de Medio Ambiente de este ayuntamiento tinerfeño, los vecinos y turistas se saben en un entorno respetuoso con lo que, en definitiva, es de todos. Buen ejemplo es el nuevo sistema de iluminación pionero en la comarca, que funciona con la tecnología LED PC-ámbar, un proyecto que con sus nueve puntos de luz, compuestos de columna de 8 metros y luminaria con lámpara LED convenientemente certificada por el IAC para satisfacer los requisitos de la Ley del Cielo, permite reducir la anterior potencia de estas calles, pasando de un consumo de los 84 vatios de las viejas lámparas y equipos, a los actuales 48 vatios, lo que supone un ahorro de casi un 43%. Las nuevas farolas cumplen además todos los niveles de iluminación y uniformidad que le resultan aplicables. Esta actuación se une a otras ya realizadas por el Ayuntamiento dentro de la estrategia municipal de ahorro energético impulsada en los últimos cinco años y que se caracterizan por la ejecución de obras e instalaciones autofinanciables y financieramente sostenibles.

La estrategia integral de ahorro energético y económico sitúa a Guía de Isora a la cabeza de la isla de Tenerife en ahorro energético, como destaca el alcalde, Pedro Martín, que recuerda que en un plazo de cinco años se ha conseguido un ahorro de un 37% en las facturas de consumo eléctrico por el alumbrado de calles, colegios, centros culturales e instalaciones deportivas. Esta política supone evitar gastos innecesarios al tiempo que reducir de la contaminación. Teniendo en cuenta que desde 2009 el recibo de la luz se incrementó un 40% y contemplando los nuevos puntos de suministro, se estima que la factura eléctrica anual del Ayuntamiento en 2013 debería haber sido de 650 mil euros. En vez de eso el gasto fue de 409 mil euros, unos 241 mil menos de lo que cabría esperar. Las estrategias de ahorro energético han estado basadas en cuatro líneas de actuación: la contratación de electricidad en el mercado libre, la optimización de las potencias y las tarifas contratadas para adaptarlas al tipo de suministro, inversiones en materia de ahorro energético, así como un adecuado uso y racionalización de la energía por parte de los empleados municipales y de los ciudadanos en los edificios públicos.

Siendo parte de una comarca costera, no es de extrañar que estas acciones incluyan una campaña de concienciación medioambiental sobre el uso del plástico, enfocada en sus consecuencias para el medio marino. Con especial interés en el litoral del municipio, los objetivos son reducir la cantidad de desechos que se vierten al mar y promover el reciclaje. Para mostrar los resultados de acciones comunes tales como dejar restos o bolsas en la playa después de una jornada de baño, el área de Medio Ambiente ha organizado varias sesiones de limpieza de fondo marino que se acompañan de talleres con los desechos recuperados. La idea es concienciar sobre su alto impacto en el ecosistema marino. Además, en colaboración con el voluntariado se llevan a cabo acciones de recogida de residuos por la costa del municipio. Desde hace unos años se ha convertido en un problema el aumento de desechos que vertemos al mar, por lo que desde el gobierno local se entiende impostergable concienciar a la ciudadanía tanto de las consecuencias del aumento como de la solución: la reducción de su uso. Ver las consecuencias de nuestros actos es una herramienta pedagógica muy potente, más si se tiene en cuenta que, según datos de las Naciones Unidas, cada año mueren en el mar cien mil animales a causa de los plásticos y nuestras costas no son ajenas a estos hechos. La zona sur de Tenerife no es solo lugar de paso para mamíferos marítimos de gran tamaño, sino que es la casa de una población considerable, por ejemplo, de tortuga boba, una de las especies más afectadas por estos desechos. Las tortugas se alimentan, entre otras cosas, de medusas y en ocasiones confunden bolsas de plástico con alimento, lo que puede desembocar en muertes.

En esa misma línea, con la finalidad de adquirir nuevos conocimientos y aprender nuevas formas de hacer las cosas a través de la experiencia de otros profesionales, se ha impulsado el laboratorio de ideas "Think Tank" o las jornadas "Proteger el planeta: reduce, respeta, recicla y conserva", en que en los alrededores de la playa y del nuevo paseo de La Jaquita se llevó a cabo una plantación de árboles endémicos canarios, junto con la limpieza de la zona de desechos sólidos y participación en varios talleres de sensibilización medioambiental.

Para el concejal de Medio Ambiente, Francisco Baute, es importante reducir nuestro impacto en la naturaleza, ya que en un territorio como el nuestro "debe tener muy clara la importancia del cambio climático y el daño que está previsto nos cause a medio y largo plazo, por lo que cuanto antes nos reeduquemos y vivamos un estilo de vida más sostenible, mejor nos irá".

La gestión de residuos es otro de los puntos sobre los que se apoya la estrategia del municipio isorano y fruto de ello es el acuerdo con Ecoembes para implantar un novedoso sistema de recogida selectiva de envases ligeros, que persigue que los hoteles, restaurantes y servicios de catering de Guía se incorporen a la recogida selectiva de envases ligeros dentro del denominado "Canal Horeca". Con más de un centenar de establecimientos repartidos entre el casco, Playa San Juan y Alcalá, esta acción va en concordancia con que este haya sido uno de los primeros municipios del sur tinerfeño en implantar la recogida selectiva de envases ligeros y se ha pensado para facilitar el trabajo sobre todo a bares, hoteles o comedores escolares, donde se genera gran cantidad de este tipo de residuo. La intención es seguir avanzando en la recogida selectiva de residuos y, en este sentido, los llamados "mini puntos limpios" permiten llegar a diferentes puntos para facilitar el reciclaje y concienciar a la población. Son infraestructuras itinerantes, que permiten que los vecinos de Guía de Isora puedan depositar aquellos residuos no habituales -los que no son orgánicos, plásticos, cartón y vidrio- como si fuese un punto limpio. Es decir, se pueden llevar aparatos electrónicos, maderas, pinturas y residuos similares que no se pueden depositar en los contenedores habituales. Esta iniciativa permite a los vecinos seguir trabajando para aumentar la tasa de reciclaje, porque está pensada para particulares -no a profesionales ni empresas- y cuenta con depósitos para residuos como aceite doméstico, aparatos eléctricos y electrónicos de pequeño tamaño, barnices, calzado, disolventes, madera, metales, papel y cartón, pilas, pinturas, ropa, radiografías, tintas y tóner.

La gestión del gobierno local debe tener en cuenta el pasado y el presente para pensar y replantear qué modelo de futuro se desea para su comunidad. Aunque a veces se hayan logrado resultados muy interesantes y alentadores en materia de concienciación y participación ciudadana, en muy pocas ocasiones se ha conseguido reorientar las principales tendencias destructivas del suelo, el paisaje, la acumulación de residuos ilegales, la desaparición de especies autóctonas y la contaminación de las aguas, entre otros desafíos que deben afrontar las comunidades. Perspectivas como la del Ayuntamiento de Guía de Isora representan, en este contexto, un paso firme hacia la consecución de objetivos de gran altura a la hora de la eficiencia energética y el desarrollo sostenible, para poner al futuro una cara amable que aune el crecimiento económico con el social y el medioambiental.