Mientras los más pequeños cantan sencillas canciones en alemán, los alumnos de Bachillerato analizan en profundidad textos de Goethe y saben defender en público sus propios argumentos de manera razonada. Esta evolución se debe a una estrategia específica que aplica el Colegio Alemán Santa Cruz de Tenerife a lo largo de la trayectoria escolar de sus alumnos.

Desde la guardería Kikri o el centro infantil Regenbogen, los niños aprenden alemán de manera lúdica y natural. Los juegos y las rutinas están diseñadas para que, sin apenas enterarse, aprendan a desenvolverse de manera sencilla en este idioma. En este nivel, no son necesarios ni los conocimientos previos ni que los padres hablen alemán.

En Primaria y Secundaria, los alumnos pasan a reforzar los conocimientos del idioma en todas las asignaturas. Ya sea en Geografía o en Educación Física, los profesores enseñan su materia haciendo hincapié en el correcto uso del lenguaje, de manera que el alumno no aprende el alemán de manera aislada en una asignatura específica, sino que lo usa de manera activa para comunicarse en todo tipo de situaciones y con varias personas de referencia.

Para atender las necesidades de todos los alumnos, la asignatura de alemán se realiza -dependiendo de la etapa- con estrategias innovadoras como el desdoble teamteaching o con división en grupos permeables y diferenciados por niveles que posteriormente se unen para ayudarse mutuamente, permitiendo que los alumnos se apoyen y tengan la posibilidad de un refuerzo y de aprender en grupos reducidos. Para asegurar la continuidad en este aprendizaje, los profesores realizan en determinados momentos unas evaluaciones específicas para determinar el nivel del alumnado.

El objetivo principal es reconocer los puntos fuertes de cada alumno y potenciarlos, a la vez que se reacciona de manera adaptada a las necesidades individuales de los jóvenes para lograr un éxito común. Tienen especial importancia los métodos de aprendizaje cooperativos y autónomos, en los que no solo priman los contenidos, sino un proceso más complejo que fomenta las competencias sociales y lingüísticas.

Y así, como si de su lengua materna se tratase, los alumnos de Bachillerato realizan ejercicios de Química, Física o Biología en alemán. Al terminar el Abitur (la selectividad alemana), estarán preparados para estudiar en Alemania, España o cualquier lugar del mundo.