Carla Antonelli (1959, Güímar) no es una de esas personas que se muerden la lengua. De hecho, un periodista de la revista Lib le preguntó hace ya más de cuatro décadas si se sentía mujer. Su respuesta fue aplastante: «No me siento, soy». La activista tinerfeña por los derechos LGTBIQ+ ha abierto muchas puertas desde entonces y ha sido la única diputada trans en la historia de la política española.

Su historia es un ejemplo de supervivencia, lucha y coraje. A finales de los 70, con 17 años, rompió la relación con su familia. Se dio cuenta de que era imposible poder vivir su identidad y desarrollarse en su pueblo natal. Todo lo que ha hecho desde entonces ha construido a la mujer que es hoy. Ella lo explica como un ejercicio de «resiliencia innata»: convertir las adversidades en algo positivo y aprender grandes lecciones de lo negativo. Después llegó a Madrid, donde a las personas del colectivo LGTBI se les seguía deteniendo por cosas como el escándalo público, vigentes hasta el 87. Pero llegaron tiempos mejores, aunque la lucha no cesaba. El activismo de todas y de todos fue necesario entrar dentro de las instituciones para poder hablar directamente y en 2011 se convirtió en la primera diputada trans por el PSOE. Ahora, con 60 años reconoce que toda su lucha ha merecido la pena y que la victoria del colectivo LGTBI es el haber sobrevivido.

Carla Antonelli participó recientemente en un el espacio En la cama con Gonzálo Castañeda, comunicador que supo sacar lo mejor de ella en un diálogo fluido y divertido que se difundió con gran éxito de audiencia a través del canal de YouTube de dormitorum y en las redes sociales de la gente despierta. Esa experiencia la resume el entrevistador de la siguiente manera.

¿Qué ha supuesto para ti poder entrevistar a Carla Antonelli?

Para mí entrevistar al referente máximo del colectivo LGTBI y de sus luchas y reivindicaciones en todo el país supone una satisfacción y desde luego la consecución de un objetivo profesional y periodístico. Como significo en el programa, son más de dos décadas las que llevo intentando sentarme en un estudio de televisión con Carla Antonelli sin ningún tipo de cortapisas ni condicionantes para hablar cara a cara de todos los problemas que aun hoy tenemos en nuestro país con respecto a las libertades.

¿Por qué era tan importante esta entrevista?

Siempre he luchado desde el principio de mi carrera como liberal convencido por los derechos y por las libertades de todas las personas y de las minorías represaliadas y ajusticiadas históricamente en nuestro país. Evidentemente el colectivo trans y el colectivo LGTBI en su conjunto ha sido un colectivo duramente castigado y golpeado por la falta de sensibilidad y la falta de interés político. Desde luego que el poder entrevistar al icono de la lucha por las libertades del colectivo LGTBI ha supuesto un antes y un después en mi carrera.

¿Qué opina Gonzalo Castañeda de las últimas declaraciones del obispo de Tenerife Bernardo Álvarez?

Con respecto a las manifestaciones del Obispo de Tenerife, opino que son vergonzosas y vergonzantes y avergüenzan incluso a los cristianos y a los católicos. Este tipo de manifestaciones y este tipo de personas, son las que tienen a la iglesia en estos momentos viviendo la etapa más decadente de la historia.

¿Cree que determinados estamentos y partidos políticos utilizan la controversia para enfrentar a la población?

Efectivamente, la lucha partidista se ha apropiado también de una verdad incuestionable que es la de que todos somos iguales. Y de que todos los españoles, independientemente de a quien amemos, con quien nos acostemos o en quien creamos tenemos los mismos derechos y deberes. Algunos partidos políticos se han apropiado de ello tanto en la derecha como en la izquierda para utilizarlo como elemento de controversia, enfrentamiento, y de guerra civilismo entre los ciudadanos españoles. Es algo que me entristece y apena profundamente.

«Bernardo Álvarez no es un digno representante de Dios; eso sin lugar a dudas»

Fue uno de los temas que se abordó en el espacio En la cama con Gonzalo Castañeda y, sin duda, de lo más comentado en las redes sociales de gente despierta. El Obispo de Tenerife, Bernardo Álvarez Afonso después de haber justificado, en 2007 los abusos sexuales a menores y calificar la homosexualidad como un perjuicio para la sociedad, ha cargado nuevamente contra la homosexualidad, calificándola de «pecado mortal» y comparándola con la delincuencia y el alcoholismo.

Su reincidencia homófoba, no es que sea un pecado, sino una muestra de odio lamentable que vulnera los Derechos Humanos. Estas declaraciones se oponen frontalmente al reconocimiento lento y tardío de la iglesia a la diversidad, por lo que no deben seguir permitiendo que les siga representando un obispo ultra y homófobo como Bernardo Álvarez.

La gravedad y la reincidencia de sus declaraciones, hace obligado que no permanezca por más tiempo como representante de la Iglesia Católica y por ello, a través de esta petición, exigimos a las autoridades eclesiásticas su cese inmediato, por irresponsable y homófobo reincidente en su responsabilidad como Obispo. Llama la atención poderosamente como un representante de una religión como el cristianismo, que basa sus valores en el amor, pueda expresar estas opiniones en público.

Bernardo Álvarez «no es un digno representante de Dios; eso sin lugar a ningún tipo de duda». Así de contundente se ha pronunciado la activista y también exdiputada del Partido Socialista en Madrid, Carla Antonelli tras las polémicas declaraciones del Obispo de la Diócesis Nivariense donde compara la homosexualidad con un pecado mortal. La campaña de change.org que exige el cese del obispo de Tenerife por sus comentarios supera ya las 55.000 firmas.