¿Cuál ha sido su trayectoria y cómo llegó al sector del agua?
Mi trayectoria profesional comenzó como jefe de producción en una constructora, en la ejecución de un viaducto de voladizos sucesivos sobre el río Duero, en la variante de Soria. Estudié Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad Politécnica de Madrid y los avatares de la vida me llevaron a desempeñar funciones de diferente responsabilidad en ámbitos como la construcción de carreteras, y los asociados a otros medios de transporte como líneas de metro, ferrocarriles y líneas de alta velocidad. Desde el 2017, emprendí un nuevo camino en el sector del agua con mucha ilusión, que me hizo aterrizar en Canarias en ese año, concretamente en la isla de Gran Canaria para, previo paso por Portugal gestionando varias concesiones de agua, recalar en Guadalajara donde desarrollé las funciones de responsable del ciclo integral del agua durante 18 meses, y que ahora me ha llevado hasta esta maravillosa ciudad de Santa Cruz de Tenerife.
¿Cuáles diría que son las singularidades de Santa Cruz de Tenerife en cuanto al ciclo integral del Agua?
Desde el punto de vista estructural, una singularidad principal es la orografía del municipio y su configuración en tres zonas bien diferenciadas: el paraje natural de Anaga, la zona consolidada de la ciudad (la zona centro), y la zona de expansión, que es la zona suroeste, así como su conexión con el mar.
Precisamente, esta conexión con el mar permite que la capital haya cuente con capacidad de producción de agua desalada, lo que le ha permitido, en estos años en los que los efectos de cambio climático cada vez son más patentes, que no haya tenido que establecer restricciones al consumo de agua, cosa que sí ha ocurrido en otros municipios debido a la escasez de un bien esencial como es el agua.
Además, esta estrategia va en concordancia con los ejes maestros que establecen los objetivos de desarrollo sostenibles (ODS), entre los que se encuentra proteger la naturaleza.
Sobre esto último que nombra, ¿cómo está trabajando Emmasa de cara a los ODS?
Como sabemos, los ODS abordan los principales retos de la humanidad desde una óptica global y transversal, en la que es necesaria la implicación de todos, desde las empresas hasta cada uno de nosotros. Para ello, EMMASA utiliza estrategias basadas en abordar retos globales a partir de problemas locales, que desarrollan soluciones específicas y replicables para superar retos concretos y que se basan en colaboraciones con otros actores para multiplicar el impacto y dar respuesta a varios Objetivos de Desarrollo Sostenible de forma directa o indirecta.
¿Qué papel juega la reutilización del agua en la capital?
Sin duda, uno muy importante. Una de nuestras prioridades como empresa es generar el menor impacto posible al medioambiente y, por lo tanto, desarrollar prácticas y métodos que permitan el reciclaje y reutilización de los recursos. En este sentido, Emmasa ha sido capaz de reutilizar casi 600 millones de litros de agua regenerada para el riego de parques y jardines del municipio, evitando así que dicho riego se realizara con agua potable. Además, también trabajamos en coordinación con Balsas de Tenerife (BALTEN) para que el sobrante de agua depurada, que en 2020 ascendió a aproximadamente 7.000 millones de litros, se pueda destinar al regadío de fincas de la zona sur de la isla.
Emmasa se viene definiendo como una empresa puntera tecnológicamente y, sobre todo, eficiente. ¿Qué herramientas se han puesto en marcha para lograrlo?
No es ninguna novedad que todos los sectores han ido introduciendo y visibilizando el uso de tecnología en su ámbito y el sector del agua, por supuesto, no se ha quedado atrás. El Big Data y la aplicación de nuevas tecnologías como, por ejemplo, la inteligencia artificial, forman parte de nuestro trabajo diario en la compañía. La industria 4.0 es una realidad y nos compromete a combinar técnicas avanzadas que nos permiten agilizar procesos. En concreto, en Emmasa prestamos servicio a más de 200.000 habitantes, por lo que la monitorización y el análisis masivo de datos es fundamental para ofrecer el mejor servicio. Afortunadamente, contamos con la colaboración e implicación del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que nos anima y ayuda a trabajar en esta línea con el objetivo de tener altos niveles de innovación y sostenibilidad.
Con la COVID-19 también muchas empresas han visto agilizado su proceso de digitalización. En este sentido, ¿Emmasa ha experimentado una transformación digital en los últimos años?
Yo diría que la compañía lleva inmersa en ese proceso de digitalización desde mucho antes. Desde su formación como empresa mixta en 2006, Emmasa apostó por integrar, como otra línea más de acción, la I+D+i con la implementación de la mejora de procesos, la digitalización y sobre todo el control, a través de sistema global de telecontrol y telemando del ciclo integral del agua de las instalaciones. Con esta herramienta podemos actuar sobre el sistema ante cualquier eventualidad de manera inmediata, las 24 horas del día, los 365 días del año.
Como mencioné anteriormente, estamos incorporando el Big Data en nuestras operaciones diarias. Para ello, es fundamental capacitar a nuestro equipo humano, desde las personas que trabajan en la resolución de averías, hasta las que atienden a los clientes y los ingenieros que se encargan de implementar mejoras en la red de abastecimiento, por ejemplo.
De cara a 2022, ¿cuáles son sus expectativas como gerente de Emmasa?
Para 2022 y siguientes años, mis expectativas son seguir trabajando en la línea marcada por mis antecesores, que tiene por objetivo que EMMASA sea un referente como empresa gestora del ciclo integral del agua, no solo en Canarias sino en todo el territorio nacional. La calidad y excelencia del servicio a la ciudadanía debe marcar la diferencia; el resto de aspectos que configuran a una empresa de servicios, como la gestión de las infraestructuras, tienen que mantenerse unos estándares de eficiencia muy altos.
No quiero dejar de lado nuestra preocupación por el desarrollo sostenible de las actividades y la eficiencia energética. Todo ello, siempre en coordinación con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.