Históricamente el cultivo del plátano tiene su origen en el Sudeste Asiático, entre la India y Malasia. Unos 500 años d.c, llegó a África a través de Madagascar y en el siglo VI se introdujo en las costas del Mediterráneo. Posteriormente se estableció en Canarias a través de Guinea con las conquistas de los portugueses en África.

La idea de cómo llegó a América es que lo llevarán los españoles desde Canarias. Se recolectan antes de la madurez, con un color verde al exterior y amarillo en la pulpa para que maduren a lo largo del transporte y lleguen a los mercados en buen estado. Son frutos en baya en los que las semillas se encuentran abortadas, es decir, los óvulos se atrofian pronto, pero pueden reconocerse en la pulpa comestible.

Los plátanos desarrollan una masa de pulpa comestible sin ser necesaria la polinización. Es un alimento saludable y muy canario

El plátano está presente en Canarias prácticamente desde la Conquista, pero lleva ya más de 120 años de cultivo intensivo exclusivamente orientado al comercio exterior. Son los agentes británicos (Thomas Fyffes en LasPalmas de Gran Canaria y Mr. H. Wolfson en Tenerife) los que aliados con los armadores de su país iniciaron las primeras remesas de plátanos en 1882 a Inglaterra. A partir de entonces los envíos se hacen de forma organizada de modo que ya por 1900 se exportaron unas 2O.000 toneladas hacia Reino Unido. Los frutos se doblan hacia abajo durante el desarrollo, según el peso y es el causante de la forma del racimo. Los plátanos son polimórficos y tienen de 5-20 manos, cada una con 2-20 frutos. Los plátanos comestibles desarrollan una masa de pulpa comestible sin ser necesaria la polinización. Es un alimento muy completo y saludable, recomendado para cualquier tipo de persona.

En especial, los deportistas lo consumen mucho ya que es rico en potasio, mineral que ayuda al funcionamiento de los músculos.

En la actualidad existen unos 12.000 agricultores y un elevado número de entidades exportadoras. La superficie plantada ha crecido recientemente al pasar de 8.499 a 9.194 hectáreas entre 1997 y 2001. En ese mismo intervalo de tiempo la producción total presenta leves oscilaciones anuales siendo en 1997 de 403.668 Tm y de 421.820 Tm en el 2001, registrándose una punta máxima de 437.723 Tm en 1994. La valoración de la producción platanera también ha sufrido altibajos, bailando de un mínimo de 15.164,21 millones de pesetas en el año 2000 a 23 553,92 millones de pesetas en 1999.