Si viajar y visitar la ciudad eterna es ya de por sí un acontecimiento digno de celebrarse en cualquier momento del año, si además es para vivir la Nochevieja y recibir el Año Nuevo, sin pensarlo hay que apuntarse y hay que ir.

Que Roma es la ciudad eterna es algo que saben todos. Que es la única ciudad del mundo que tiene en su interior un estado extranjero, el Vaticano, también lo sabían. Que es un monumento en su totalidad, que las calles están repletas de obras de arte, arquitectura, templos e iglesias, todo eso lo conocen ya y sin haber estado todavía.

En Roma la historia se vive en sus calles y todos sus sentidos percibirán los vestigios de una civilización esplendorosa que subsiste en el día a día de sus ciudadanos. Es una ciudad que parece estar desde siempre y que permanecerá cuando vaya pasando el tiempo, que para ella parece haberse detenido o simplemente ser algo más que para ella no existe. En sus calles, siempre llenas de vida con sus sonidos, olores, rebosantes del tipismo de la vitalidad continua, se contemplan los vestigios de los milenios de historia que en ella dejaron su huella.

Visitar Roma en Nochevieja es descubrir no solo la ciudad sino también las costumbres de esta bellísima urbe para despedir el año que siempre es un atractivo más sumado a los innumerables que ya tiene. En Roma no se recibe el año con las campanadas ni con las uvas como en otros lugares, sino que, tras la cena especial con los amigos, en familia, en casa o en un restaurante, se brinda y destapa el spumante la versión italiana del champagne o cava, al llegar las doce de la noche. Otra tradición es que la primera comida del nuevo año son lentejas con un poco de pata de cerdo como signo de la abundancia que deseamos todos para el nuevo año. Después se sale para disfrutar de la fiesta en la ciudad. En las plazas más importantes hay fuegos artificiales y el ambiente festivo se refleja en ellas con música, cantos y pirotecnia. No dejen de contemplar las vistas de la ciudad en una noche así desde el Pincio o desde el Gianicolo. Son inigualables. En la Plaza del Popolo hay conciertos, pero sobre todo es Nochevieja en Roma. Qué mejor regalo de Navidad o Reyes, aunque sean anticipados, que despedir el año viejo y recibir el nuevo en una ciudad donde la eternidad para residir en sus calles.

Y menús navideños aparte, no olviden que rara es la película o serie de televisión donde apareciendo italianos no salga a relucir la comida y las formas de cocinarla, en la que cada uno es un experto. Descubran porqué esa fama; dense ese capricho y disfruten de su gastronomía en cualquier momento. Y cuando preparen este viaje no olviden entrar en Expedia.es y elegir el alojamiento ideal para la Nochevieja en Roma. Un apartamento, sin limitaciones de horarios, sin sobrecoste por habitaciones y conviviendo en familia o amigos. Vayan, y Feliz Año.