El Museo Atlántico (Lanzarote) celebra el Día Mundial de los Océanos recordando el mensaje sobre el que gira todo su proyecto, que los océanos deberían considerarse lugares sagrados que merece la pena proteger. Desde su apertura a principios de 2016, el museo submarino de Lanzarote, ha trabajado por la preservación, conservación y educación en la vida marina a través de diferentes proyectos y acciones como la reciente colaboración junto a WWF en su campaña #NaturalezaSinPlásticos.

La acción, presentada con motivo del Día Mundial de los Océanos, muestra varias esculturas del Museo Atlántico "asfixiadas" en plástico. Una imagen impactante que pretende llamar la atención de los gobiernos de todo el mundo para que tomen medidas contra el uso desmedido de este material altamente contaminante. Si no cambian las cosas, en 2050 superará al número de peces en el mar.

Precisamente, las casi 300 esculturas sumergidas en el primer museo submarino de Europa, creadas por el ecoescultor Jason DeCaires Taylor, lanzan diferentes mensajes y hacen reflexionar a los miles de buceadores que lo visitan cada año sobre la fragilidad de los océanos, el abuso de los recursos naturales y el individualismo. "Una de las razones principales por las que me convertí en escultor fue para encontrar una manera visual de transmitir a través del arte, mensajes que despierten emoción y empatía con el medioambiente", contaba el artista británico.

En Cruzando el Rubicón, escenario de la campaña de WWF, 35 hombres y mujeres caminan como autómatas (momentáneamente cubiertos de plástico para la acción) hacia un muro de 30 metros de largo y 4 metros de alto sobre el que apneístas y buceadores colocaron provisionalmente una pancarta pidiendo "No más plásticos". Si la instalación ya simboliza ese punto de no retorno al que se dirige la sociedad, con esta puesta en escena, se refuerza todavía más. Jason deCaires es consciente del complicado futuro al que parece que nos dirigimos con los plásticos de un solo uso, pero confía en que con estas acciones se "induzca a un cambio", confiesa deCaires Taylor.

Concienciar y educar desde el Museo Atlántico

El Museo Atlántico es un claro ejemplo del binomio arte y naturaleza que rodea a los CACT cumpliendo una función no solo educadora sino también conservadora del medio marino. El arrecife artificial en el que se han transformado las esculturas ha conseguido que se haya duplicado la riqueza de especies presentes en el área. Y no sólo se encuentran más especies distintas que entonces, sino que también se ha registrado el doble de abundancia. Bancos de roncadores o barracudas, angelotes, sargos, viejas, cangrejos arañas, sepias, pulpos y anguilas jardineras inundan la instalación de 2.500 metros cuadrados situada al sur de Lanzarote.

Además, el Museo Atlántico sirve como laboratorio natural para la ciencia marina en el que "desarrollamos importantes proyectos de investigación vinculados a la sostenibilidad marina para lanzar un mensaje en favor de la protección y la conservación de un ecosistema permanentemente amenazado por la acción del hombre" explica el presidente del Cabildo de Lanzarote, Pedro San Ginés.

Uno de ellos es la recuperación de las praderas de sebadales, una especie vulnerable que actúa como refugio de larvas de distintas especies pelágicas, amortigua los efectos del oleaje y mejora la calidad del agua. Este proyecto está tutelado por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que participará también en el Observatorio Costero que se instalará en el Museo Atlántico a finales de este verano.

Esta iniciativa de sensorización constará de tres puntos de captación de datos, uno de ellos móvil que aportarán información de manera permanente, por ejemplo, sobre temperatura del agua, turbidez u oxígeno. Todos estos datos estarán a disposición de la comunidad científica y aportarán gran valor en estudios sobre ecosistemas marinos, cambio climático, contaminación e incluso perturbación de los fondos marinos a causa de ruidos, ya que el observatorio contiene un hidrófono, además de cámaras de audio y vídeo.

El Museo Atlántico es, pues, mucho más que una inmersión alternativa de buceo. Es una contribución y un compromiso de la isla de Lanzarote en la consecución del Objetivo 14 de la Agenda de Desarrollo Sostenible de la ONU por la conservación del medio marino.