El Partido Socialista afianzó este domingo su poder municipal, ya bastante extendido en la Isla, con tres nuevas mayorías absolutas en municipios importantes, Candelaria, Arona y La Victoria, y con la recuperación de ayuntamientos -su candidato fue el más votado- como Vilaflor y Buenavista. En este último caso será necesario un pacto -CC, con un edil, se antoja clave- para dar estabilidad al gobierno municipal.

Los socialistas, además, volvieron a ser la fuerza más votada en el Puerto de la Cruz, en el que gobernaba el Partido Popular con apoyo de Coalición Canaria (CC), y en Granadilla, donde era CC la fuerza que ostentaba la Alcaldía con el respaldo de los populares y de Ciudadanos.

El PSOE también estuvo a punto de igualar en concejales a CC en Santa Cruz. Con Patricia Hernández como cabeza de lista, los socialistas lograron nueve concejales, el mejor resultado de su historia en la capital, que le da, además, posibilidades de formar gobierno con Podemos (3) y Ciudadanos (2).

Tal y como era de esperar, el PSOE repitió mayorías absolutas aplastantes en sus feudos tradicionales: La Matanza, Adeje, Guía de Isora y Fasnia. A ellos se sumó, por segundo mandato consecutivo, El Tanque, en el que Román Martín amplió los resultados de 2015.

Eso sí, a pesar de su crecimiento general, los socialistas volvieron a retroceder, esta vez perdiendo dos concejales más -se quedan con tres- en El Rosario, donde la formación local IR-Verdes, que lidera Escolástico Gil, se quedó a un edil de la mayoría absoluta. Lejos quedan ya aquellas mayorías absolutas consecutivas con Macario Benítez el frente del PSOE. En Los Silos, el PSOE también pierde la mayoría absoluta tras 16 años.

La alegría de los socialistas contrastó, al noche del domingo, con la tristeza del PP. Solo Emilio Navarro, en Santiago del Teide, Antonio Hernández, en La Guancha, y Manuel Domínguez, en Los Realejos, fueron capaces, no solo de ganar con mayoría, sino de ampliar los resultados de hace cuatro años.

En Güímar, sin embargo, la victoria de Carmen Luis Castro, con dos ediles menos que en 2015 (6), podría no servirle de nada si PSOE y Coalición Canaria suman sus concejales, cinco y cuatro, respectivamente.

Hasta aquí llegó el poder de los populares, que retrocedieron de forma amplia en Santa Cruz (de seis a tres) y en La Laguna (de cuatro a dos). Especialmente dolorosa fue la derrota en la capital tinerfeña, a pesar de haber formado parte del gobierno municipal durante todo el mandato. El descenso obligará a CC a "tirar" de Ciudadanos si quiere apuntalar una mayoría de centroderecha en el Ayuntamiento de la capital.

Precisamente, el poder que mantienen los nacionalistas sigue teniendo su gran nicho de votos en el área metropolitana, con la salvedad de La Orotava, San Miguel, El Sauzal, Garachico y Arafo, donde se repitieron mayorías absolutas. También se produjo en Santa Úrsula, con la marca AISU -coaligada a CC-.

En Santa Cruz, y pese a la ola socialista, CC, con José Manuel Bermúdez al frente, logró de nuevo ser la fuerza más votada, ampliando votos y un concejal, hasta llegar a diez. Un resultado, sin embargo, que no le dará para gobernar en solitario. Bermúdez tendrá que apoyarse en el PP y Ciudadanos -se da por hecho que no lo hará en el PSOE-, para dar estabilidad a su gobierno municipal.

CC también logró crecer en La Laguna, a pesar del convulso mandato que vivió José Alberto Díaz al frente de la Alcaldía. No obstante, a pesar de los nueve concejales, los nacionalistas podrían perder la joya de Aguere si finalmente suman fuerzas los partidos de izquierda: PSOE (7), Unidos (5) y Avante (2).

Un caso similar al que se puede dar en Tegueste, en el que la suma por la izquierda de PSOE y otras formaciones podría desbancar a CC de la Alcaldía.

Mención aparte merece Tacoronte. Tras un mandato complicado, CC no solo perdió la Alcaldía, sino que fue a parar a una escindida de esta formación que recaló en Cs, Virginia Bacallado (6). Aunque no tiene mayoría suficiente, lo que sí parece evidente es que los nacionalistas tendrán que quedarse en la oposición.