Los sesenta y cinco juegos de papeletas que se repartieron en los 79 colegios electorales habilitados ayer en la capital tinerfeña hipotecaron la confidencialidad del voto de la mayoría de los electores que escogieron in situ su opción política. Un ejemplo, la sede municipal del parque de La Granja, con trece mesas, y cada una, con cinco urnas. Al acceder al patio de operaciones por la rampa, desde la derecha, no hacía falta que nadie preguntara el sentido del voto de cada elector. Bastaba seguir con la mirada las mesas que se habilitaron debajo de la rampa. A la izquierda se habilitó la cabina -una "especie" en vías de extinción en estos comicios-, y de resto, las papeletas sobre las mesas que se instalaron.

A las nueve de la mañana las trece mesas de La Granja entraron en servicio, a pesar de que interventores, apoderados y el representante de la Administración seguían colocando las papeletas sobre las mesas. Poco importaba si colgaba del cuello la acreditación de CC para colocar los votos del PSOE -como le ocurrió a Raquel Gutiérrez, también integrante en la lista nacionalista-. Hasta el representante del PP se daba prisas en colocar las papeletas de Podemos con el objetivo que todo estuviera a punto. Allí, en La Granja, estaba el líder de Los Verdes a la Alcaldía de Santa Cruz, Pepe Valladares, o también Juan José Martínez, de CC.

En la cola, muchos votantes lamentaban que para las elecciones de ayer no le había llegado la correspondencia electoral. Y con la tarjeta censal ocurrió lo mismo. La comunicación que sí llegó fue para las elecciones nacionales, y esa misma valía para las de ayer.

En el 24 horas de la esquina, frente al colegio de El Chapatal, se dejó sentir el inicio de la jornada laboral. En los primeros sesenta minutos de apertura del colegio, electoral, habían vendido la mayoría de la prensa. Cuando la votación llevaba en marcha más de una hora en los colegios electorales de Santa Cruz, todavía permanecían las seis mesas habilitadas en el IES El Sobradillo y las de El Tablero porque no había papeletas de Ahora Canarias-Ahora Repúblicas: Alternativa Nacionalista Canaria (ANC) y Unidad del Pueblo para el Parlamento Europeo ni del Movimiento por la Unidad del Pueblo Canario a la circunscripción autonómica. En un afán de resolver cuanto antes el contratiempo, el representante de la administración gestionó que se consiguieran las papeletas necesarias para solventar el entuerto y poner en marcha la votación, lo que no impidió que ambas sedes cerraran sus puertas una hora después que el resto de los colegios de Santa Cruz. En tono condescendiente, y como quien hace un favor, una apoderada se acercó de nuevo al representante de la Administración para advertirle que faltaban papeletas de Izquierdo en Positivo. No le pedía que cerraran el colegio hasta que llegaran, pero sí que se consiguieran. Sobre la marcha, el representante de la Administración sacó mano de su lista de inventario y... "¡sí están, son las número 18!", comentó con descanso. Con la normalidad restituida, quedaba el horizonte de un escrutinio que comenzaría con retraso. En el IES El Sobradillo, más representantes de CC -entre interventores y apoderados- que estrellas tiene la bandera nacionalista, coordinados por Javier Rivero, que se estrena en la lista de CC a la Alcaldía de Santa Cruz.

De nuevo en el Pequeño Vaticano, como se le conoce por su característica cúpula, miles de electores ejercieron su derecho. Ayer, el parque de La Granja estuvo más concurrido que la playa de Las Teresitas, y eso que a las tres de la tarde se rondaba los 28 grados, con la brisa suficiente para incomodar a los bañistas con la arena. En ese pequeño universo electoral de La Granja, que lleva a los partidos políticos a tomar sus mesas como referencia, se pudo ver desde el velo musulmán de una joven vocal a trajes típicos de quienes pasaron por la urna antes de seguir de fiesta, o camisetas del Tenerife, en la antesala del partido.

Allí la también concejala popular Yolanda Moliné sacaba números y recordaba que su distrito Salud-La Salle tenían 60.000 vecinos, para apostillar que sería decisivo en el resultado final, si bien los socialistas toman de referencia los colegios electorales de Santa Clara, San Fernando o Ireneo González, con un margen de error del 0,5 por ciento sobre el resultado final municipal, explicó el concejal socialista Florentino Guzmán Plasencia.

Y votantes de todas las edades. Tal más la más longeva de Canarias ejerció su derecho en La Granja, caso de Nena Galindo Hernández, que acudió en compañía de su familia. Votó en las elecciones nacionales del 28 de abril con 103 años y revalidó su derecho ayer, con 104, el día después de su cumpleaños. Hace un mes se encontró con la sorpresa de que no figuraba en el censo electoral, y un certificado tramitado por la Administración restituyó su derecho. Ayer figuraba en un anexo que se remitió al censo de zona.

Poco después del mediodía, amago por interrumpir la votación en el colegio electoral de Juan XXIII, en avenida de Los Príncipes, en Ofra, por quejas dada la colocación de las papeletas de Nueva Canarias. "Un problema técnico", definió el representante del PSOE y se restituyó la normalidad. Mientras, en el parque García Sanabria coincidían José Manuel Bermúdez y Carlos Alonso, que pudieron ser fotografiados después incluso de que el representante de la Administración advirtiera a la presidencia de la Mesa que la decisión dependía de él. Tras saludar a decenas de vecinos, el alcalde de Santa Cruz, con Alejandro Noda, en las listas nacionalistas y uno de los valores de los Jóvenes Nacionalistas, recorrió los principales colegios electorales para saludar a los representantes de CC. Bermúdez, con horas aún por delante para que acabara la votación, hizo suya la máxima de "virgencita, virgencita, que me quede como estoy". O sea, con nueve concejales. En las elecciones nacionales de hace un mes tampoco era muy optimista con los resultados de Ana Oramas, y se daba por satisfecho con revalidar el acta, y finalmente CC duplicó el número.

A la espera del escrutinio, se barajaban las proyecciones echando máximas a algún tópico electoral: la alta participación beneficia a la izquierda que moviliza al electorado, como ocurrió en las nacionales; o un concejal de Santa Cruz puede costar 3.000 votos. Comenzaban las quinielas.