Juan Miguel Mena está de vuelta. Asesor fiscal y nacido en 1957, fue concejal de la primera corporación democrática de La Laguna (1979-1983) por Unión del Pueblo Canario (UPC) y vivió una segunda etapa en el ayuntamiento con Sí Se Puede (SSP) durante el mandato pasado. Ahora, tras unos años fuera de la primera línea política, ha aceptado la propuesta de Nueva Canarias (NC) y regresa con el empleo, los servicios sociales, la vivienda o el Plan General de Ordenación (PGO) en el centro de su discurso.

¿Cómo afronta este proceso electoral?

Con ilusión. La gestión en esta última década ha sido desastrosa. Después de analizar mis iniciativas del mandato 2011-2015, he visto que prácticamente todas están vivas y que no se ha hecho absolutamente nada; lo único es que a la empresa Muvisa se le abrió el objeto social.

¿Cuáles son las principales propuestas de su programa?

Supone un cambio radical. Planteamos una administración más cercana; que el ciudadano se dirija al ayuntamiento, plantee su problema, se inicie expediente y la resolución sea ágil. Queremos también un órgano independiente de transparencia que anualmente emita una memoria de hasta el último céntimo. Otro punto, el más importante para nosotros, es el fomento y la creación de empleo. Proponemos centros de iniciativas empresariales, que se dedicarán a la formación, al asesoramiento, a la creación de empresas y al seguimiento de estas. Además fomentaremos la emprendeduría: las tasas por licencias de apertura y obras relacionadas serán gratuitas. Habrá unos servicios sociales personalizados, con la puesta en marcha urgente de un estudio de la situación en la que se encuentran nuestros ciudadanos. Y trabajaremos en políticas de vivienda, potenciando la de carácter social de alquiler, así como la propia creada por cooperativas de propietarios. Otra de nuestras ideas es recuperar La Laguna como capital de Canarias de la cultura.

¿Y con el PGO qué plantea?

Que antes de acabar 2020 se proceda a la aprobación de un Plan General consensuado y defensor del campo. Quien arrancó en su momento e implicó a la gente fui yo. Fue un trabajo que gran parte de los días se prolongaba desde seis de la mañana hasta la una o las dos de la madrugada.

¿Cuáles son sus ideas en cuanto a infraestructuras?

Además de por el mercado central, apostamos por un mercadillo del agricultor en el centro de La Laguna; otro ambulante; otro dual en Tejina, dedicado a la venta al mayor y menor de agricultura y con una zona gurmé relacionada, y, si se reúnen las condiciones, otro entre La Cuesta y Taco. Esa iniciativa está vinculada al fomento de la agricultura y ganadería que defendemos; de ahí que crearíamos una concejalía específica: Empleo, Agricultura, Ganadería y Pesca. El edificio de la Mesa Mota lo convertiríamos en un centro de congresos, y trabajaríamos para abrir el centro de interpretación del casco; el del ron, en Tejina, y el del plátano, en la zona de Valle de Guerra. Por su parte, en la antigua estación de guaguas de San Benito se montaría el Centro de Creatividad.

De convertirse en alcalde, ¿cuál sería la primera medida que llevaría a cabo?

Lo primero sería un trabajo decidido para la creación de empleo de calidad en el municipio.

¿Pacto de izquierdas o con Coalición Canaria?

Lo primero de todo es abrir las puertas y las ventanas y que entre aire fresco. Con eso dejo bastante claro lo que deseo.

¿Por qué ha decidido presentarse por estas siglas?

Me tocaron para que liderase el proyecto de Nueva Canarias en el municipio. Después de un mes y medio o dos que me pasé pensando y comprobando lo que se había hecho, he analizado que, visto lo visto, tengo capacidad y propuestas para cambiar el ciudad y el municipio. Ideológicamente sigo en el mismo lado: la filosofía de Sí Se Puede es la misma que la de Nueva Canarias.

¿Cómo ha visto este mandato?

Estos cuatro años han sido de parálisis absoluta, y ha habido más bronca que gestión.

¿Qué destaca acerca de su candidatura?

El compañerismo, la ilusión y las ganas de transformar el Ayuntamiento de La Laguna en todos los aspectos. Llevo una candidatura para responder desde el primer día a todos los retos que nos hemos marcado en nuestro programa, y también estamos capacitados para empezar al día siguiente a gobernar, porque no llevamos un programa electoral, sino de gobierno.