Juan Antonio Molina es uno de los candidatos más jóvenes que opta a la Alcaldía de La Laguna. El abogado lagunero es cabeza de lista de Ciudadanos (Cs) y asegura que "llevamos en nuestro ADN poner fin al pasotismo y la despreocupación" que vive La Laguna. Entre sus medidas destacan, como ya hizo su antecesora Teresa Berástegui, la lucha para bajar los impuestos porque, como él mismo asegura, "los vecinos están sometidos a una elevada presión fiscal".

¿Cuáles son las principales propuestas de su campaña electoral?

Cs quiere que la ciudadanía de La Laguna cuente con una gestión coherente que elimine los enchufismos y chiringuitos políticos, porque consideramos que el dinero de los laguneros está para mejorar sus vidas, y la mejor forma es reduciendo sus impuestos y tasas municipales. Queremos aumentar la presencia policial en las calles, cubriendo el déficit de agentes de la Policía Local y dotándoles de los medios materiales necesarios. También defendemos la mejora de la limpieza de las calles y espacios públicos para que dejen de existir laguneros de primera y laguneros de segunda.

Si se convierte en alcalde de La Laguna, ¿cual sería la primera medida que llevaría a cabo?

Mentiría si dijese una en concreto porque son muchas las cosas que hay que cambiar. Lo primero y más importante es mirar por el bolsillo de los laguneros, para que no sigan sometidos a la elevada presión fiscal con la que cuentan actualmente. Por otro lado, es fundamental que La Laguna tenga un Plan General de Ordenación actualizado que apueste por el crecimiento del municipio.

Llegado el momento, ¿con quién estaría dispuesto a pactar?

Ahora no es momento para hablar de pactos. Cs sale a ganar las elecciones con ilusión y trabajo, como se ha venido haciendo hasta ahora. A partir de ahí, sabemos que parte del ABC de Ciudadanos es no pactar con imputados así que, llegado el momento, actuaremos con la madurez necesaria y siempre mirando por el futuro de los laguneros.

¿Qué destacaría de la lista de personas que lo acompaña en su candidatura?

El equipo de Cs está compuesto por vecinos del municipio que quieren hacer de La Laguna un lugar mejor. Es gente preparada y que cuenta con la experiencia necesaria para ganar el futuro de los laguneros.

Es usted un candidato bastante joven. ¿Cree que es un punto a favor para el municipio?

La corporación lagunera ha estado ocupada por personas que han hecho de la política su profesión, y de eso han pasado ya más de 25 años. En mi caso, soy un profesional que sabe lo que es levantarse a las seis de la mañana para ir al trabajo. Llevo tres años ejerciendo como abogado con mi propio despacho y, anteriormente, he trabajado para empresas privadas. Además compagino mi profesión con una de mis grandes pasiones, el baloncesto, siendo árbitro de la Federación Nacional de Baloncesto. Es por ello que puedo decir que La Laguna necesita un gobierno que conozca las necesidades de sus vecinos, que sepa cuales son sus problemas, y que dé aire fresco a la Corporación para poner fin a un cuarto de siglo de chanchullos e intereses partidistas de los nacionalistas.

¿Qué palabras le dedicaría a su sucesora Teresa Berástegui?

Quien la conoce desde que comenzó su andadura sabe que es una trabajadora nata y que ha luchado con pocas armas contra grandes problemas, pero con una tenacidad envidiable. Es una gran política y mejor persona. Teresa Berástegui es compañera y amiga. Una persona de la que se aprende y en quien se puede confiar. Le deseo la mayor de las suertes con su nuevo proyecto en el Parlamento de Canarias. Estoy convencido de que seguirá apostando por los tinerfeños como lo ha hecho siempre por los vecinos de La Laguna.

Cs ha vivido un importante incremento de afiliados en el municipio.

Ese aumento se debe al trabajo y al esfuerzo durante el último mandato. Han sido cuatro años intensos para el municipio que dejan una cosa clara: Cs es el voto útil, la única alternativa fiable que hará posible que llegue el cambio que tanto necesitan los laguneros. Son muchos los vecinos que confían en que la ola naranja tiña La Laguna de esperanza, y todo ello gracias a medidas que miren por el bienestar de la ciudadanía a través del diálogo.