Josep Borrell (Lérida, 1947), ministro de Asuntos Exteriores y expresidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007 es la opción elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para encabezar la candidatura de los socialistas en las elecciones europeas del domingo. Asegura que la única salida para los europeos en un mundo de gigantes es unirse: "Somos pocos y viejos".

Plantea usted una campaña en tono explicativo y didáctico. ¿Por qué es necesaria tanta pedagogía sobre la UE?

Es necesaria porque nunca se explica suficientemente bien a los ciudadanos cómo funciona y para qué sirve Europa. Es una carencia no solo española y a veces incluso se explica al revés, como ha ocurrido con los británicos, que han estado diciendo durante años que ser miembros de la Unión Europea era una desgracia nacional y han acabado votando marcharse. A mí la importancia de Europa me parece tan evidente... Vamos a vivir en un mundo de gigantes y los europeos somos pocos y viejos y la única salida que tenemos es unirnos para tener la fuerza que da la Unión Europea, porque cada país por separado no va a pintar nada en el mundo que viene.

La UE vive el momento de mayor contestación de las últimas décadas: brexit, ultraderecha, EEUU, Rusia. ¿Por qué tiene tantos enemigos?

Vivimos un renacer imperial de Rusia de las cenizas de la Unión Soviética. Reclama territorios que cree que son suyos y vuelve a querer ser una potencia geopolítica. Tiene la bomba atómica y aunque económicamente sea débil quiere que se cuente con ella. Estados Unidos ha entregado el poder a una persona que, por primera vez en la historia, considera que Europa es un enemigo y de repente ha salido China como rival, una potencia tecnológica que cuestiona la primacía del futuro.

¿A qué atribuye los desafíos internos?

A la crisis económica y las consecuencias de la globalización. Empezamos a ser conscientes de la enorme transferencia de capacidad productiva que se ha hecho de Occidente a Oriente en 40 años, que puede alterar equilibrios sociales. Yo siempre he defendido que la respuesta a la crisis del euro no fue buena y el malestar social se expresa contestando al sistema. Hacemos mal en menospreciar las raíces sociales y las razones económicas de las que emergen los nacional populismos. La gente tiene la cultura política y económica que tiene, no puedes pedir que tenga una comprensión geopolítica del mundo; el ciudadano vive su experiencia personal. No puedes pedir a los que les preocupa el fin de mes que se preocupen del fin del mundo.

¿Usted es optimista respecto al futuro de la Unión Europa?

Más que optimista soy activista. No basta con tener razón en la vida. Puedes tener mucha razón, pero si no tienes la fuerza que respalda la razón te puedes quedar con la razón colgada de la brocha. Los europeos hemos ido mucho por el mundo con el mercado y la ley y ahora hemos de empezar a razonar en términos de potencia. El mundo se basa ahora en relaciones de poder y de fuerza.

¿Están las instituciones europeas preparadas para responder a tantos desafíos?

No, claro que no. Si lo estuvieran no hubiéramos llegado donde estamos. Europa nació con una premisa de renuncia a tener poder, el poder geopolítico no formaba parte de nuestro ADN.?Solo queríamos que se respetaran las leyes y que se abriera el comercio. Es una clara raíz histórica con respecto a nuestros conflictos. Las peores pesadillas de Europa son los nacionalismos y los imperialismos, lo que nos ha hecho un continente de guerras, una tras otra. Pero no nos hemos dotado de los instrumentos de acción y con la ley y el mercado no es suficiente. Hay que tener una lógica de potencia y de influir geopolíticamente y una capacidad militar propia que no sea solo la OTAN.

¿La marcha del Reino Unido da a España más posibilidades de aumentar su peso en la UE?

Sí. En política, como en la vida, los vacíos se llenan. El Reino Unido deja un vacío militar y de potencia financiera. Pero nunca nos engañó. Hagan ustedes los Estados Unidos de Europa, pero con nosotros no cuenten. España tiene la posibilidad de jugar el papel que tuvo en los años de González y en algunos de Aznar, no quiero ser sectario, aunque la influencia con?Aznar en mi opinión fue mala con aquel atlantismo con Bush y Blair, pero la tuvo. Ahora podemos marcar el rumbo, porque Pedro Sánchez se ha convertido en la estrella del rock de la socialdemocracia. Los partidos de la socialdemocracia están en el 20 % y si llega alguien y obtiene el 30 % y dobla en diputados al siguiente, eso le convierte en el líder de la familia.

España ha contenido a la ultraderecha en las elecciones, ¿pero cómo se la combate?

Pues revertiendo la dinámica social que ha conducido a la gente a creer en falsas soluciones. Hay que ser respetuosos con el ciudadano de a pie que se moviliza bajo el espejismo que le ponen delante: la inmigración, los burócratas de Bruselas que nos engañan, todo ese discurso demagógico encuentra una tierra abonada y por eso la semilla fructifica, lo que hay que cuidar es la tierra.

Las políticas conservadoras de la Unión Europea tampoco han ayudado.

No.

¿Puede darse un giro a esas políticas a partir del 26 de mayo?

La teoría dominante ha sido la anclada en los principios liberales. Las políticas de austeridad hicieron más difícil resolver el problema.

Tres de cada cuatro jóvenes no votan. ¿Qué se puede hacer?

Los jóvenes no han vivido la nueva Europa. Parece que la Unión Europea funciona sola y la gente va a votar cuando hay una elección que percibe: González o Aznar, Sánchez o la ultraderecha, cuestiones que la gente identifica, la ciudadanía se moviliza por eso. ¿Pero cuál es la elección que haces en unos comicios europeos? No se personaliza. Puedes decidir sobre que gobierne la derecha o la izquierda, ¿pero que gobierne qué? En España cuando eliges un diputado sabes que lo que estás eligiendo es un presidente de Gobierno, pero en Europa no sabes a quién estás eligiendo para convertirse en presidente. Pienso que hay que politizar más la Unión?Europa, hay que visualizarla.

En clave ya más española, ¿qué busca Pedro Sánchez colocando a dos catalanes en las presidencias de las Cortes Generales?

Bueno tampoco los catalanes somos bichos raros.

En absoluto. Pero hasta ahora nunca han liderado las instituciones españolas.

Quizá lo anormal no es que ahora pongan dos, sino que antes no haya habido ninguno. No ha habido un presidente catalán del Senado desde que lo presidió el inventor de la peseta hace 170 años (Laureano Figuerola) y que en el Congreso no haya habido un catalán pues también es anormal. Creo que lo que ha querido hacer [Pedro Sánchez] es dar la réplica a la actitud absurda del independentismo catalán de no querer que sea Miquel Iceta el presidente. En mi opinión han violado los derechos de las minorías y se han pasado por la piedra, como han hecho otras veces, los procedimientos parlamentarios. Me parece bien que una mujer [Meritxell Batet] presida el Congreso y que un filósofo independiente presida el Senado. Demuestra finura táctica.

¿Con el bloqueo a Iceta se rompen los puentes con el independentismo?

No. No podemos romper los puentes. La única forma de resolver el problema que representa hoy que poco menos de la mitad de los catalanes apoyen el independentismo es a través de tender puentes. Con el independentismo hay que hacer tres cosas: dialogar dentro del marco constitucional y eso requiere tender puentes; segundo demostrar una absoluta firmeza para que les quede bien claro que el diálogo no es un puente al margen de la Constitución. Y que no solamente ellos van a conseguir cosas, también se les va a exigir cosas. En la próxima negociación estará también qué quiere el Estado, qué quiere la otra mitad de los catalanes que no son independentistas. Y que tengan claro que no solo pueden ganar sino también perder y tercero mucha explicación.

¿ERC se abstendrá en la investidura?

La verdad es que da igual. No hay que preocuparse por lo que van a hacer. Ni ellos ni nadie quiere repetir elecciones. Solo puede gobernar el PSOE. Por su propio interés lo harán. Esto es la ley de la gravedad.

¿Preferiría a ministros de Podemos en el Gobierno?

Como no es mi negociado, no me he parado mucho a pensarlo. Dependerá de la inevitable negociación que tendrá que haber con Podemos. Naturalmente querrán tocar poder. Portugal funciona muy bien con un Gobierno monocolor minoritario, probablemente porque Pablo Iglesias no es portugués, porque si no Costa no hubiera sido presidente. Pero creo que Iglesias y Podemos han aprendido de su disparatada actuación cuando se negaron a apoyar un Gobierno socialista y ahora están en una actitud más constructiva.

¿Considera a Podemos ahora un socio fiable?

Bueno, eso de fiable... Últimamente Pablo Iglesias se ha permitido decir algunas cosas que no eran ciertas sobre lo que según él le habían dicho del Ministerio de Exteriores sobre la crisis en Venezuela. Lo que sí parece es que debe ser posible encontrar un punto de encuentro con el Gobierno entre las políticas que se quieren aplicar.

¿Tan difícil es reformar el sistema de financiación? A ustedes, igual a que los gobiernos de Mariano Rajoy (PP) se les atascó. No ha servido de nada la presión de las comunidades autónomas en las legislaturas pasadas.

No, es fácil. Lo difícil es hacerla a coste cero. Para que unos ganen otros tienen que perder y naturalmente nadie quiere perder. Por eso, las reformas de la financiación siempre se han hecho de forma que en el peor de los casos te quedabas como estabas. Nadie perdía, algunos ganaban y otros menos, pero nadie perdía. Eso implica lógicamente una aportación de recursos desde fuera. Durante la crisis era muy complicado. Yo he hecho tres reformas del sistema como secretario de Hacienda entre 1983 y 1991. Tampoco es tan complicado si se inyecta racionalidad al sistema. Hay un principio básico que no debe olvidarse. A igualdad de competencias, cada autonomía debe tener igualdad de recursos por habitante ajustado. Es curioso, todo el mundo cree que la gran crisis es que Cataluña está mal financiada, pero la Comunitat Valenciana está bastante peor que Cataluña y Andalucía, Baleares y Madrid, también.