Carlos Alonso, presidente del Cabildo de Tenerife y candidato de CC-PNC a ser reelegido en la dirección de la Corporación insular, realizó ayer una atinada interpretación del Encuentro de líderes organizado por El Día y Radio Club Tenerife en el hotel Mencey.

Ante un centenar de personas, entre ellas su equipo actual y el que le acompaña en estas elecciones, y una amplia representación del sector empresarial de la Isla, el dirigente nacionalista planteó un discurso de largo recorrido, más de investidura que electoral, partiendo de la base de que Tenerife ocupa el liderazgo de Canarias.

Por si hubiera alguna duda sobre esta situación de superioridad, utilizó unas recientes declaraciones del presidente de la patronal de Las Palmas -la Confederación Canaria de Empresarios-, Agustín Manrique de Lara, en las que elogió que Tenerife se ha convertido en el principal motor de la economía del Archipiélago gracias al papel desempeñado por el Cabildo. Eso sí, aclaró, en tono jocoso, que no había pagado ni un euro por ellas.

Pero no solo se refirió a las palabras de Manrique de Lara, Alonso destacó también datos como la creación de empleo y, de forma reiterada, que unas diez mil personas deciden cada año fijar su residencia en Tenerife, clara muestra -dijo- de que la Isla es dinámica y atractiva.

El presidente de la Corporación insular evitó personalizar los logros alcanzados y atribuyó esta situación de liderazgo al esfuerzo conjunto de toda la sociedad, empresarios, ayuntamientos, Cabildo, Gobierno de Canarias, a los que animó a seguir trabajando en cinco retos: formación, empleo, población, sostenibilidad y globalización. Unos desafíos que deben servir a su vez de palanca de cambio para mejorar la productividad de los trabajadores y evitar las situaciones de desigualdad que se registran en Tenerife.

Alonso desgranó cada uno de estos cinco retos, ligando iniciativas que el gobierno insular ya ha llevado a cabo, ha puesto en marcha o tiene previsto desarrollar a lo largo de los próximos años, haciendo especial hincapié en la formación, "un elemento clave, significativo y distintivo", que para un nacionalista -como él mismo se definió- cobra un mayor valor.

En este capítulo habló de "ciudadanos abiertos, creativos, digitales", y también de microsatélites, arte y deportes, de becas para conseguir la excelencia y de apoyo a los niños con alguna discapacidad, de lo que ocurre hoy pensando en el futuro.

Reiteró la importancia de la formación al referirse al empleo con el fin de mejorar su calidad, y solicitó una mayor implicación del sector productivo, para elevar el escalón de la cualificación, una vez que desde el Cabildo se han dado los primeros pasos con distintos planes llevados a cabo con el tejido productivo.

El candidato nacionalista aprovechó el apartado de población para abordar una de los aspectos que más quebraderos de cabeza le ha provocado en este mandato: las carreteras. Además de mencionar el cierre del Anillo Insular y la ampliación de las autopistas del Norte y Sur de Tenerife, reivindicó los trenes, cambios en el patrón de movilidad, transporte público y mejorar la producción de servicios sanitarios y educativos, para evitar traslados.

En la misma línea, apuntó los problemas de equilibrio territorial que se están generando en Tenerife por la falta de atractivos de zonas como la Isla Baja y la necesidad de apuntalar los asentamientos para evitar que se generen contratiempos como el que denuncian ahora mismo movimientos como el de España vacía.

En el planteamiento elegido por Carlos Alonso no falto la sostenibilidad, que él focalizó en la producción de energía, suministro de agua, tratamiento de residuos y gestión de espacios naturales. Ni tampoco la globalización, aspecto del que se sirvió para apelar a una nueva estrategia unida a la ultraperificidad, la centralidad, con el fin de aprovechar el desarrollo de los países emergentes de África, mejorando la conectividad y los instrumentos de la sociedad de información con el continente vecino.

A juicio del presidente del Cabildo, el balance del mandato que ahora termina refleja que Tenerife avanza y mejora, y en ello la Corporación insular ha jugado un papel importante. Ahora lo que pretende es evitar que ese desarrollo se pare el próximo 26 de mayo. Su propósito es convencer a los tinerfeños de que la candidatura que lidera logrará mejorar la calidad de vida de los tinerfeños. Y no solo a corto y medio plazo.