La dirección nacional del PP ha decidido activar la luz ámbar en la estrategia de negociación de pactos del partido en Canarias, en particular en relación con la posibilidad de alcanzar con los socialistas canarios un acuerdo de Gobierno que facilitara la investidura de su candidato, Ángel Víctor Torres, como nuevo presidente regional, y hacer al líder popular, Asier Antona, vicepresidente. La intención de la dirección regional de abrirse a un pacto con el PSOE para esa hipotético acuerdo inédito en Canarias, y prácticamente en el resto del Estado, y echar a CC del poder tras 26 años, es vista con muchas reservas en el núcleo duro del partido en Madrid y en el propio presidente nacional, Pablo Casado, que prefiere enfriar la operación hasta evaluar más detenidamente su sentido, así como los pros y contras que tal alianza produciría tanto en las Islas como en el resto del Estado. "Está todo muy verde, hay que ir poco a poco", resumen desde la dirección nacional.

Aunque es verdad que Génova no ha trazado una línea roja respecto a esa negociación, las dudas y temores sobre las repercusiones que el mismo tendría en el ámbito nacional, e incluso sobre los intereses del partido en las Islas a medio y largo plazo, sí ha abierto un paréntesis a cualquier iniciativa al respecto hasta someterlo al criterio de la comisión creada para abordar todo el proceso de pactos en el ámbito nacional y que ayer precisamente mantuvo su primera reunión con la presencia de Lope Afonso, coordinador general del PP canario.

Difícil justificación

La dirección nacional ve una operación de alto riesgo un acuerdo con el PSOE en Canarias, el único de esta naturaleza en el ámbito autonómico que se produciría en un contexto de enfrentamiento abierto con los socialistas para hacerse con los gobiernos regionales y locales en disputa. Cree que sería difícil de justificar política e ideológicamente ante el electorado tradicional del partido, y lastraría su dinámica y estrategia en el ámbito estatal. Además, ha constatado que hay una gran división interna dentro del PP canario a este respecto y que es amplio el sector que considera que el pacto con el PSOE dejaría a CC y a Cs como las referencias del centro derecha en las Islas, tal como le han hecho llegar distintos dirigentes.

Frente a los firmes partidarios de explorar el acuerdo con el PSOE y propiciar de una vez la salida de CC del Ejecutivo regional, que daría además opciones de otros gobiernos importantes en algunos cabildos y ayuntamientos, son muchos también quienes no ven ninguna ventaja en esta opción y además consideran que los socialistas canarios están utilizando al PP para su propia estrategia de negociación, abaratando de esta forma la que Torres pueda estar llevando paralelamente con otras formaciones. "Torres lograría que el apoyo de cualquiera de los demás partidos, incluido CC, le cueste menos si reconocemos que nosotros también estamos dispuestos a pactar con el PSOE", afirman algunos dirigentes consultados. Este sector cuestiona la acción emprendida por Antona y considera que, en todo caso, la única opción razonable de que el PP vuelva al Gobierno es un pacto con CC, Cs y ASG. "A ver si no nos cargamos la única posibilidad que tenemos de gobernar", advierten.

Otros califican de "disparate" un pacto con el PSOE porque aunque debilite a CC, hace perder "solidez" al PP como alternativa de centro derecha. Tampoco ven ventajas en esta opción porque no hay nada que los socialistas ofrezcan en un hipotético pacto de Gobierno que no se consiguiera también con los nacionalistas. Además, no confían de que esta negociación vaya a impedir una paralela por parte de los socialistas con cualquiera de las otras opciones, la de NC, Podemos y ASG, y la de CC, y que al final se quede el PP "colgado de la brocha" sin acuerdos de ningún tipo. Creen de facto que el peso de los dos votos nacionalistas en el Congreso, con la investidura de Pedro Sánchez de por medio, puede determinar el proceso negociador y no descartan para nada el pacto de socialistas y CC.

Los favorables al pacto, los más allegado a Antona, destacan por su lado que "sacar a CC del Gobierno es algo que perseguimos todas las formaciones políticas canarias y el acuerdo con el PSOE es él único en el que nosotros conseguimos estar en el Gobierno y garantizar la estabilidad y la gobernabilidad". Además de poder ampliar ese pacto a acuerdos en los cabildos de Gran Canaria y La Palma y algunos ayuntamientos, con la entrada del PP también en esos gobiernos, este sector destaca que "nuestros electores entienden perfectamente este acuerdo que acabaría de una vez con 26 años de gobiernos de CC". "Es algo que deberíamos haber hecho en 2007 con López Aguilar", insisten quienes además comparan la operación, salvando las distancias, con la que el PP vasco propició el gobierno socialista de Patxi López para desbancar al PNV en el País Vasco en 2009.

Más allá del debate interno en el PP canario, el entorno de Casado prefiere no cerrar tampoco esa puerta y ha autorizado que Antona explore todas la vías de pactos posibles y que traslade a ese Comité de Gobernabilidad creado al efecto las alternativas.

Ayer, en su primera reunión en Madrid, los 25 miembros de este órgano negociador se limitaron a escuchar al secretario general del partido, Teodoro García Egea, que preside el órgano, los criterios básicos y las líneas maestras del proceso, en las que la voluntad de dar estabilidad a los gobiernos autonómicos y locales es la premisa inicial. El PP canario creará su propio comité negociador el próximo lunes en el seno de la Junta Directiva Regional que se celebrará ese día, y a partir de ahí trasladará a Madrid los diversos escenarios abiertos.

"Vamos a ir en los tiempos que marque el comité autonómico y a partir de la próxima semana se empezará a vislumbrar dónde se puede centrar la negociación", explicó ayer Afonso, quien aseguró que "de momento sólo estamos en el terreno de las conjeturas" en relación con las posibilidades de entablar negociaciones con el PSOE o con CC. "Lo que sí entendemos es que tenemos una posición importante en Canarias para dar estabilidad al Gobierno y otras instituciones y esa posición la queremos emplear bien", afirma el número tres del PP canario. "No veo ninguna linea roja, sino la opción de iniciar conversaciones y ver qué escenarios son más factibles", recalcó.