En un día de postal, con las campanas de la torre de la Concepción de testigo y acompañamiento casi bucólico, con varios problemas de sonido al principio, banderas republicanas y de 7 Estrellas, ambiente de euforia y la plaza repleta (un millar de personas), la familia de Sí Podemos Canarias se conjuró en la tarde de ayer en el casco de Aguere para propiciar un cambio político en las Islas que, por una vez, no solo creen más que necesario, sino muy cercano, a puntito, caliente: cuestión de horas. Lo hicieron con el único líder de un partido nacional que no cerró esta campaña de las locales y europeas en Madrid, sino que eligió una ciudad en la que, según recordó, tiene familia y que, por supuesto, no necesitó presentación y fue varias veces ovacionado. Un Pablo Iglesias muy crítico con CC volvió a reivindicar la Constitución para remarcar "que no se es patriota por el 155", sino por actuar "para que se cumplan los derechos sociales incumplidos en estos 40 años".

Con camisa de cuadros violetas y en vaqueros, Iglesias lanzó su primer dardo a CC diciendo que "es una vergüenza que presente a un candidato imputado por corrupción". Enseguida, criticó también que el PSOE diga que no pactará "con esta CC". "¿Con cuál sí?", se preguntó. Según lamentó, "el PSOE siempre se guarda la carta de pactar con la derecha; en el Estado no puede hacerlo porque Rivera se ha vuelto loco, pero aquí sí y, por eso, hay un voto útil para que haya gobiernos progresistas: el de Unidas Podemos".

Recordó luego que los grandes bancos y empresas han presionado para que Podemos no gobierne y subrayó que podrán "tener muchos defectos, habremos cometido muchos errores, pero nunca nos hemos olvidado de a quién representamos". En ese instante, sonaron campanas y aludió a dragones (todos entendieron que de Juego de Tronos) para derrotarlos. "No le pediremos la luna a Sánchez, pero sí cumplir eso de que los impuestos son progresivos".

Se refirió, de nuevo aunque sin mencionarlo, a Amancio Ortega y sus "regalos sanitarios" cuando usa mecanismos para pagar menos impuestos, "que puede ser legal, pero es indigno". También defendió la soberanía energética para las Islas con las renovables, competencias locales para abaratar los alquileres y subir más el salario mínimo. Para concluir, volvió a ondear la 7 Estrellas diciendo sentirse "orgulloso de ser español, pero me encanta respetar a Canarias homenajeando una bandera popular". Esto lo aprovechó para censurar más a CC por "mirar para otro lado" cuando recibió críticas de la derecha por ondearla en Las Palmas.

Cerró el acto Noemí Santana, quien dio por hecho que, mañana, "será el fin del régimen de CC". Agradeció a Iglesias ser el único que, en los debates para el 28A, "hablase del hecho singular canario en un país de países, que es lo que algunos no entienden". Por eso, pidió que se le reconozcan a Canarias "sus singularidades como ya ha hecho la UE. No somos más, pero tampoco menos", remarcó. También explicó que eligieron La Laguna "por ser el epicentro de la corrupción de CC", al tiempo que criticó a los nacionalistas por anunciar el "Apocalipsis zombi" si gobierna Podemos. Frente a esto, recordó los datos sociales o de violencia machista y los contrarrestó con la renta social y otras de sus propuestas.

Antes, Paco Déniz, número uno en la lista regional, fue el auténtico animador arrancando con un "y dicen, y dicen que quieren robar", asegurando que "falta un Tenerife 3 para meterlos a todos en la cárcel", criticando los "privilegios de la cúpula de la Iglesia" y puertos como el Granadilla y acabando con un "y dicen, y dicen, que los vamos a echar, con lo de alante patrás. Everybody", lo que desató coros, risas y aplausos múltiples.

Manuel Marrero, que abre la lista por Tenerife, admitió luego que era difícil superar algo así y prometió que no cantaría. Lo que sí hizo, con problemas de sonido aprovechados para gritar lo de "Sí se puede", fue anticipar "el fin de un modelo fracasado de CC, que no apuesta por la escuela pública, que nos deja primeros en exclusión, con atascos o multas de la UE por vertidos". Como alternativa, reivindicó gobiernos transparentes. Con más problemas de sonido, también intervino Victoria Rosell, quien recordó que fue juez en La Orotava y el Puerto y que conoce el "clasismo de la elite". Por eso, dijo que "no solo se decide quién gobierna, sino para quién, si es para la gente y la mayoría social o para élites". Además, tiró de etimología en favor de la palabra "radical, que significa ir a la raíz, a la raíz de los problemas".

Le siguió Alberto Rodríguez, tan aclamado que casi se abruma, pero quien dio por hecho que Iglesias estará en el Gobierno del país y agradeció a La Laguna "frenar a la ultraderecha". "Esos casi 200.000 votos en las Islas fueron limpios y libres, no salieron de Las Teresitas, el puerto de Granadilla o de comidas a familias que lo pasan mal", exclamó entre ovaciones. La fiesta acabó con la cantante Julia Botanz implicada a fondo en el cambio.

El mitin lo abrió la concejal lagunera María José Roca, quien recordó que el PSOE les engañó y falló para propiciar un gobierno de izquierdas en Aguere en 2015. Subrayó también que, frente a la sorpresa de muchos otros grupos, llegaron al consistorio "para trabajar por la gente". Luego, el candidato en la ciudad, Rubens Ascanio, se mostró convencido de que habrá cambio y gobiernos progresistas en muchas administraciones. Agradeció a Pablo Iglesias y Alberto Rodríguez que se subiera el salario mínimo a 900 euros, "beneficiando a 120.000 isleños. Eso sí es luchar por Canarias", recalcó. Además, resaltó el logro de la ley de Atención Temprana en el Parlamento canario antes de criticar a Clavijo y Ana Oramas "por dejar una deuda de 105 millones en el consistorio".

La candidata por Santa Cruz, Yaiza Gorrín, quiso dejar claro que "no somos radicales, sino gente del pueblo que trabaja para el pueblo", al tiempo que invitó a una participación masiva mañana.

María José Belda, que aspira a la presidencia insular, recordó que han presentado más de 250 iniciativas en el Cabildo y que han priorizado a las personas frente a la burocracia, aparte de reivindicar que los mil millones de euros del presupuesto insular propicien, de verdad, la economía circular y el bienestar general, "y no que se vaya a los 4 de siempre". Asimismo, indicó que han denunciado la "precariedad laboral" que genera el Cabildo con personal como el del IASS, "que no cobra desde diciembre", sin olvidar los casos de "presunta corrupción" ni dejar de censurar el "todo incluido" turístico, al que contrapuso, de nuevo, "el trabajo en favor de las personas".

"Luchar por Canarias es subir el salario mínimo"