Tres cabildos y quince ayuntamientos. Ese, con matices y mejores o peores quereres entre los protagonistas, es el mejor resultado que tienen en su mano Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP). Uno de los objetivos a preservar durante las conversaciones, será cuidar ese tesoro, que encierra un valor más cualitativo que cuantitativo. Los cabildos tinerfeño, majorero y lanzaroteño, y los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife, Arrecife o San Bartolomé de Tirajana se incluyen en la quiniela de los pactos.
Los nacionalistas se anotarían nueve municipios y los tres cabildos en liza, mientras que para los populares quedarían seis ayuntamientos. Instituciones insulares aparte, el 40% –seis– de las alcaldías que están en veremos se concentran en Tenerife. Esa es una buena noticia para dichos partidos, al menos a priori, ya que aquí el entendimiento es fluido. El resto se reparten entre Fuerteventura, tres; La Palma, otros tres; Lanzarote, dos, y Gran Canaria, uno.
Comenzando por esta última, los siete ediles obtenidos por el PP-AV comandado por Marco Aurelio Pérez, sumados con los otros siete logrados por la CC de Alejandro Marichal deberían permitir el retorno del primero a la alcaldía de la joya de la corona turística del Sur de Gran Canaria.
Ahora bien, los nacionalistas ya han dejado caer que quieren el sillón principal del salón noble para sí, lo que enfanga las posiciones de partida. Más aún cuando recuerdan que hace cuatro años ya se unieron con PSOE y NC para hacer alcaldesa a la socialista Conchi Narváez. No obstante, aquel experimento no tardó mucho en saltar por los aires.
Pongamos que en el caso de la localidad sureña o cualquier otro se alcanza una posición de bloqueo absoluto. ¿Qué desatascador funciona? CC y PP van a manejar la estructura administrativa autonómica y hay muchas viceconsejerías y direcciones generales que cubrir. Si se llega a entender que es imposible el acuerdo, existe la posibilidad de retirar –por elevación– al eslabón más débil, es decir, quien no va a ser alcalde o presidente de cabildo, y colocarlo al frente de alguna de ellas.
Cabildos
Antes de ahondar en el plano municipal, son tres las instituciones insulares que están sobre el tablero de la negociación. El único en el que no han ganado populares ni nacionalistas es en el de Tenerife, donde el mandato arrancará sin cambios en la presidencia. El socialista Pedro Martín se impuso con once consejeros, seguido de Coalición, con diez, y PP, ocho. La suma de estos dos conforma una mayoría totalmente incontestable.
Tanto en Lanzarote como en Fuerteventura se impusieron los nacionalistas. En el primero de estos cabildos, con un empate a ocho con los socialistas que lidera la actual presidenta –en funciones–, Dolores Corujo. De nuevo sumar a los populares, que obtuvieron cuatro asientos, basta a CC para gobernar cuatro años. Además, a diferencia de lo ocurrido en Tenerife, desde el primer día, porque Oswaldo Betancort (CC) fue el candidato que obtuvo más votos; en concreto 69 más que Corujo.
Por último, en Fuerteventura Lola García (CC) volvió a obtener la victoria. Sus ocho consejeros unidos a los cinco del PP también garantizan que el mandato tenga una base sólida; al contrario de lo ocurrido hace cuatro años, cuando su victoria resultó estéril ante una mayoría de izquierdas comandada por el PSOE.
La relación entre populares y nacionalistas parece bien engrasada en esos tres cabildos. La realidad municipal, sin embargo, encierra algunas aristas para que la nave nacional-conservadora termine por construirse. Por islas, en Tenerife son cinco los municipios en los que habría un alcalde de CC–Santa Cruz de Tenerife, Adeje, Granadilla de Abona, Guía de Isora e Icod de los Vinos– y solo uno en el que el poder municipal quedaría en manos de los populares, Güímar.
La casuística es extensa, desde la mucho más que probable vendetta que va a sufrir la ganadora en la capital tinerfeña, la socialista Patricia Hernández, a manos de José Manuel Bermúdez (CC) –hace cuatro años venció él y ella le impidió gobernar–, hasta la incógnita de Icod. En esta localidad ganó Alternativa Icodense (Aicod) fundada por un exsocialista), pero CC y PP suman los ediles suficientes para gobernar en comandita.
En Lanzarote, Arrecife seguirá en manos de Ástrid Pérez (PP) si los nacionalistas la apoyan. Por los pelos, porque ambos partidos tienen siete ediles –suficientes para desactivar los nueve del PSOE– pero los populares obtuvieron un punto porcentual más de los votos emitidos.
En Teguise también ganaron los socialistas (8 concejales), pero por muchos apoyos que recaben, llegado el caso, una abstención de Vox bastaría para impedir al PSOE gobernar y dar así el poder a los nacionalistas (7) y PP (3).
En la capital de Fuerteventura, la victoria de Coalición fue clara, pero los siete ediles obtenidos necesitan el refuerzo de los cuatro populares para la estabilidad.
El mismo esquema se repite en La Oliva, con los mismos siete concejales y en este caso, cinco que aportarían los populares. En Tuineje, está más claro aún. El empate 6 a 6 favorece a los populares, que obtuvieron más apoyos, y gobernarían con amplísimo margen.
En Santa Cruz de La Palma, los resultados dejan el camino expedito al expresidente del PP canario y senador Asier Antona. Ganó con dos consejeros de ventaja sobre el PSOE –siete por cinco– y sumar a los cuatro nacionalistas bastaría. Como las cosas en La Palma se rigen por una lógica particular, si los nacionalistas palmeros se niegan a ese apoyo, a Antona le bastará con una llamada al PSOE para garantizarse la alcaldía.
Y para enredo el de Mazo, donde el pleno está muy atomizado, la alianza CC-PP es aritméticamente factible, pero podrían gobernar los nacionalistas con el apoyo de Movimiento Alternativo Electoral (ex CC) y Mazo Activa (ex PSOE).
Resultados elecciones 28M en Canarias
Recuerda que el 28 de mayo puedes consultar en El Día los resultados de las elecciones autonómicas, elecciones a cabildos y elecciones municipales en Canarias y Tenerife 2023:
