¿10N? Agua. El mecanismo del pacto echa humo después de otras elecciones sin soluciones. O al menos claras. O fáciles. O a la vista. La victoria más estrecha del PSOE, la caída controlada de Unidas Podemos, la hinchazón del PP y Vox y el descalabro de Ciudadanos dejan más ajustada la distancia entre los dos bloques y cambian una preponderancia de la izquierda por 166 escaños a 149 por otra en la que la ventaja se acorta hasta un incierto 158 a 152. Insuficientes unas y otras para llegar a la mayoría absoluta de 176 sin que medien otros votos, complicidades o abstenciones, el pactómetro abre una multitud de alternativas, ninguna sencilla, para una investidura cuesta arriba. Hay muchas en las que salen los números y que no tienen por qué ser viables. Las matemáticas dicen que sí en muchas de ellas, pero la política no se lleva bien con la aritmética en un puñado abundante de los casos.

Mirar a izquierda y derecha

Las alternativas de Pedro Sánchez le dejan mirar a los lados. A su izquierda, para que la mayoría llegue sin más cábalas y descartar a los independentistas, a los votos de PSOE, Unidas Podemos y Más País habría que añadir una sopa de letras con el PNV, los dos partidos canarios (CC-NC), el nuevo de ¡Teruel Existe!, el regionalista de Cantabria, el BNG y los diez de Ciudadanos. Eso suma 180, un bingo complejo que obligaría a combinar colores de difícil mezcla, el naranja de Cs con el morado de Unidas Podemos, y en el que puede que no sirva la complicidad por abstención de Ciudadanos, que sería el "elemento externo" en esta mezcla, toda vez que en una hipotética segunda votación de investidura, en la que en lugar de la mayoría absoluta se requieren más síes que noes, esa combinación podría disponer de 170 votos a favor y otros 170 en contra. Un empate insuficiente. Si no es con los minoritarios y Ciudadanos, el panorama que se le abre al candidato líder de la formación más votada se completa por acción u omisión con el PP o los independentistas.

El bloque de la izquierda podría tener a su disposición una alternativa similar a la que estuvo a punto de triunfar el pasado verano, contando también con los minoritarios e incluyendo una arriesgada abstención de los trece diputados de ERC. Esta carambola necesitaría a favor, además de a PSOE, Unidas Podemos y Más País, una combinación de diez escaños a elegir entre PNV (7), Cantabria, Teruel y BNG (1) o los partidos canarios (2).

El PP descarta abstenerse

Sin complicidad independentista, a la derecha estaría también la abstención del PP, que los populares ayer descartaron, o cuanto menos encarecerán, y que no basta por sí sola, pero que sí acercaría considerablemente la posibilidad de una investidura que podría ignorar a Unidas Podemos. De repente, el muy deteriorado apoyo de Ciudadanos pasaría en esta hipótesis, todavía lejana, a ser decisivo, toda vez que para resultar eficaz, para que Pedro Sánchez tuviera más síes que noes en una segunda votación, la abstención del PP necesitaría el sí de Más País, de los diez diputados de la formación naranja y además dos únicos apoyos más, a elegir entre los mencionados anteriormente: los dos canarios, el cántabro, el turolense, el PNV... Si en lugar de votar a favor Ciudadanos se abstuviera, aquí también bastaría el sí del PNV.

La gran coalición PSOE-PP, entre los dos 208 votos, también da sin más, pero no es un escenario que unos y otros hayan valorado en serio.