El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha destacado este domingo que Vox ha logrado un ascenso "fulgurante" en "solo once meses" y ha logrado "perfeccionar" la democracia en España, pero ha expresado su preocupación por la vitoria del PSOE y la gobernabilidad del país.

Abascal se ha dirigido a los cientos de simpatizantes que se han acercado hasta la sede del partido en la madrileña calle Bambú para celebrar los 52 escaños logrados por Vox.

Desde un balcón habilitado en el exterior, ha lanzado un mensaje de gratitud a los 3,5 millones de votantes de Vox, a quienes les ha prometido que no les defraudarán.

"No vamos a dar ni un paso atrás y defenderemos en las Cortes lo mismo que hemos defendido todo este año de campañas electorales", ha asegurado, cuando su partido ha experimentado una gran evolución al pasar de cuatro o cinco concejales a ser la tercera fuerza política del país.

Ha subrayado que Vox ha sido el partido que más ha subido en votos y en escaños, lo que ha descrito como la "gesta política más fulgurante y más rápida de la democracia española".

Abascal ha incidido en que al superar el medio centenar de escaños podrán recurrir las "leyes liberticidas que los otros partidos han dejado pasar" y ha añadido que no solo han logrado alterar el mapa político de España, sino protagonizar también un cambio cultural.

Según ha recalcado, han abierto debates prohibidos y les han dicho a la izquierda que no tienen "ninguna superioridad moral" y que todos los españoles tienen derecho a defender sus ideas.

Han contribuido así, ha dicho, al perfeccionamiento de la democracia, porque "hoy el Congreso no solo es más plural, sino que tiene una representación real y fidedigna de lo que representa el pueblo español".Los motivos del auge de VOX

La España vaciada y las circunscripciones que reparten menos diputados han impulsado en buena parte la espectacular subida de Vox en las elecciones de este domingo a costa del derrumbe de Ciudadanos que pierde toda su representación en las provincias menos pobladas.

El caso más paradigmático de este trasvase de escaños es Castilla y León, donde el partido de Albert Rivera, que gobierna en coalición con el PP en el Ejecutivo regional, ha perdido los ocho diputados que consiguió el pasado mes de abril.

Vox y, en menor medida el PP, se han beneficiado de ese cataclismo de Ciudadanos y mientras el partido de Santiago Abascal ha pasado de un solitario diputado en abril a seis escaños, el PP ha subido tres y ahora tiene 13. Un fenómeno idéntico al que ha sucedido en Castilla-La Mancha donde Ciudadanos se ha dejado los cuatro escaños que ocupaba desde abril, uno de ellos el de quien fuera portavoz del partido, Juan Carlos Girauta.

Vox ya contaba con dos diputados en Castilla-La Mancha y ahora tiene cinco, mientras que el PP ha subido uno. El PSOE se mantiene con nueve. En las provincias andaluzas con menos diputados en juego ocurre exactamente lo mismo. Ciudadanos pierde sus escaños en Jaén, Huelva, Granada o Almería y se los embolsa Vox.

Y todo ello con una subida discreta del porcentaje del partido de Abascal que, apenas llega a 5 puntos ciento, pero que traduce en escaños prácticamente todos sus 3,5 millones de apoyos. Caso distinto es Aragón donde el partido de Abascal no termina de cuajar, al menos en el reparto de escaños, aunque sí en porcentaje. Tenía un escaño y se mantiene igual, pero Ciudadanos pierde los tres que tenía, que pasan al PP, al PSOE y a Teruel Existe, que se mete en el Congreso y ocupará un escaño en el grupo mixto.