El PSOE quiere que la sesión de investidura de Pedro Sánchez no esté en las manos de las fuerzas independentistas y ha emplazado al PP y a Ciudadanos a que la faciliten mediante la abstención. La petición se ha producido apenas horas después de cerrar con Podemos la Mesa del Congreso.

En el ecuador de la campaña electoral del 26 de mayo, el foco político se ha desplazado al Congreso y al Senado, y a la aritmética parlamentaria y sus posibles alianzas.

Desde las elecciones se ha especulado con el papel que ERC podría jugar en las negociaciones para el reparto de puestos de las Mesas de las Cortes, pero no va a tener ninguno.

Si a esto se unen las declaraciones que ha efectuado el responsable de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, parece evidente que las relaciones entre ambos partidos no pasan por buen momento.

"No queremos depender de los independentistas", ha afirmado el ministro de Fomento en funciones en la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva socialista.

Así que, ante la posibilidad de que los síes de estas formaciones sean necesarios en la investidura, el Gobierno por un lado, y Ábalos por otro, han pedido a Cs y al PP que se abstengan y permitan que Sánchez sea presidente del Gobierno "por España y por la estabilidad". "Que nos libren de esas dependencias", ha añadido.

Dependencias como las citadas por Ábalos no ha habido en la composición de las Mesas del Congreso y del Senado, en las que el líder del PSOE ha colocado a figuras totalmente afines.

Había expectación por conocer su decisión tras frustrarse el intento de situar a Miquel Iceta en la Presidencia del Senado. Con la designación del parlamentario del PSC Manuel Cruz para ejercer la cuarta autoridad del Estado, Sánchez clausura la vía Iceta, pero sin salirse del guión inicial.

Los socialistas catalanes tendrán el más alto cargo de la Cámara Alta y el más alto de la Cámara Baja, toda vez que Meritxell Batet es la persona elegida para la Presidencia del Congreso.

La composición de la Mesa de la Cámara Baja se ha resuelto en gran parte por el acuerdo con Unidas Podemos, que se ha asegurado la Vicepresidencia primera, que recaerá en Gloria Elizo, y la Secretaría primera, que pasará a manos de Gerardo Pisarello, hasta hace pocas semanas cargo de confianza de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Cinco puestos de nueve pasan a las fuerzas "progresistas", palabra de Pablo Iglesias, ya que también estarán presentes los socialistas Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Sofía Herranz, muy afines a Sánchez. Todo apunta a que PP y Cs retendrán los cuatro cargos restantes.

La negociación de la Mesa del Senado ha deparado más sorpresas por cuanto el Partido Socialista ha renunciado a abarcar la mayoría, de modo que se asegura tres puestos y cede uno al PP (también con tres) y otro al PNV, que será la única fuerza nacionalista con representación en los órganos de gobierno de las Cortes Generales.

Se van cumpliendo las etapas previas a la constitución de los nuevos Congreso y Senado el próximo día 21, cuando comenzará la XIII Legislatura.

Será un arranque atípico por dos circunstancias, entre otras muchas: por un lado, por la asistencia de los tres diputados electos de JxCat (Jordi Sànchez, Josep Rull y Josep RullJordi Turull) y del de ERC (Oriol Junqueras) que se encuentran en estos momentos en prisión preventiva por desarrollarse el juicio que dirimirá si cometieron rebelión el 1 de octubre de 2017. El también electo Raúl Romëva marcará el comienzo de la legislatura en el Senado.

La decisión del Supremo de dejarles de salir de prisión el martes que viene, así como la de permitir que entreguen las credenciales como parlamentarios electos el lunes, ha obligado a los servicios de seguridad de las Cámaras a movilizar un operativo específico para garantizar que no hagan reuniones con otros diputados o hablen con la prensa.

Por otro lado, por la aparición de Vox en el Congreso. Sus 24 nuevos diputados han posado este viernes para una foto de familia en la escalinata de la Puerta de los Leones, liderados por un Santiago Abascal en muletas debido a una lesión deportiva.

El presidente de esta formación ha dejado claro que defenderán su ideario en el Congreso, pero su mensaje principal no ha sido ese: al ver que todos los partidos están excluyendo a Vox de la Mesa y de otras negociaciones, ha avisado a PP y a Cs que su actitud tendrá "consecuencias políticas y electorales".

Así, ha advertido a los líderes de ambos partidos de que si vetan a Vox ahora, ojo con pedir luego su apoyo para sacar adelante los Presupuestos de Andalucía o para garantizar mayorías de centroderecha en ayuntamientos y en parlamentos autonómicos tras las elecciones del 26 de mayo.

Sus palabras han permitido recordar que la campaña del 26M sigue su curso, pero en el PSOE no se quita el ojo de la investidura.