El portavoz de Vox en el Parlamento andaluz, Alejandro Hernández, ha exigido este jueves al presidente del PP, Pablo Casado, que rectifique las palabras en las que calificó a Vox como "extrema derecha" para sentarse a negociar con el Gobierno regional los presupuestos de la Junta.

"Esto no es una rabieta ni una reacción desmesurada", ha advertido Hernández en rueda de prensa, en la que ha sostenido que "si el PP ha copiado casi de modo literal el programa de Vox y ahora dice que es un partido ultra o de extrema derecha, lo que tiene es ganas de molestar, ofender o incluso injuriar".

"Si a los incumplimientos del acuerdo de investidura firmado con el PP añadimos la ofensa, estamos echando gasolina a un fuego que ya ha alcanzado unas dimensiones lo suficientemente importantes como para que en estos momentos no estemos en disposición de sentarnos a hablar con el PP ni con Ciudadanos", ha zanjado.

A su juicio, lo que se requiere ahora mismo es "una explicación clara y contundente" sobre estas afirmaciones, explicación que demandan al propio presidente de los populares: "La cabeza del PP es Casado y es quien ha pronunciado esas afirmaciones. Quien lo ha dicho tendrá que rectificarlo", ha sentenciado.

Tras rechazar que el presidente de la Junta, Juanma Moreno, pudiera realizar un papel de "intermediario" con Casado, Hernández ha asegurado que no se plantean aumentar sus demandas para los presupuestos sino que están "cerrados" a negociar porque "no es razonable hacerlo con alguien que te está insultando".

"No es una buena manera de invitarte a negociar", ha dicho el portavoz de Vox, para quien los populares "le han dado una patada a la silla" en la que estaba invitando a sentarse a su partido.

Para Hernández, que ha considerado "habitual" que por parte de la izquierda se produzcan estas "descalificaciones" tildando a Vox de extrema derecha, "en rigor" no se puede calificar como tal a esta formación porque "la división izquierda-derecha ha quedado en desuso".

Preguntado por si habrá o no presupuestos de la Junta, Hernández ha dicho que el Gobierno puede negociar con el PSOE o con Adelante Andalucía, y ha invitado a PP y Ciudadanos a "hacer público" y "decir claramente" si está manteniendo conversaciones con los socialistas.

"Si el PP, Ciudadanos y especialmente el vicepresidente Juan Marín siguen sin aprender matemáticas no es nuestra cuestión. Nosotros sabemos sumar", ha enfatizado el portavoz de Vox, quien cree que después del resultado de las elecciones generales "se pueden prever nuevas tensiones" en el Gobierno andaluz.

En su opinión, el "acercamiento" en votos que ha provocado que Ciudadanos por primera vez se sitúe por delante del PP en Andalucía puede llevar a que el número dos de la Junta, Juan Marín (Cs), "se sienta con más fuerza, y eso sí puede tener consecuencias".

Marín no comparte que Vox sea de ultraderecha como dijo Casado

El vicepresidente andaluz y líder de Cs en la comunidad, Juan Marín, ha dicho este jueves que no comparte "en absoluto" las palabras del presidente del PP, Pablo Casado, en las que calificó a Vox como "extrema derecha", y ha defendido que él no va a "poner etiquetas" a ninguna formación política.

Marín se ha pronunciado así en declaraciones a los periodistas al ser preguntado por la amenaza de Vox, quien ha exigido a Casado que rectifique para sentarse a negociar los presupuestos de la Junta.

"Tanto unos como otros tenemos un posicionamiento, una ideología, estamos defendiendo un proyecto político, son los ciudadanos los que nos ponen las etiquetas, yo no", ha señalado Marín, quien cree que en Andalucía hay que "encapsular" todas estas cuestiones de ámbito nacional para que "impere el sentido común".

Ha opinado que es una cuestión que tienen que resolver esos dos partidos pero ha recordado que Vox "es un partido que está en el Parlamento legítimamente" representando a todos los andaluces que lo votaron, por lo que la obligación del Gobierno andaluz es hablar con ellos igual que con el PSOE y Adelante Andalucía.

Marín ha abogado por diferenciar unas elecciones nacionales o municipales del ámbito autonómico y ha mostrado su confianza en que cuando terminen estos procesos "las aguas vuelvan a su cauce".

Ha advertido de que no se pueden "mezclar" cuestiones "tan importantes" como la garantía de los servicios públicos y las inversiones "con las declaraciones que en un momento determinado pueda hacer un dirigente político".

Ha considerado que Casado es el único responsable de lo que ha dicho y ha añadido que espera que cuando llegue "el momento de hablar" de las cuentas Vox se siente a hablar, ya que en caso contrario cree que se estaría cometiendo "un gran error".

Sobre los cien días de gobierno que se cumplen este jueves, ha dicho que tras las elecciones hay que "seguir trabajando", con asuntos como los presupuestos y otros que ahora están "encima de la mesa", como la renovación de los órganos de extracción parlamentaria, en lo que cree que van a llegar a un acuerdo, "al menos con la mayoría suficiente".