Con la significativa ausencia de un Vox al que el CIS asigna un diputado por la provincia tinerfeña el próximo 28A, Radio Club Tenerife acogió en la mañana de ayer el primer debate de los 5 cabezas de lista de los partidos que sí han logrado representación en las dos últimas convocatorias. Un intercambio de propuestas, reproches y repaso de lo ocurrido desde 2016 (e incluso antes) marcado por un talante de limpieza y educación (salvo alguna interrupción) y en el que, más allá de la más que previsible y dura censura de CC, PP y Cs al PSOE por los incumplimientos con las Islas en la etapa de Sánchez, evidenció que nacionalistas y socialistas no se distancian tanto si se atiende a la pulsión recentralizadora del Estado que aprecian en el PP y, con matices, en Cs.

Moderado por Miguel Ángel Rodríguez, la larga mesa del estudio de la Ser en Santa Cruz situó a Alberto Rodríguez (Podemos) entre Ana Zurita (PP) y Melisa Rodríguez (CS), aunque sus guiños en busca de un pacto se dirigieron siempre a Héctor Gómez (PSOE), al que tenía en frente y junto a una Ana Oramas (CC). La diputada nacionalista, que como los demás tiró a veces de apuntes, aprovechó esa distribución para tocar o hacer señales en varios momentos a Gómez en busca de su complicidad al criticar algunas afirmaciones de Zurita, sobre todo con los 200 millones añadidos con enmiendas por CC y PSOE al Pacto Contra la Violencia Machista, que el PP niega.

La afinidad entre Oramas y Gómez con el autogobierno para Canarias quedó clara cuando la diputada le preguntó a Zurita si compartía lo dicho por Pablo Casado sobre que no dará nuevas competencias a ninguna comunidad. "¿Significa eso que no se transferirán las nuevas que contempla el Estatuto?", le preguntó. La candidata conservadora, por supuesto, no renegó de su líder y afirmó que, si se atiende a que "Canarias está en la cola de todo, en sanidad, educación, dependencia, vivienda, carreteras..." tiene lógica que Casado "se comprometa a revisar esa forma de gestionar las comunidades porque los resultados están a la vista" y son "pésimos". Eso sí, no se olvidó de Sánchez y le reprochó lo que pasa con el REF y Estatuto, rematando con algo que hará temblar al electorado de derechas: "Va a hacer bueno a Zapatero".

Ante esto, Gómez no se arredró y recalcó que deben ser los ciudadanos de cada región los que evalúen cómo les están gestionando unas competencias que, no obstante, cree que no deben reducirse en nada: "Las comunidades son ya mayores de edad", remarcó. Frente a la acusación de gobernar con "independentistas y batasunos" que le lanzó Zurita, recordó que el presupuesto de 2019 no salió "porque no tenemos pactos con nadie", al tiempo que le afeó al PP que no modernizara la financiación desde 2014. Además, alabó "el avance" que representan el REF y Estatuto, garantizó el compromiso del PSOE con su desarrollo y subrayó la relevancia de que España recupere su papel en Europa "con una agenda económica y de crecimiento clara y cumpliendo todos los ratios".

Oramas, por supuesto, subrayó ese REF, Estatuto y todas las competencias añadidas que suponen, pero lamentó que, "a las primeras de cambio", el PSOE incumpliera esos derechos ("como el 75%, los planes de empleo, las becas para Islas no capitalinas o el Posei adicional") con las cuentas de este año, con lo que cree que de poco ha servido su anclaje y tiene más sentido la voz de CC en Madrid. Es más, recordó que se ha eliminado hasta "el diferencial fiscal, que es algo que tenemos desde hace 400 años y que significa que nuestros impuestos son diferentes, lo que afecta, sobre todo, a las pymes".

Por Cs, Rodríguez lamentó que el "pacto de PP, PSOE y CC" derribase muchas enmiendas suyas y de Podemos al Estatuto, pero puso en valor que, gracias a su partido, se eliminasen los aforamientos, "aunque nos costó sudor y sangre convencer al PSOE". A su juicio, "la prueba de que, con Sánchez, pierde Canarias es que se han olvidado en el presupuesto de que tenemos un REF específico. Si ha tenido tantos despistes en 10 meses, imagínense en 4 años". Eso sí, y en línea con Albert Rivera, recalcó que el gran objetivo de su partido es igualar a los ciudadanos y que no haya diferencias en nada en ninguna región, al tiempo que recalca que son el único partido nacional que lleva una agenda canaria en su programa y que debe cumplirse con todos los convenios.

El más discrepante, sin duda, fue Alberto Rodríguez, quien cree que la forma en que se aprobó el Estatuto, sin participación ciudadana, "fue una falta de respeto a los canarios". A su juicio, "se perdió una oportunidad histórica para garantizar la soberanía energética basada en renovables, para la alimentaria, para mejorar la salud, generar empleo en el sector primario y fortalecer unos servicios públicos que están a la cola". No obstante, aplaude el cambio en el sistema electoral canario y la eliminación de aforamientos "para que Clavijo esté ahora imputado". Eso sí, subraya que hay que darle una vuelta de "180 grados al sistema fiscal y económico de los canarios" (pide auditar la RIC), recordando que existe "un 8% menos de inversión en sanidad, un 12 menos en educación y salarios más bajos en un 17%, que son 280 euros, aparte del mayor aumento del precios de la vivienda en el país y 10 desahucios diarios".

Ya en cuestiones sanitarias y sociales, Podemos criticó que las listas de espera sean en Canarias "de 177 días, mientras en Madrid, de 50", así como que "se siga financiando, con dinero público, el negociete de ciertos empresarios con la sanidad concertada". Asimismo, y como el PSOE, anunció que eliminarán los copagos, recuperarán la financiación precrisis y añadirán la sanidad bucodental.

Zurita también puso el dedo en la llaga de las listas de espera y enfatizó los diagnósticos y la necesidad de recursos económicos y humanos, si bien cree que la clave ha estado en la gestión del PSOE y CC de los últimos años.

Gómez le recordó que, salvo 3 años y medio del PP y 1 y medio el PSOE, "desde 1993 la sanidad la ha llevado CC", echando de menos, sobre todo, planificación y criticando, por ejemplo, "que un paciente espere hasta 10 horas por una ambulancia en el Sur".

Cs también habló de las esperas, pero puso el acento en lo que ocurre en islas no capitalinas. En su opinión, hay que "auditar todo el sistema para saber a dónde se está yendo el dinero porque no llega a los profesionales y pacientes". Además, anunció una tarjeta sanitaria única, que el historial clínico esté digitalizado y se pueda acceder a él en toda región, así como una ley de eutanasia "con garantías y consenso".

Oramas reclamó más financiación y compensar la doble insularidad. Además, sacó la violencia de género y subrayó que no se puede dar un paso atrás en esto, aparte de insistir, como desde hace años, en reforzar las pensiones no contributivas y en denunciar la brecha salarial y la discriminación.

Alberto le tomó el relevo y recalcó que las mujeres ya no pueden llevar el peso de los cuidados de la sociedad, algo que ha de asumir el Estado. Además, apuesta por una red de dependencia y de educación de 0 a 3 para crear 400.000 empleos, subrayando que, ?con cada millón en lo social, se crea de 34 a 36 empleos?.

Zurita puso mucho énfasis en la violencia de género y en lo que cree un estancamiento del pacto con el PSOE y Gómez subrayó que nunca tendrán dudas contra el machismo ni cambiarán la ley, "como sí han hecho en Andalucía".