El cacao no fue descubierto por nuestros antepasados españoles hasta principios del siglo XVI, cuando Cristóbal Colón y su tripulación, anclados en la isla de Guanja frente a las costas de lo que hoy es Honduras, recibieron como presente de los habitantes de esta isla unas pequeñas nueces de forma ovalada y color marrón. Con ellas se elaboraba el “xocolatl”, una bebida de fuerte sabor que producía una gran energía y vitalidad.

Los años han pasado y ahora Canarias tiene una de las marcas más queridas en los hogares de las islas: Tirma. Su origen se remonta a 1941, cuando varias empresas canarias dedicadas a la alimentación existentes desde los años 1920 decidieron fusionarse para formar el grupo Tirma. En un principio estaba dedicada a la torrefacción de café y elaboración de chocolate, aunque posteriormente aumentó su oferta.

"Cuando uno lo sorbe puede viajar toda una jornada sin cansarse", novelaba Hernán Cortés

Al igual que otras marcas como Clipper, Tirma logró una implantación importante en el mercado canario debido a la situación geográfica de la isla, que dificultaba la introducción de otras compañías a mediados del siglo XX. Sin embargo, y a pesar de la entrada de multinacionales al mercado insular en los años 1950 y 60, Tirma mantuvo una situación de liderazgo en ventas e implantación de productos en su mercado regional. La compañía aprovechó para ampliar su gama de productos y trasladarse a sedes de producción mayores. En la actualidad continúa como una de las principales compañías alimentarias de Canarias.

Otra opción de chocolate de calidad en Canarias es la iniciativa de Francisco Canto con Lava Canary Islands®, El Chocolate de Canarias, se creó en 1998 con la ilusión de un visionario que quiso ponerles sabor a las tierras volcánicas de las Islas Canarias.