¿Son privilegiadas las islas que han entrado directamente en los puestos de salida del desconfinamiento como La Gomera, El Hierro y La Graciosa, en Canarias, junto con Formentera, en Baleares? A partir del lunes podrán abrir bares, hoteles o comercios, aunque con estrictos porcentajes de asistencia y medidas extremas de seguridad y distanciamiento, cuyo cumplimiento acatan por responsabilidad y porque la salud es lo primero, pero esa satisfacción de ser los pioneros de la desescalada convive con una enorme inquietud. "De privilegiados nada; abrimos, sí, pero ¿para quién? ¿Para los vecinos? ¿Se mantendrán los ERTE? ¿Qué medidas de seguridad son necesarias? ¿Darán ayudas inmediatas?". Son miles las dudas que les asaltan. Muchos se plantean permanecer cerrados porque pesan más los costes que los beneficios, y todos coinciden en que es necesario que les inyecten liquidez económica; y no hablan de créditos ICO que los asfixiarán aún más, sino de ayudas urgentes de las administraciones públicas así como la prolongación de los despidos temporales. Hay islas como La Graciosa, uno de los territorios de España que no ha sufrido ningún contagio de coronavirus, donde preguntan sobre qué controles sanitarios se aplicarán cuando se reabra la línea marítima con Lanzarote, para evitar que el Covid-19 llegue a este paraíso.

Feliciano López tiene en El Hierro -con 11.154 habitantes- una librería, tienda de informática, otra de animales, dos floristerías, una tienda deportiva, de pesca y una constructora y tuvo la suerte de que la mayoría de estas actividades se salvaron de la quema del cierre por ser servicios de primera necesidad, por lo que desechó los ERTE. En la librería sí se planteó el cierre temporal al no haber colegios abiertos, pero lo llamaron desde el Gobierno canario para informarle que aunque los niños no fueran a clase iban a mandar las tareas por internet y le pidieron que no clausurara el negocio porque un 70% del alumnado carecía de medios para imprimir los deberes. Y así lo hizo.

Pero tiene un cierto arrepentimiento porque fue más el coste que los beneficios, aunque se alegra de ayudar a todos los niños y lo ve como un servicio para la población. El lunes no cree que vaya notar algo especial por estar en la fase 1, y como presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa en la Isla (Apyme) reivindica liquidez para el sector, así como una extensión de los ERTE, lo mismo que Amos Lutzardo, presidente del Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de El Hierro. Tiene un hotel en Frontera, con 12 habitaciones, y si se le permite abrir solo al 50% y , encima, excluyendo zonas comunes no podrá dar ni desayunos. No es rentable. En la isla se nutren del visitante regional, que no llegará hasta junio, si todo va bien, y de los turistas nacionales e internacionales, que a saber cuándo viajarán a Canarias, y tiene claro que de Frontera a La Restinga, que es el recorrido más largo, son tres cuarto de hora. ¿Por qué quedarse a dormir en un hotel? Y otra cosa que no entiende es que puedan ir a Valverde a tomarse algo a una cafetería pero su mujer no pueda ir a ver a su hermana, es decir, a los familiares.

Roberto Sánchez es el propietario de una cafetería y del único local de copas de Valverde, El Chavelazo, con lo que va a tener que abrir en dos fases ambos locales. Antes de la crisis sanitaria ya repartía desayunos a los funcionarios, pero la situación se ha complicado por un crédito anterior y ahora espera por las medidas del Ayuntamiento y el Cabildo para salvar sus negocios.

Lourdes Barrera tiene una boutique en San Sebastián de La Gomera -isla con 22.100 habitantes-. Está "contenta" porque por fin puede abrir la tienda el lunes, aunque trabaja principalmente con el turismo. Es autónoma y ahora únicamente quiere recuperar la actividad. Como no le han dado recomendaciones de cuáles son las medidas de apertura y si se pueden probar las prendas ella va a instalar un humidificador de ozono y planchará la ropa con vapor después de probada, pues le han dicho que eso mata al virus. Elena Reyes es técnico de la Cámara de Comercio en La Gomera y ha recibido un aluvión de llamadas sobre dudas. Los comercios no saben cómo abrir, si pueden compaginar la actividad con los ERTE o si deben poner mamparas. Karina Méndez trabaja en un centro de estética en San Sebastián. La crisis le afectó al cien por cien porque su trabajo es directo con el cliente. Ya le han pedido citas previas y tiene "temor" por carecer de indicaciones precisas de cómo debe llevar la seguridad aunque ella va a dejar tiempo entre cliente y cliente y pedirá que vayan con mascarilla y usen los geles.

En La Graciosa, con 737 habitantes, la concejal que vela por la octava isla, Alicia Páez, dice que sus vecinos están "contentos" por ser pioneros en la aplicación del plan de transición pero "preocupados" por cómo se desarrollará la apertura del puerto de Caleta de Sebo. Chelo Hernández, del bar El Saladero, duda si abrirlo porque si no le prolongan los ERTE de sus empleados no tendrá beneficios.