Consejo de Ministros

El Gobierno señala a Red Eléctrica y a las empresas eléctricas como culpables del gran apagón

La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico apunta a un fallo "anómalo" de sobretensión en una planta fotovoltaica que no se consigue amortiguar el cero energético del 28 de abril

Archivo - La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Sara Aagesen, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 10 de abril de 2025, en Madrid (España).

Archivo - La ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España, Sara Aagesen, en una sesión plenaria en el Congreso de los Diputados, a 10 de abril de 2025, en Madrid (España). / Fernando Sánchez - Europa Press - Archivo

Sara Ledo

Sara Ledo

Madrid

Después de 50 días de espera, la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, reparte las responsabilidades y señala tanto a Red Eléctrica como las compañías eléctricas como las causantes del cero energético del pasado 28 de abril que llevó a la Península Ibérica a estar sin luz durante todo un día.

La vicepresidenta ha presentado este martes, primero ante el Consejo de Seguridad Nacional, y después, ante el Consejo de Ministros, el informe sobre las causas del apagón elaborado por el Comité para el análisis de las circunstancias que concurrieron en la crisis de electricidad. Aagesen ha explicado que el motivo de la desconexión eléctrica que vivió el país se debe a un "fenómeno de sobretensiones" que generó una "reacción en cadena".

El origen se sitúa en una planta fotovoltaica del sureste peninsular, que sufrió un episodio "anómalo" de sobretensión que no se consiguió amortiguar. Y la culpa se reparte entre Red Eléctrica y las empresas eléctricas. El primero porque como operador del sistema habría realizado una programación insuficiente para ese día y las empresas porque tuvieron un funcionamiento anómalo en ese proceso de amortiguar las oscilaciones de tensión.

Falta de planificación

Red Eléctrica, propiedad del Estado español en un 20%, es la encargada de gestionar el sistema eléctrico al equilibrar generación y consumo de electricidad. Y normalmente lo hace de un día para otro, aunque también el mismo día puede hacer variaciones. Pues bien, para el día 28 de abril Red Eléctrica había programado 10 centrales convencionales (ciclos combinados, nucleares o carbón) para que estuvieran disponibles ante cualquier posible episodio de sobretensión de la red, algo habitual en el día a día del sistema eléctrico.

Pero a las 8 de la noche del día anterior, una de esas 10 instalaciones que estaban programadas comunicó a Red Eléctrica que no estaría operativa el día 28 y el operador del sistema decidió no sustituirla por otra. He ahí el primer problema: Red Eléctrica se confía y decide que al día siguiente el sistema eléctrico funcionará con un salvavidas menos de lo que había previsto inicialmente.

Oscilación de tensión

Y la Ley de Murphy quiso que a las 12.03 de ese día se produjese una oscilación de tensión de la red anómala y con una frecuencia mayor de lo habitual en la parte sureste de la Península. Red Eléctrica pone en marcha una serie de medidas (activar el mallado de la red y reducir la interconexión con Francia), que fueron eficaces pero producen un efecto negativo en la tensión del sistema. Y aunque ordena la puesta en marcha de una nueva central de generación, esta no podrá estar disponible hasta una hora y media después, cuando ya se había iniciado el apagón.

Además, las 9 centrales convencionales que Red Eléctrica había programado que debían estar disponibles para controlar la tensión en caso de oscilaciones graves no funcionaron como debían, pese a que eran retribuidas por ello. "Todas y cada una de ellas tenía algún grado de incumplimiento", ha afirmado Aagesen. Y esto dirige parte de la culpa también a las compañías eléctricas, que son las propietarias de esas centrales.

Desconexiones de generación

A este mal funcionamiento de las centrales hay que añadir una serie de "desconexiones" de instalaciones de generación en Granada, Badajoz, Huelva, Sevilla, Cáceres y Badajoz. Estas desconexiones se produjeron para proteger a las instalaciones de esa sobretensión, pero Aagesen ha afirmado que mientras algunas lo hicieron "dentro de los límites autorizados", otras desconexiones "fueron de manera indebida".

Así, comenzó una reacción en cadena en la que cada planta provocaba la desconexión de la siguiente, y se produjo, a las 12.33 el apagón. "Con lo cual, faltaban capacidades de controlar tensión, bien porque no estaban programadas con suficiencia, bien porque los que estaban programados no proporcionaban adecuadamente lo que decía la norma o una combinación de ambas", ha resumido Aagesen, exculpando así a las grandes señaladas desde el 28 de abril, las renovables, y reiterando que el apagón no se produjo porque no hubiera generación suficiente en el parque eléctrico español.

Sin nombres ni responsables

El informe, elaborado a pesar de haber identificado "datos contradictorios, datos incompletos e información que no ha llegado", según Aagesen, no identifica a empresas ni a personas jurídicas concretas a "petición expresa de los actores", aunque en el caso de las centrales de generación convencional las principales compañías (Iberdrola, Endesa, Naturgy) concentran la gran mayoría del parque.

Además, la vicepresidenta ha añadido que no es tarea del Gobierno dirimir responsabilidades, sino que deja ese trabajo a los tribunales y a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC).

Técnicamente, lo ocurrido el día 28 de abril podría volver a ocurrir en cualquier momento. Por eso, tras compartir las conclusiones del análisis, la vicepresidenta tercera ha anunciado un nuevo real decreto ley, que será aprobado en el próximo Consejo de Ministros, para evitar un nuevo episodio de este tipo.

Nuevas medidas

Entre las medidas para evitar un apagón, el informe propone "reforzar la supervisión y verificación de todas las obligaciones por parte de todos los agentes", "acelerar la puesta en marcha de la Comisión Nacional de la Energía (CNE)" o "reforzar los recursos que pueden controlar la tensión".

En el último caso, la vicepresidenta ha hecho referencia al servicio de control de tensión que permitiría a las instalaciones de generación renovable participar para regular la tensión, algo que hasta ahora se limita a la generación convencional. De esta forma, se ampliaría el número de instalaciones que pueden hacer frente a oscilaciones de decenas a cientos y se reduciría el impacto económico de estos servicios en la factura de la luz, según el Gobierno. Esta medida debe ser aprobada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.

También ha mencionado Aagesen la incorporación en la planificación de la red de transporte a tecnologías que permitan el control de tensión de forma más automática, elementos de mejora en el control de tensión de las redes de distribución, una reforma de los servicios de ajuste y medidas para impulsar la demanda, modificando la tramitación del almacenamiento y el impulso de las interconexiones.

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