Rayco Paz: "Los apagones de La Palma nos están hundiendo"

El empresario capitalino asegura que la situación es insostenible y que las pérdidas, después de un mes repleto de cortes eléctricos, son incalculables

Rayco Jesús Paz Rodríguez comprueba una de las máquinas en su negocio de Santa Cruz de La Palma.

Rayco Jesús Paz Rodríguez comprueba una de las máquinas en su negocio de Santa Cruz de La Palma. / E.D.

Jorge Dávila

Jorge Dávila

Santa Cruz de Tenerife

«Estamos hasta la coronilla de los apagones; la situación es insostenible». La frase la firma Rayco Paz, propietario de El Café de don Manuel de la capital palmera, pero en ella se concentra el hartazgo de todos los empresarios por la cadena de apagones que afectan a la Isla. El del martes por la tarde fue el quinto en poco más de un mes y entre los autónomos empieza a calar un sentimiento de indefensión generalizada por una situación que no les pilla por sorpresa. «Sabíamos que esto iba a pasar», incide el emprendedor del negocio cafetero localizado en el número 2 de la calle Anselmo Pérez de Brito. «Nos llevan toreando años y aquí no pasa nada... Ya es tarde, las consecuencias de tanto olvido las sufrimos un día y al siguiente también», critica un comerciante que el próximo mes de agosto cumple 11 años al frente de uno de los locales emblemáticos de Santa Cruz de La Palma.

El martes volvió a cerrar su negocio antes de tiempo. Se marchó a casa, como ocurrió en los anteriores cortes de luz, lleno de dudas y una generosa dosis de pesimismo. Rayco Paz es el dueño de El Café de don Manuel de Santa Cruz de La Palma y al igual que sus colegas lo tiene claro: «Van a acabar con nosotros»

Pasadas las cinco y media de la tarde del martes el guion fue idéntico al de los anteriores apagones. «Te quedas con una cara de tonto, empiezas a recoger y pa’ casa... No vale la pena esperar a ver cuánto tiempo va a tardar en volver la luz... Es triste, pero nos hemos acostumbrado a estas cosas. Son muchos años de dejadez y ahora esos olvidos los pagamos todos», censura el dueño de una cafetería que un día se despertó con la llamada telefónica de un empleado. «¡Rayco, está aquí el presidente!», escuchó. Él pensó que era el presidente del Cabildo, como mucho el del Gobierno de Canarias, pero el mandamás que había pedido un leche y leche en El Café de don Manuel era el presidente Pedro Sánchez, aprovechando una de sus incontables visitas a la Isla Bonita para ver las evoluciones del volcán Tajogaite.

El cafetero de Macron

Rayco, nacido en Barlovento hace 44 años, es un hombre curtido en mil batallas, en una buena ristra de concursos internacionales en los que muchas veces salió vencedor. Su reputación es buena y tiene el honor de haber servido, entre otras personalidades, un café a Enmanuel Macron, el vigesimoquinto presidente de la República Francesa. También fue reclutado para ofrecer sus especialidades [trabaja a diario con más de 40 variedades procedentes de distintas partes del mundo] en un Foro Económico Mundial celebrado en París, es decir, que sabe lo que se trae entre manos. 

Dice que lo primero que hace en cuanto salta de la cama cada mañana es agarrar el móvil para consultar los movimientos de la Bolsa. «Todo el mundo habla del precio de la gasolina o del aceite, pero el del café se ha disparado», contó en una entrevista reciente a un diario del grupo Prensa Ibérica. Él más que nadie sabe lo que supone sufrir un corte del suministro eléctrico. «Igual yo dejo de ganar 300 o 400 euros, pero en mi caso me preocupa mucho más que la avería llegue mientras estamos tostando café, que es algo que ya nos ha pasado... Sin ir más lejos, el martes nos pilló en medio de una sesión de tueste y una de las tostadoras [las suyas son de gas y eléctricas] se paró. Acabamos dando manivela porque si lo dejamos así perdemos el aparato y la factura de los daños superaría los seis mil euros... ¿Eso no te lo paga Endesa?», cuestiona.

El empresario Rayco Paz cree "que esto era previsible porque son muchos los años de dejadez"

Rayco insiste en que los «autónomos estamos agotados. Esto es un sufrimiento, nos están hundiendo», refuerza en una fase de la conversación en la que se pone en lo peor. «Si una de mis máquinas se rompe hacemos la gracia porque ésas no se consiguen aquí, ni en España... La nueva o los recambios tienen que venir de Alemania», pone como ejemplo su caso pero no se olvida de los colegas que se quedan con una mano delante y otra detrás cada vez que se va la luz. «Si no lo sabe se lo digo yo, pero en una cafetería dejas de lavar las tazas 15 minutos y tienes el fregadero hasta arriba. Sin luz no funcionan las cafeteras, las planchas, los limpiaplatos... Tienes que cerrar sí o sí. Te vas a casa repleto de dudas y con la incertidumbre de ver cómo vas a sacar el mes adelante. Si encima te caen de golpe cuatro o cinco averías eléctricas, menuda gracia». Un destrozo que en el caso de los empresarios que manejan cámaras frigoríficas puede ser gigantesco. «Conozco amigos que lo han tenido que dejar».

"Después de una avería no vayas a reclamar porque te cansan y no arreglas nada", asegura

El empresario, que tiene en nómina más de una docena de empleados y varios negocios [dos en SantaCruz de La Palma, uno en Los Llanos de Aridane, uno en El Paso y en Madrid] se estaba planteando reforzar su plan antiapagones cuando empezaron a caer en cascada los cortes del servicio eléctrico. «Está cogido con pinzas y falla un día y al siguiente... En mi caso puedo realizar un estudio para ver si es viable, pero el que tiene menos recursos está abocado al cierre. Van a acabar con nosotros», repite con un tono de voz cansado. «Luego, no vayas a reclamar porque te marean y no arreglas nada hasta que te hartan».

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