Si no has hecho este ajuste la declaración de la renta te puede salir a pagar entre 400 y 900 euros

El motivo está en una modificación del Reglamento del IRPF aprobada en diciembre de 2022 que entró en vigor al comenzar 2023

Confirmado: Hacienda cambia la fecha de la declaración de la Renta

PI STUDIO

Eneko López Rico

Muchos trabajadores que ganan entre 22.000 y 35.200 euros brutos al año están a punto de llevarse un inesperado disgusto con la campaña de la Renta 2024/25. Lo que en su momento pareció una buena noticia —una menor retención del IRPF aplicada desde comienzos de 2023— ha terminado convirtiéndose en una factura pendiente con Hacienda que ahora puede traducirse en devoluciones que oscilan entre los 400 y los 900 euros.

El motivo está en una modificación del Reglamento del IRPF aprobada en diciembre de 2022 que entró en vigor al comenzar 2023. Esta medida redujo el porcentaje de retención en nómina para miles de contribuyentes con rentas medias, lo que en la práctica supuso que durante el año recibieron un salario neto algo más alto. El problema es que esa “subida” mensual no era un regalo, sino un adelanto que ahora se regulariza en la declaración anual.

El perfil del afectado: ingresos medios, con o sin cargas familiares

La situación afecta especialmente a personas con ingresos situados en el umbral inferior (en torno a los 22.000 euros anuales), ya que sus retenciones fueron más bajas. Muchos de estos trabajadores no eran conscientes del cambio y ahora se encuentran con que el resultado de su declaración les obliga a pagar cuando les podría haber salido a devolver.

El “palo” también puede notarse entre quienes están más cerca de los 35.200 euros, aunque el impacto tiende a ser más leve, especialmente si no tienen cargas familiares. En cambio, quienes tienen hijos a su cargo o deducciones por vivienda pueden amortiguar el golpe, aunque no siempre lo suficiente como para evitar un pago adicional.

¿Por qué ha pasado esto?

La intención del Gobierno al reducir las retenciones fue ayudar a las familias a soportar mejor la inflación y la subida general de precios. Sin embargo, no se comunicó de forma clara que ese dinero no era un ahorro, sino un aplazamiento de pago. La Agencia Tributaria ha confirmado que este ajuste afecta a una gran parte de los contribuyentes de rentas medias, un segmento que concentra buena parte de la población trabajadora en España.

El resultado: lo que algunos vieron como una mejora en sus nóminas mensuales, en realidad era un desfase en la tributación que ahora toca compensar. Y es ahí donde llegan las sorpresas: declaraciones que salen a pagar cuando tradicionalmente salían a devolver.

¿Se puede evitar?

Sí. De hecho, es posible solicitar que el empleador aplique un porcentaje de retención más alto de forma voluntaria. Esta práctica, poco conocida, puede prevenir estos sobresaltos fiscales, ya que permite que el IRPF se distribuya de forma más equitativa mes a mes, en lugar de acumularse al final del ejercicio.

También es importante revisar las circunstancias personales a lo largo del año —como el nacimiento de hijos, cambios en el estado civil o adquisiciones de vivienda habitual— para asegurarse de que la retención aplicada sea la adecuada.

Una advertencia para futuras campañas

Lo ocurrido en esta campaña de la Renta es un aviso para navegantes. Si no se corrige o se comunica con mayor claridad, es probable que el mismo problema se repita en años posteriores. La transparencia en los cambios fiscales y la pedagogía tributaria siguen siendo asignaturas pendientes.

Para quienes aún no han presentado la declaración y se encuentren en este tramo de ingresos, es recomendable prepararse: Hacienda no perdona, aunque el dinero lo hayas cobrado tú mismo mes a mes sin saberlo.

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