Un tercio de la planta hotelera isleña se une a la demanda contra Booking
Diez meses después de la millonaria sanción de Competencia contra el gigante neerlandés, los despachos ultiman las acciones judiciales

Sede central de Booking en Ámsterdam. / KOEN VAN WEEL / EFE

Han pasado más de diez meses desde que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidió sancionar a Booking con una multa histórica de 413,24 millones de euros por abuso de posición de dominio durante cinco años. En paralelo, y teniendo en cuenta tanto esta decisión del órgano que vela por los consumidores como la sentencia emitida en septiembre, también del año pasado, por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), los despachos jurídicos preparan dos demandas colectivas que llegarán a los tribunales entre el final de este 2025 y el inicio de 2026.
Más de 200 hoteles ya han optado por reclamar daños a la más importante de las OTA (online travel agency). La empresa de servicios jurídicos Eskariam, especializada en casos como este –cártel de la leche, por ejemplo– ya ha reunido a alrededor de 800 establecimientos alojativos; «entre el 20% y el 25%, canarios», detalla el CEO, David Fernández. El otro frente lo comanda la Asociación Europea de Hoteles (Hotrec), con la Cehat (Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos) que preside el canario Jorge Marichal en territorio español.
Ambos grupos vienen informando durante los últimos meses a los empresarios del sector sobre las líneas que van a seguir para la reclamación. Ambos saben también que el tamaño importa y mucho: cuantos más sean, más probabilidad de éxito habrá; además de que también la operación será más rentable. Solo cobran en caso de ganar el caso.
Cláusulas de paridad
En el origen de este conflicto se encuentran las cláusulas de paridad que debían cumplir todos los establecimientos adheridos a Booking. Esto es, ninguno podía vender por debajo del precio ofertado a través de la tecnológica; si acaso, en otros canales de venta podía haber el mismo, nunca menos.
Esta práctica despertó la atención de varios organismos de defensa de la competencia. La conclusión a la que llegaron es que en no pocos casos el 80% de la facturación se canalizaba a través de la tecnológica neerlandesa, un grado de concentración que superaba lo recomendable. Italia, Suecia y Alemania dieron el alto y Booking decidió dejar de aplicar esas cláusulas de paridad en 2015. Francia las prohibió por decisión directa de su presidente, Emmanuel Macron.
En España, sin embargo, no ocurrió así, pero sí hubo un cambio. Llegaron las cláusulas de paridad estrechas, que ya solo impedían al propio hotel vender por debajo del precio ofertado en Booking. Es decir, no podía dar un precio mejor en el mostrador de recepción ni en su página web, por ejemplo; pero sí era posible encontrarlo en otras OTA o agencia de viajes, por ejemplo.
Especificidades
Esa y la sanción de la CNMC son dos de las grandes especificidades habidas en el desarrollo del caso que llevan a Eskariam a plantear una demanda colectiva exclusivamente española. Las cláusulas de paridad estrechas dejaron de aplicarse en junio de 2024. En ese mes, justo antes de la sanción de Competencia, la Comisión Europea (CE) dio a Booking la condición de gatekeeper. Traducido, es tal el tamaño de su negocio que Bruselas la obliga a detallar todos sus movimientos para tener garantías de que la competencia no se ve dañada.
Volviendo al final de las cláusulas en 2015. En Alemania, un grupo de 2.600 hoteles decidieron unirse para denunciar por todo lo sucedido en los años anteriores. Obtuvieron la razón de los órganos que velan por la competencia en ese país e instaron a la tecnológica neerlandesa a negociar antes de interponer una demanda.
La Justicia de Países Bajos fue la que decidió elevar una cuestión prejudicial al TJUE
Booking accedió a sentarse, pero mientras se llegaba a un acuerdo y haciendo valer su origen llevó el caso ante la Justicia holandesa para que esta determinara si las cláusulas de paridad son o no ilegales; en la multinacional continúan defendiendo a día de hoy que no lo son. Esa conocida como demanda torpedo –torpedea la negociación buscando una vía paralela que la haga innecesaria– no dio el resultado esperado.
El tribunal de Países Bajos decidió elevar una cuestión prejudicial al TJUE. Colocó la pelota en el tejado de Luxemburgo y el órgano europeo de Justicia concluyó en septiembre del año pasado que, tal y como se sospechaba, las cláusulas de paridad pueden atentar contra la libre competencia.
Booking se defiende
Booking defiende que el fallo no las declara anticompetitivas, por lo que no ha lugar a indemnizaciones. Además, desde su cuartel general de Ámsterdam aseguran que van a demostrar en los tribunales que las cláusulas no tienen efectos nocivos para la competencia.
Lo cierto es que desde que se conoció la sentencia del TJUE las puertas para las demandas se abrieron de par en par. La multinacional de Países Bajos sabe que se enfrenta a la posibilidad de tener que afrontar un desembolso milmillonario. Un hotel con un ingreso medio anual de cinco millones de euros que operó durante diez años con las cláusulas de paridad podría obtener en torno a unos 750.000 euros más los intereses devengados.
Booking sostiene que el TJUE no ha declarado como anticompetitivas las cláusulas de paridad que aplicó
En ese cálculo del daño basa el inicio de su estrategia Eskariam, que ha contado para ello con Compass Lexecon. La conclusión de la consultora económica internacional es que el daño se sitúa en el entorno del 2% de los ingresos obtenidos por el hotel durante los años en que se relacionó con Booking.
En lo jurídico, el periodo de reclamación es de 20 años, desde 2004 hasta julio de 2024. Eskariam se ha aliado con el despacho Geradin Partners, especializado en derecho de la competencia, para compartir sinergias entre los procesos de Francia y España. En las Islas, la firma legal Aramburu Montero se ha unido con todos sus clientes del sector alojativo que han decidido reclamar.
Un hotel que ingresa cinco millones al año y estuvo afectado durante diez puede reclamar unos 750.000 euros
La de Cehat la dirigirá CCS Abogados en colaboración con el bufete alemán SGP Schneider Geiwitz. El secretario general de la organización, Ramón Estalella, ha explicado que quienes reclamen podrán elegir entre sumarse a una denuncia en Países Bajos –se prevé más largo– o hacerlo en España.
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