César Gimeno, director general del Consorcio de Residuos de Guipúzcoa: "Contamina mucho más un vertedero que una incineradora, pero nadie lo dice"
«Toda combustión emite gases, pero lo hace bastante más una barbacoa que la valorización»

César Gimeno, en el Gabinete Literario de la capital grancanaria. / ANDRÉS CRUZ

Las VI Jornadas Canarias de Economía Circular que organiza Óscar Bermejo han traído a la capital a uno de los grandes expertos en tratamiento de residuos
Presume de que Guipúzcoa es la provincia con los valores más altos en recogida selectiva. ¿De dónde partió y cómo llega aquí?
Venimos de un contexto problemático similar al de Gran Canaria, cuyos dos vertederos me han comentado que suman 300.000 toneladas al año de residuos. Eso no es sostenible. Nosotros teníamos 150.000 toneladas hace doce años, ya mejor de la que hoy tiene Gran Canaria. Sin embargo, en aquel momento la capacidad de nuestros vertederos se estaba agotando; de cuatro, tan solo uno no estaba colmatado.
¿Falta concienciación sobre el tamaño del problema?
No empezaría por ahí, porque la intención puede ser máxima. Yo pienso que la inmensa mayoría de la población está concienciada sobre la protección del medio ambiente, pero para que eso cristalice en un resultado positivo hay que facilitar a los ciudadanos la separación de los residuos. Y hacerlo, además, de un modo que garantice la máxima eficiencia.
¿Cómo se facilita?
Hemos establecido cinco contenedores –vidrio, papel y cartón; envases, orgánico y resto– distribuidos por toda la provincia atendiendo siempre al criterio de la menor distancia a las viviendas.
¿Con qué resultado?
Un 60% de los residuos generados integran la recogida selectiva. En vidrio estamos incluso por encima del 85%; en envases, un 74%, y en papel cartón, un 75%. La mayor dificultad ahora mismo está en los residuos orgánicos, pero ya hemos logrado llegar al 60% de los que se generan en todos los hogares guipuzcoanos.
El de orgánico no está extendido aquí aún.
También me han comentado que es uno de los problemas que hay aquí. Es fundamental. Funciona con una tarjeta que se entrega a los ciudadanos que voluntariamente deciden sumarse a la iniciativa. El chip que tiene permite la apertura del contenedor y registra quién y cuándo lo utiliza.
Logran separar el 60%. ¿Qué hacen con el resto y de qué cantidad estamos hablando?
Son 140.000 toneladas anuales y solo teníamos dos opciones. La primera era abrir nuevos vertederos, porque los que había ya los teníamos llenos; pero los guipuzcoanos no querían, por lo que significa de ocupación y contaminación del subsuelo, olores, elementos perjudiciales emitidos al aire... Además, esa estrategia se aleja de la que dicta Europa. Así que optamos por valorización energética.
Por la incineración, que tampoco tiene buena prensa.
Valorización energética es una incineradora con producción de energía. Hemos construido, y desde 2021 está operativa, la última y más moderna planta de España. La basura es combustible y con el calor que aporta producimos electricidad. Lo que era un problema lo hemos convertido en un recurso en un territorio que tiene que importar prácticamente el 90%, de la electricidad que necesita. En todo el país, e incluyo en esto a Canarias, la necesidad de electricidad es cada vez mayor. Además, servimos calor a las industrias que están situadas en el polígono cercano. Aquí no, pero en los países del norte de Europa, las incineradoras de basura se utilizan para alimentar la calefacción de las casas.
"Tenemos una planta en construcción que permitirá aprovechar las cenizas"
¿Cómo han evolucionado las incineradoras desde las primeras que generan amplio rechazo?
Parece un tabú. Es muy fácil confundir y meter miedo a la población cuando utilizas la palabra incineradora, pero hay 500 plantas funcionando en toda Europa, alguna dentro de ciudades y desde hace muchos años, prácticamente desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial. La de Viena, que además es una joya arquitectónica, tiene justo enfrente la Facultad de Medio Ambiente.
Digamos que ese es el argumento histórico. ¿Cuál es el que aporta la tecnología?
En estos momentos las técnicas de depuración de gases, que es lo que da miedo, están tan perfeccionadas que permiten asegurar una limpieza de las emisiones mucho mayor que la de otras industrias. Es más, también nosotros hemos afrontado durante 20 años el rechazo de los que decían que una incineradora es un foco de toxicidad. Por eso decidimos, desde dos años antes de iniciar las operaciones, colocar cuatro cabinas para controlar la calidad del aire en las cuatro poblaciones más cercanas. La conclusión obtenida es que, con mucha diferencia, la principal fuente de contaminación es el tráfico de los vehículos.
¿Olores?
Tampoco. Existe una normativa ambiental en toda Europa y estamos obligados a cumplirla. Nos dice cuáles son los límites máximos de emisiones, de olores, de ruido..., todos los aspectos que pudieran perjudicar o molestar, y nosotros los cumplimos; la tecnología nos lo permite.
¿Cero contaminación?
No, eso es imposible. Cualquier combustión contamina, pero lo hacen bastante más en dioxinas y furanos una barbacoa o unos fuegos artificiales que una incineradora de residuos moderna.
¿Y que un vertedero?
Eso es lo más contaminante, pero sorprendentemente nadie lo dice. Produce entre tres y cuatro veces más gases de efecto invernadero, porque a pesar de que la mayoría de los que están funcionando tienen recogida de gases, siempre hay pérdidas de metano, que genera entre 20 y 25 veces efecto invernadero que el dióxido de carbono (CO2) que se produce al quemar en una incineradora. Con el agravante de que no te enteras de las emisiones ni de los daños al subsuelo, que se pueden seguir produciendo durante decenas de años después de que se clausure. En una incineradora, basta con controlar la chimenea. La nuestra tiene unos medidores que trabajan de manera continua dentro de la chimenea para conocer en tiempo real cuál es la situación. Si se supera algún límite, la planta se para.
Europa obliga a que en 2035 solo el 10% de los residuos vaya a los vertederos. ¿Es posible?
Sin construir incineradoras en toda España, no. Ya le digo que somos los que más reciclamos en España con gran diferencia y aun así tenemos 140.000 toneladas.
Se lo pregunto porque se habla de cerrar la polémica incineradora de Valdemingómez en Madrid. Se da una fecha y se anuncia que se adelantará su clausura si se alcanza antes el 10%.
No van a llegar al 10% sin incineradora, es imposible. En Madrid son conscientes de que tienen que construir varias, como también lo son de que tienen que reciclar y separar mucho más.
Aparte de los gases, ¿qué otros residuos deja la incineración?
Escorias en su mayor parte y hemos construido una planta para madurarlas, inertizarlas y destinarlas a la fabricación de cemento y para obras públicas. Para las cenizas, tenemos una planta en construcción que permitirá aprovecharlas. Vamos al vertido cero.
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