Entrevista | Luis Arráez Director del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA)

Luis Arraéz, director del Instituto Canario de Calidad Alimentaria: «No tenemos la producción que deseamos, pero sí la calidad»

"Si el tomate canario consigue un sello, puede ser un impulso para que se posicione en el mercado", defiende el responsable del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria

Director de ICCA, Luis Arráez.

Director de ICCA, Luis Arráez. / Andrés Gutiérrez Taberne

Andrea Saavedra

Andrea Saavedra

Las Palmas de Gran Canaria

Luis Arráez lleva casi dos años al frente del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA) y defiende ‘a capa y espada’ la calidad de los productos canarios y la gastronomía de las Islas. Asegura que muchos tienen fama internacional e insiste en darle importancia a la exportación.

Este verano hace dos años que está al frente del ICCA. ¿Qué valoración hace de este periodo?

Se me ha dado la oportunidad de ir conociendo un sector que, desde fuera, parece que tiene poca importancia. Pero una vez estás dentro, te das cuenta de que es todo lo contrario. Tiene muchísima importancia. Y puedo corroborar que, aunque la producción no sea toda la que deseamos, la calidad sí destaca. La gran calidad de la producción del sector primario de Canarias. Algunos productos incluso cuentan con calidad diferenciada y reconocida dentro y fuera del Archipiélago y nos damos cuenta de que Canarias despierta mucho interés, no solo entre la ciudadanía en general, sino interés entre los profesionales.

El aguacate canario acaba de obtener el sello de calidad europeo de Indicación Geográfica Protegida (IGP). ¿Qué supone este reconocimiento?

Es una gran alegría después de tres años de trabajo con el sector. Además, es el primer aguacate en recibir este sello de Europa. Y eso va a garantizar, tanto al comerciante como al consumidor, que está delante de un producto que tiene una calidad garantizada porque cumple una serie de requisitos muy exigentes. Con este sello se consigue que los productores se fuercen todavía más para tener un producto que cumpla con esos requisitos y que los comerciales los busquen y les puedan pagar más, porque, lógicamente, vas a tener un producto que va a competir con otros que no tienen esa calidad certificada. Y luego te va a permitir luchar contra el fraude. Hay mucho en el sector primario y las sanciones por este tipo de cuestiones son altísimas.

¿De cuánto hablamos?

Las sanciones económicas por utilizar nombres que están amparados bajo un sello de calidad van desde los 150.000 a los tres millones de euros. El sello también te ayuda en la promoción y en la comercialización, sobre todo cuando buscas mercados externos.

El ICCA ha recibido la petición de Fedex para iniciar la tramitación del distintivo europeo de calidad para el tomate canario. Ya hubo un primer impulso hace diez años. ¿Por qué no se logró entonces?

En aquel momento, en 2015, no sé si el pliego no se trabajó bien o el sector no estaba tan decidido como ahora. Lo que está claro es que ahora, coincidiendo con el 140 aniversario de la exportación de tomate de Canarias, se ha decidido retomar este tema. Es un sector que, a pesar de que ha bajado mucho, se ha mantenido en los últimos años. El sello de calidad podría servir, no solamente para que se mantenga, sino como un nuevo impulso. Podría suponer un espaldarazo tremendo para poder seguir creciendo y, sobre todo, para que de nuevo el tomate canario se posicione y pueda competir en mejores condiciones porque hay una competencia terrible.

Hablaba antes del fraude. ¿Se trata de casos puntuales o se da más de lo que parece?

Hemos detectado, y se han sancionado, casos de venta de tomate que no es de Canarias, pero que se vende como tomate de Canarias. Y en el caso del aguacate, que está prohibida su entrada, pues ahí más bien actúa Sanidad Exterior, que es quien tiene la competencia. Nosotros, si lo detectamos, también lo sancionamos. Pero es difícil de detectar. Sabemos que entra producto porque la demanda es alta y la producción no alcanza para cubrirla. Los servicios de inspección están continuamente intentando evitar la entrada. Y sobre todo intentando evitar el fraude que se da en muchos casos engañando al consumidor con procedencias que no son.

¿Hay personal suficiente para controlar estos casos?

Siempre hay falta personal. En la mayoría de las administraciones. Sobre todo para poder hacer más de lo que hacemos. Pero, aunque tengamos poco personal, es verdad que tenemos la suerte de que el personal se implica muchísimo. Hay muchos controles que los hemos delegado en empresas certificadoras que están acreditadas a nivel nacional. Y nosotros supervisamos.

¿Cuál es el producto canario con mayor proyección internacional?

No creo que ningún producto pueda desbancar al plátano. Creo, incluso, que tiene un gran potencial para intentar ir más allá de las fronteras de España. Debería seguir trabajando para llegar con más producción, mayor exportación. El plátano creo que va a seguir siendo él estrella, pero hay otros, como la papaya que tienen un gran potencial. Y el aguacate, con el nuevo sello, también. El vino desde hace años está siendo un producto estrella muy valorado, cada vez son más reconocidos a nivel internacional. Ya hay bodegas mirando a Japón y a otros países de Oriente. Los quesos también podrían tener una proyección internacional brutal, pero nos falta producción.

Pasa con muchos productos isleños. Está la calidad, pero falta la cantidad...

Sí, no hay suficiente producción. Y cuando la hay, siempre tenemos el problema de estar alejados del continente europeo. La lejanía, la fragmentación. El hecho insular también impide que podamos tener producciones a otra escala. Yo seguiría apostando por todo lo que sería la producción ecológica, pero bueno, es complicado. Tenemos poca soberanía alimentaria, pero aunque no tengamos productos para nuestro consumo interno, aun así, siempre considero que es muy importante exportar una parte de lo que producimos. Nos hace ganar prestigio, posicionarnos a nivel internacional y puede ser un motivo para que muchos productores se animen y empiecen a crecer más.

¿Qué impacto puede tener la guerra arancelaria en el sector?

El impacto lógicamente sería muy negativo para determinados productos que estamos exportando, especialmente en Estados Unidos. Es verdad que hay otros productos, que la cantidad no es significativa. El vino es al que más puede perjudicar. Por eso ya se está trabajando en acciones comerciales en otros países como Japón, intentando llegar a mercados diferentes.

¿Cree que la población canaria es consciente de la calidad que tiene en casa?

Cada vez más. Sobre todo en los últimos cuatro o cinco años. La gente se está dando cuenta, quizás también a raíz de la pandemia, de que es muy importante tener un sector primario. Y se han dado cuenta de la calidad. Todas las administraciones están intensificando más los eventos relacionados con el consumo local. Aunque es verdad que desgraciadamente muchas veces cuando vamos al supermercado miramos los precios. Nos olvidamos de que nuestros productos no tienen precio, tienen valor. Y que tenemos que hacer un esfuerzo.

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