Iñigo J. Núñez: «La huella de CO2 determina la competitividad de Europa»

Iñigo J. Núñez Quintana

Iñigo J. Núñez Quintana / ED

El Día

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Las Palmas de Gran Canaria

¿Por qué es importante para Europa la descarbonización de la economía?

Desde mi punto de vista, hay dos motivos. El primero es climático y global: el efecto que tienen las emisiones de CO2 en el aumento de las temperaturas y del nivel del mar, así como el recrudecimiento de eventos naturales extremos, que ya estamos sufriendo y que afectarán, cada día más, nuestra forma de vivir en la Tierra. El segundo motivo es económico, local y vital para Europa, ya que afecta nuestra capacidad de competir tanto en los mercados interiores como en los exteriores.

Cuesta ver la relación entre la “competitividad de Europa” y la “descarbonización”. Hay muchos países que no están en la senda de la descarbonización y son competitivos. ¿Cómo se conectan estos dos conceptos en el caso europeo?

Lo primero que tenemos que entender es que Europa es una región que depende de terceros países para acceder tanto a las materias primas como a los combustibles que generan la energía que necesitamos para producir y vivir. Es decir, no controlamos ni el acceso ni el precio de adquisición. Por lo tanto, al estar en manos de nuestros competidores, nuestro desarrollo económico (nuestra capacidad de competir) es limitada. Así, los países de los que dependemos pueden no estar en la senda de la descarbonización y seguir siendo más competitivos.

¿Qué alternativa tiene Europa para poder competir?

Ante esta situación, la alternativa de Europa ha sido plantear como estrategia competitiva (para mantener su desarrollo económico, social y medioambiental) un modelo económico circular. Este modelo, mediante la reducción del consumo de materias primas, la reutilización, el reacondicionamiento y el reciclaje de los enseres, busca disminuir significativamente la dependencia en el acceso a las materias primas. Además, persigue la soberanía alimentaria y energética a través del desarrollo de energías renovables y la valorización de los residuos. También promueve, impulsa e incentiva la reindustrialización de la UE, la autosuficiencia hídrica y la optimización y mejora de los procesos productivos mediante la digitalización, todo ello bajo la premisa de la eficiencia energética.

Entonces ¿Descarbonización y productividad van de la mano en la economía circular?

La carbonización del planeta es un resultado directo de la actividad humana. Cuanto más eficiente sea esta actividad, más productiva, menores serán las emisiones de CO2. Por lo tanto, la reducción paulatina de las emisiones de CO2 en la UE, con el objetivo de alcanzar la neutralidad, significará que habremos logrado no depender de terceros países para acceder a las materias primas, asegurar la soberanía energética y producir en Europa productos y servicios eficaces y eficientes. En definitiva, ser competitivos.

¿Y desde Canarias qué podemos hacer?

Remar a favor de obra y seguir trabajando para que crear las condiciones que nos permitan enfrentar los desafíos que representan, para nuestra competitividad y el desarrollo de industrias de economía circular, nuestra condición de región ultraperiférica y, en segundo lugar, la fragmentación de nuestro territorio.

¿Cuál es la principal dificultad para logra el desarrollode la industria de economía circular en Canarias?

La principal dificultad que enfrentamos es nuestra fragmentación territorial y la distancia con el continente. Es importante entender que, para que estas industrias puedan ser viables en Canarias, es fundamental concentrar toda la cantidad de recursos que se generan en nuestro archipiélago. Aunque parezca sorprendente, esto resulta muy complicado desde el punto de vista logístico, ya que los costos marítimos entre las islas son muy altos en comparación con los costos entre islas no capitalinas y la península, llegando a multiplicar por diez el precio por milla náutica en algunos casos. La razón es sencilla: las navieras, al devolver sus contenedores vacíos desde las islas, ofrecen tarifas muy económicas para llenar sus barcos, lo que dificulta que las industrias canarias puedan competir con las de la península. Además, la distancia con el continente también encarece mucho la inversión inicial y los insumos necesarios para estas industrias.

¿Es el Régimen fiscal y económico de Canarias (REF) una de las herramientas que nos ayudan a enfrentarnos a esos desafíos?

Sin lugar a duda. El REF tiene como finalidad compensar la lejanía, la insularidad y las limitaciones estructurales de nuestro Archipiélago. Para el caso específico del desarrollo de la industria de economía circular, así esta reflejado en el artículo 14 del mismo.

¿De qué forma?

El articulo 14 del REF aborda la gestión, valorización, reciclaje y descontaminación de residuos en el archipiélago. Se destacan dos principios importantes: por un lado, el principio de continuidad territorial, que tiene una base económica y establece que los productores deben financiar el traslado de los residuos —o mejor dicho, recursos— entre las islas para su correcto tratamiento en las plantas ubicadas en Canarias. Por otro lado, se presenta el principio de proximidad territorial, de carácter medioambiental, que prioriza el tratamiento de los residuos en el lugar más cercano a su origen, con el fin de reducir los riesgos ambientales asociados. Si logramos que estos principios se cumplan con este reglamento, conseguiríamos esa masa crítica que es fundamental para garantizar la viabilidad de las industrias. Y con eso, ¡el desarrollo de la industria de Economía Circular estaría mucho más cerca!

¿Debemos ser optimistas?

¡Siempre! El optimismo, no significa obviar la realidad. Es un motor que nos sirve para avanzar, buscar soluciones, nuevos caminos, nuevas oportunidades. El pesimismo solo sirve para estancarnos. Es una excusa para la inacción.

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