Las quejas contra el turismo resienten las compras de casas por extranjeros en Canarias

La compraventa de viviendas por parte de ciudadanos extranjeros se resiente en Canarias. Este tipo de operaciones encadenan dos años a la baja después de haber experimentado un boom tras la pandemia. En 2024, un 27,2% de las adquisiciones de inmuebles en el Archipiélago fue realizada por compradores que no habían nacido en España. Es decir, que de las 25.258 transacciones que se formalizaron, 6.870 estuvieron protagonizadas por foráneos. De acuerdo con los datos del Colegio de Registradores, suponen un descenso del 1,3% respecto a las del año anterior, que se une la ligera caída de 2023, en un contexto en el que suben en el resto del país.

Los motivos hay que buscarlos, por un lado, en la falta de oferta existente, que impide a los extranjeros encontrar propiedades que les interesen. Y por otro, en la imagen que manifestaciones contra los efectos del turismo están proyectando de las Islas en el exterior y que no favorecen que quieran comprar en Canarias.

El interés de ciudadanos internacionales por convertirse en propietarios de una casa en las Islas ha pasado en los últimos años de ser visto como una oportunidad para facilitar la inversión en Canarias, a un inconveniente, sobre todo, a medida que se han acrecentado las dificultades de los residentes para hacerse con las llaves de su propia vivienda. Tanto es así, que la posibilidad de limitar las compras por parte de extranjeros se ha puesto sobre la mesa. No solo a nivel regional, –donde el Gobierno de Canarias explora resquicios legales para llevarlo a cabo–, sino también nacional. El presidente, Pedro Sánchez, ya ha anunciado que pretende limitar las compraventas por parte de extracomunitarios incrementando el gravamen fiscal que deben pagar al comprar una casa. Sin embargo, el mercado parece estar contrayéndose por si solo. 

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