Pesca

Dos hermanos de Morro Jable inauguran la zafra de atún rojo en Canarias

Iván y Lucas Trujillo pescan en Fuerteventura las dos primeras piezas en Canarias dos meses después de que arrancara la campaña 

El primer atún rojo pescado en Canarias en esta campaña cuelga de una embarcación en Morro Jable.

El primer atún rojo pescado en Canarias en esta campaña cuelga de una embarcación en Morro Jable. / Raquel Acosta

Andrea Saavedra

Andrea Saavedra

Las Palmas de Gran Canaria

Llegaron los atunes rojos a Canarias dos meses después del inicio de la campaña. Se hicieron de rogar, pero tal y como auguraban los pescadores, aparecieron nada más comenzar la segunda quincena de marzo y a las puertas de la primavera. Este año abrieron la lata dos hermanos de Fuerteventura, Iván y Lucas Trujillo, que pertenecen a la cofradía de pescadores del Morro Jable. Y lo hicieron a bordo del Inmaculada Concepción y por todo lo alto, capturando dos ejemplares de 322 y 227 kilos a ocho millas (14 kilómetros) de la Isla. «Hemos tenido suerte porque éramos los únicos que estábamos saliendo estos días», explicó ayer Lucas tras la captura, en la que también participó otro pescador de la isla, Mario Déniz.

Los tres posaron ayer junto a los ejemplares, los primeros vistos en aguas canarias desde que arrancara la campaña el pasado 20 de abril. Una fecha que este año se adelantó nueve días con el objetivo de la flota isleña –250 buques– tuviera más días de pesca. Pero de nada sirvió, la caprichosa especie no quiso aparecer hasta ahora. «Esta pesca es así, hay días que no ves nada de nada y otro en el que aparecen todos de golpe», afirma Lucas, quien reconoce que hay jornadas que duran más de 12 horas. «Se sabe cuando se sale, pero nunca se sabe cuando se vuelve», añade.

Dos embarcaciones

Los hermanos Trujillo pescaron las dos piezas con dos embarcaciones distintas, con la idea de repartir las toneladas que corresponden a cada embarcación. La campaña dura hasta diciembre, pero se divide en dos etapas. En la primera, que llega hasta el 30 de mayo, las capturas se asignan con un límite máximo por embarcación en función de la eslora. La familia Trujillo todavía tienen margen, ya que sus límites están establecidos en 1.500 y 1.540 toneladas. «No hay celebración especial, mañana toca volver al curro a seguir buscando atunes», aclara Lucas.

Una vez finaliza esta primera etapa comienza la segunda que dura del 4 de junio al 31 de diciembre y en la que se permite a los buques realizar pesca olímpica. Lo que se traduce en que las embarcaciones que ya hayan llegado a su límite podrán seguir pescando si quedan toneladas disponibles dentro de lo que le corresponde al caladero canario. Una cifra que ya fijó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación en 537,69 toneladas totales, las mismas que el año pasado.

El presidente de la Federación Regional de Cofradías de Pescadores de Canarias, David Pavón, explicó hace solo unos días que a pesar de la tardanza en la llegada de los atunes, los marineros isleños «están tranquilos» porque saben que la especie goza de «buena salud». Los primeros ejemplares han aparecido en Fuerteventura, pero eso no significa que los siguientes se capturen en la misma zona. «Son imprevisibles, no hay manera de averiguar por dónde van a aparecer, se reproducen en el Mediterráneo y se mueven por todo el Atlántico», explica Pavón, quien reconoce que lo mejor es que las capturas no se concentren en los mismos días para conseguir precios más competitivos.

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