Temor en la industria tabaquera de Canarias a restricciones ‘letales’

Los empresarios exigen diálogo para evitar medidas que atenten contra los incrementos de la productividad y competitividad que demanda la UE

Un joven fuma en la terraza de un bar.

Un joven fuma en la terraza de un bar. / ELISENDA PONS

Julio Gutiérrez

Julio Gutiérrez

Las Palmas de Gran Canaria

La inquietud recorre las estructuras de la industria tabaquera de Canarias desde que el Gobierno ultraderechista de Países Bajos remitió, la semana pasada, un documento a la Comisión Europea (CE) para que sirva de base a la aprobación de un escenario que aumenta la presión fiscal sobre la actividad. Las directrices que contiene «no se corresponden con los objetivos que persigue Bruselas», afirma la presidenta de la Asociación Canaria de Industriales Tabaqueros (ACIT), Dácil Barreto. 

Los últimos estudios elaborados sobre el sector en la comunidad autónoma cifran en 5.000 los empleos directos, indirectos e inducidos que sostiene el sector.Entre esas metas, Barreto cita «la mejora de la competitividad» y poco puede contribuir a dicho incremento una «sobrerregulación», que es lo que se va a producir en opinión de la secretaria general de la Asociación Industrial de Canarias (Asinca), Laura Dapresa.

Los industriales tabaqueros canarios temen que se produzca una sobrerregulación

Esta organización ha pedido respeto para la industria tabaquera canaria tanto al Gobierno central como a la Unión Europea (UE). Dácil Barreto explica que poco puede extraerse de una idea que se lanza sin contar antes con nadie que tenga el conocimiento suficiente.

«Claro que estamos comprometidos con la protección de los menores, por supuesto», resalta la presidenta de la ACIT para dejar claro que esta industria entiende que su actividad debe estar regulada. Sin embargo, hay muchas otras cuestiones que solo podrán mejorarse «mediante un trabajo colaborativo», un diálogo, que permita no apartarse del mandato europeo de mejorar la competitividad.

Empaquetado genérico

Las exigencias se han acelerado en los últimos años. Una de ellas, la del empaquetado genérico por la que abogaba sin fisuras el Ministerio de Sanidad se paralizó; «de momento», matiza Dácil Barreto. En Francia se implantó y no dio el fruto previsto y, sin embargo, generó un rápido incremento de los delitos por contrabando.

El pasado año todos los grupos del arco parlamentario canario refrendaron una proposición no de ley advirtiendo del daño que esta modalidad de empaquetado les causa a ellos y a otras industrias, «como la de las artes gráficas», explica la representante empresarial.

En Canarias existe un fuerte arraigo de la actividad tabaquera

En Canarias existe un fuerte arraigo de la actividad tabaquera. En 1997, la Cámara autonómica la reconoció como estratégica. En la actualidad operan en el Archipiélago seis plantas de fabricación con la maquinaria más puntera, «y hay muchas empresas familiares de pequeño tamaño», señala Barreto. Sobre todo de elaboración de puros, que se concentran en La Palma.

 Esta isla, Gran Canaria y Tenerife concentran toda la actividad en las Islas El objetivo común es aumentar la competitividad y productividad. Implantar «medidas desproporcionadas», expone la presidenta de la ACIT, lo pone muy difícil.

Retener talento

La pérdida del conocimiento atesorado por la actividad tabaquera es uno de los grandes riesgos a los que se enfrenta. Regulación, sí, «pero no medidas que vengan en busca de un objetivo que no se consigue cubrir» y, además, generan «daños». Esta es la descripción que hace Dácil Barreto de los peligros que amenazan al sector. Y uno de los más graves es el frenazo al conocimiento en un sector que necesita de la innovación para competir. La implementación de tecnología se deriva de la acción de un «talento que esta industria permite retener», subraya la presidenta de la ACIT.

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