La renovación de los convenios de hostelería dividen a sindicatos y patronal

Una pinza de grandes cadenas hoteleras y CCOO trata de empujar hacia un gran marco laboral regional que acabe con la disparidad salarial 

Una camarera de piso durante su jornada laboral en un establecimiento hotelero de Canarias.

Una camarera de piso durante su jornada laboral en un establecimiento hotelero de Canarias. / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

Cuando queda escasamente un año para la renovación de los convenios de hostelería provinciales en Canarias –diez meses en el caso del de Las Palmas y 17 en el de Santa Cruz de Tenerife las grandes cadenas hoteleras mueven sus fichas y plantean la creación de una nueva patronal inicialmente en la provincia tinerfeña. Una nueva organización en la que estarían integradas hasta siete grandes compañías con presencia en el Archipiélago -Iberostar, Meliá, Riu, H10, Barceló, Piñero y Hyatt- que acapararían casi un 20% del negocio hotelero en Canarias. Una nueva organización empresarial que no solo restaría representatividad a la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), hasta ahora único interlocutor con los sindicatos, sino que contaría con la fuerza que le otorgarían sus 50.000 camas. ¿Su objetivo? Defender sus intereses en las mesas de negociación, al considerar que hasta ahora no están siendo escuchados.

En el telón de fondo de este cisma patronal está la renovación de los convenios de hostelería de ambas provincias, que expiran en 2026. Desde hace meses, y aunque ambos acuerdos han incluido mejoras salariales en los últimos años, los sindicatos las consideran insuficientes y están elevando las presiones para mejorar sustancialmente sus condiciones. Todo esto, en un momento en el que el turismo vive una de sus mejores épocas en Canarias, con la llegada de visitantes en máximos históricos y facturaciones récord. Los representantes de los trabajadores exigen que una parte de esos ingresos llegue a las plantillas y para ello han convocado movilizaciones, como la que se realizó el pasado 27 de diciembre en las principales zonas turísticas de las Islas. Ahora, Comisiones Obreras (CCOO) –que se levantó de la mesa de unidad sindical constituida por todas las organizaciones con representación en el sector– también ha presentado un preaviso de huelga el Jueves y el Viernes Santo, con los hoteles llenos hasta la bandera de huéspedes en uno de los periodos vacacionales más importantes del año. 

Este mismo sindicato ha planteado también la posibilidad de explorar sustituir los dos convenios provinciales de hostelería por uno regional. Para ello, alegan las diferencias que existen entre uno y otro acuerdo. Por ejemplo, respecto a los salarios. En el convenio de la provincia de Las Palmas los sueldos son bastante superiores a los que se pagan en la provincia de Santa Cruz. Aunque este último, en su artículo 32, establece la posibilidad de que los hoteles acuerden con sus comités de empresa pactos salariales que pueden incrementar de manera importante los salarios en las respectivas categorías laborales. Unos pactos que son mayoritarios en aquellos establecimientos que pertenecen a grandes cadenas hoteleras, que regentan alojamientos más grandes y con más volumen de plantilla.

De manera que, con su propuesta, CCOO busca emular lo que ocurre por ejemplo en Baleares, donde un único convenio rige en toda la comunidad autónoma. Cierto es que un convenio regional tendría visos de mejorar sustancialmente las condiciones laborales en el sector, ya que con la representación de una masa mayor de trabajadores los sindicatos ganarían fuerza en la negociación. Además, otorgaría un marco laboral común en todo el Archipiélago, para el sector económico más importante de las Islas. 

Pero no se debe olvidar que con este movimiento Comisiones Obreras también neutralizaría el peso en la negociación de Sindicalistas de Base -escisión de CCOO en manos del que fuera máximo responsable de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de este sindicato- y organización sindical mayoritaria en la provincia tinerfeña. Una agrupación a la que Comisiones Obreras acusa de deslealtad y señala como el motivo de haberse levantado de la Mesa de Unidad Sindical el pasado mes de enero.  

Pero es precisamente la búsqueda de esa equiparación entre ambas provincias lo que podría llegar a seducir a la nueva patronal integrada por las grandes cadenas, cansadas de abonar salarios diferentes a uno y otro lado y que podría permitir acabar con los pactos salariales en la provincia tinerfeña. Sin embargo, los sindicatos ya han dejado claro que en el caso de converger en un convenio regional la equiparación salarial tendría que ser al alza. 

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