RSE: motor de cambio y crecimiento para las pymes

El equilibrio entre la prosperidad, el bienestar social y el cuidado ambiental requiere el compromiso de las empresas canarias

RSE: motor de cambio y crecimiento para las pymes

RSE: motor de cambio y crecimiento para las pymes / ED

Santa Cruz de Tenerife

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ha recorrido un largo camino desde sus inicios, ligada principalmente a las grandes corporaciones, hasta convertirse a día de hoy en un factor clave para todas las empresas, sin importar su tamaño y sector. Esto es particularmente relevante en Canarias, donde las pymes, micropymes y personas autónomas constituyen más del 90% del tejido productivo.

La RSE debe entenderse como un compromiso activo por parte de las empresas para lograr un desarrollo más sostenible y, para ello, deben analizar el impacto positivo y negativo de sus acciones y decisiones empresariales, así como las necesidades y expectativas de su equipo de trabajo, la comunidad local, el medio ambiente y otros grupos de interés.

Este enfoque, que prioriza la creación de valor compartido, reconoce la interdependencia existente entre la prosperidad económica, el bienestar social y el cuidado ambiental, dando a entender que la sostenibilidad es un factor clave para el éxito y la continuidad de las empresas. Y es que ya hemos visto ejemplos de cómo los impactos ambientales pueden afectar al bienestar y la salud de las personas, así como su impacto en la economía, por lo que nos encontramos ante un reto en el que todos los agentes debemos implicarnos activamente.

A pesar de ello, cuando hablamos de sostenibilidad muchas micropymes siguen sin sentirse identificadas. Lo consideran una cuestión lejana. Sin embargo, cuando comienzan a trabajar en ello, "se dan cuenta de que llevan años realizando acciones de responsabilidad social empresarial, aunque no siempre lo hayan hecho de forma consciente y estructurada", señala Cynthia Albelo, coordinadora de proyectos y cultura corporativa de Plan B Group. 

“En Plan B Group hemos tutorizado en los últimos 15 años a centenares de personas autónomas, micropymes y pymes canarias para la integración de la sostenibilidad en su estrategia de negocio y al realizar el diagnóstico inicial y revisar con ellas los diferentes impactos positivos que generan, siempre se sorprenden al ver que ya tienen implementadas acciones sin tenerlas identificadas u ordenadas en una estrategia de Responsabilidad Social Empresarial”, comenta Albelo.

“Cuando una empresa facilita el transporte público entre su equipo de trabajo, ofrece medidas de conciliación personal-laboral, prioriza la contratación de proveedores locales, apoya clubes deportivos de su entorno, colabora en un crowdfunding para una investigación o selecciona productos respetuosos con el medio ambiente y con la salud de las personas, ya está haciendo RSE”, afirma Albelo, que añade que la Responsabilidad Social Empresarial no consiste únicamente en el cumplimiento legal, sino que implica analizar, desde el compromiso, los impactos de la actividad empresarial en su entorno para reducir los negativos y potenciar los positivos.

La Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible 2030 -basada en la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)- incluye los retos o problemas estructurales que presenta Canarias y sus prioridades de actuación, entre las que se encuentran temas como el acceso a la vivienda, la protección de la infancia y las familias, la igualdad de género, el uso eficiente de los recursos en los sectores productivos, la preservación de los ecosistemas, la transformación digital, la innovación y el emprendimiento, el empleo decente y la atracción de talento, la revitalización del medio rural, movilidad sostenible o incluso los derechos culturales para el desarrollo de una sociedad inclusiva, entre otros tantos. “Las empresas tenemos mucho que aportar a todos estos retos”, constata Cynthia Albelo.

Una vez que las empresas han realizado ese ejercicio inicial de reflexión interna, es momento de iniciar la siguiente etapa, que consiste en pensar de qué manera pueden generar un mayor impacto positivo. Para ello, deben trabajar de forma ambiciosa para sistematizar sus acciones e implementar nuevas iniciativas. Afortunadamente cada vez más existen herramientas y recursos disponibles para facilitar este proceso. 

“Por ejemplo, en la dimensión ambiental Promotur dispone del programa ‘Viaje a la descarbonización’, desde el que ofrece gratuitamente a las empresas formación y una calculadora de huella de carbono muy sencilla de utilizar para que comiencen a calcular, reducir y compensar su huella de carbono. En la dimensión social existen iniciativas como Tenerife Isla Solidaria, que aglutina a las entidades del tercer sector de la isla con las que las empresas pueden contactar para conocer las necesidades de los colectivos con los que trabajan y para hacer voluntariado corporativo. En la dimensión económica podemos encontrar numerosos programas para la transformación digital como el programa Retos Digitales, de la Oficina Acelera pyme de Ashotel y en el que hemos prestado asistencia técnica desde hace casi cinco años, donde las empresas pueden beneficiarse de forma gratuita de una tutorización para impulsar la digitalización de su negocio”, explica Albelo.

Con todo lo expuesto, se constata que la RSE es una herramienta estratégica clave para el desarrollo sostenible de Canarias y para el futuro de las empresas, ya que les permite mejorar su competitividad y reputación, minimizar riesgos y asegurar su continuidad, pues  en este proceso de integración de la RSE en la operativa diaria de las empresas, estas trabajan adaptándose y adelantándose a las demandas de sus grupos de interés, el mercado y la legislación.

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