Consumo

A la economía canaria le salen canas: los ‘sellenials’ tiran del gasto

El Archipiélago lidera el alza de la población de 55 a 74 años, con sueldos un 25% por encima de la media y mejores pensiones que sus padres

Una mujer de la ‘generación Silver’ hace ejercicio en un aparato deportivo público en Santa Cruz de Tenerife. | MARÍA PISACA

Una mujer de la ‘generación Silver’ hace ejercicio en un aparato deportivo público en Santa Cruz de Tenerife. | MARÍA PISACA / María Pisaca

Santa Cruz de Tenerife

Ser un cincuentón mola. O sesentón o setentón. Lo dicen los números. La población de edades comprendidas entre los 55 y los 74 años, englobada como generación Silver o sellenials, moverá de aquí a cinco años hasta el 35% del Producto Interior Bruto (PIB) del Viejo Continente, según las previsiones de la propia Comisión Europea. Es decir, de cada cien euros de renta que el tejido productivo comunitario genere en 2030, alrededor de 35 saldrán de las actividades, el consumo, la inversión, el gasto, los sueldos o las pensiones de este segmento de la población. La economía del futuro, del futuro inmediato, tendrá las sienes plateadas por las canas –la voz inglesa silver significa plata–, así que no resulta extraño que ya se haya acuñado el término tsunami silver. Un tsunami que es tan económico como social y del que Canarias no es ajena. Más bien al contrario: las Islas son la región española donde más aumentó el número de habitantes de entre 55 y 74 años en la última década.

En 2013 había en el Archipiélago un total de, exactamente, 400.520 sellenials. A finales de 2022, que es hasta donde abarcan los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la cifra ya alcanzaba los 520.427. La generación Silver ganó en la Comunidad Autónoma un 30% más de integrantes en un solo decenio, a una media de casi 12.000 al año. El crecimiento de este segmento de la población también es más que notable en el conjunto del país, donde hoy hay unos 11,4 millones de sellenials, un 21,3% más que en 2013, pero aun así está nueve puntos por debajo del experimentado en Canarias. Hay que puntualizar, eso sí, que la tendencia hacia una población cada vez más sénior –que no necesariamente es sinónimo de más envejecida– llegó algo más tarde a la región que, en general, al resto de España. Pero, en cualquier caso, el fuerte incremento de los sellenials isleños durante los últimos años ha colocado al Archipiélago entre las diez autonomías en que la generación Silver tiene un peso superior a la media nacional. Quienes oscilan entre los 55 y los 74 años representan un 28,04% de la población española, un porcentaje que ya es ligeramente superior, de un 28,17%, en Canarias. En los extremos figuran, de acuerdo con el informe Generación Silver. Los nuevos Heavy Consumers, elaborado por la agencia de medios Avante, las comunidades de La Rioja y Aragón. Hasta un 42,91% de los riojanos son sellenials, el porcentaje más alto del país, mientras que solo se encuentra en esa franja de edades un 20,89% de los aragoneses, la tasa más baja del Estado.

¿Quiénes son?

Ahora bien, ¿qué caracteriza a la generación Silver? Lo primero que hay que tener en cuenta es que una parte de los sellenials, la de los más mayores, es a su vez parte de los baby boomers, donde están todos los nacidos entre 1946 y 1964, mientras que la otra parte, la de los más jóvenes, ya cae dentro de la generación X, la de quienes vinieron al mundo entre 1965 y 1980. En definitiva, podría decirse que la mayoría de los silvers son también boomers aunque los hay nacidos en los primeros años de la generación X. El caso es que todos ellos son hijos de un tiempo mejor que el que les tocó vivir a sus progenitores. Hijos de décadas de avances científicos y sanitarios, de ahí que se planten en los 55 en perfecto estado de revista; de décadas de generalización de la formación superior y universitaria, lo que les ha permitido hacer carreras laborales mejor y hasta mucho mejor retribuidas que las de sus padres y, en consecuencia, disfrutar de pensiones más altas; y de décadas, en fin, de mejor vida –por supuesto siempre en términos generales– que la experimentada por aquella generación Silenciosa de los nacidos entre 1928 y 1945. Pero es que, además, la situación privilegiada de los sellenials no solo se ve tras la comparación con las generaciones anteriores, sino también tras la comparación con las posteriores, esto es, con los más jóvenes.

Hay una parte mayor de los silvers, quienes tienen entre 55 y 65 años, que sigue en activo, es decir, que aún trabaja. En ocasiones se los conoce como la generación o subgeneración Sándwich, por aquello de que la mitad de ellos todavía convive con hijos y, al mismo tiempo, se ocupa del cuidado de su padre, de su madre o de ambos. Pues bien, de esos más de 520.000 sellenials que hay en Canarias, un total de 315.743, un 60,7% –sesenta de cada cien o seis de cada diez–, es parte de la subgeneración Sándwich. En su mayoría, cabe insistir, siguen trabajando, y de hecho representan la franja de edad con los sueldos más altos del Archipiélago. La estadística de Mercado de trabajo y pensiones de la Agencia Tributaria, cuyos últimos datos corresponden al ejercicio de 2022, muestra que los asalariados isleños con edades de entre 56 y 65 años ganan una media anual de 24.553 euros. Son los empleados con las nóminas más cuantiosas, fruto de la experiencia acumulada, por supuesto, pero también de esa mejor formación recibida en comparación con la que tuvieron sus progenitores y de unas oportunidades de empleo, y sobre todo de continuidad en el empleo, mayores que las de posteriores generaciones. Los asalariados canarios de entre 26 y 35 años cobran una media anual de 16.361 euros; los que tienen entre 36 y 45 ganan una media de 20.469 euros; y los de 46 a 55 años, 23.023 euros. Todos por debajo de los sellenials del sándwich. Es más, el sueldo medio anual de todos los asalariados de la región está o estaba al cierre de 2022 en 19.598 euros, con lo que esos 24.553 euros que cobran los 138.827 silvers isleños que siguen en la nómina de las empresas están un 25,3% por encima de la media.

Junto con los de la generación Sándwich hay otras 204.684 personas que completan el particular colectivo de los sellenials del Archipiélago. Cerca de 205.000 isleños que en su gran mayoría –más del 80%– ya están fuera del mercado laboral y que tienen entre 66 y 74 años. Son los silvers retirados, los también llamados abuelos modernos. Entre ellos hay 113.729 que cotizaron lo suficiente –un mínimo de 15 años– para ganarse el derecho a percibir la pensión contributiva de jubilación. Cobran un promedio mensual de alrededor de 1.440 euros, una cuantía un 4,2% superior a la prestación media de todos los jubilados canarios, que el mes pasado rozó los 1.382 euros, y hasta un 9,6% superior a la paga tipo de los que tienen entre 75 y 84 años, que ingresan una media de 1.314 euros al mes. En resumen, los silvers retirados de las Islas que perciben la pensión contributiva ganan al cabo del año 812 euros más que el jubilado medio de la región y hasta 1.764 euros más que los de mayor edad.

Con casa propia

Pero ya no solo se trata de que ingresen más, en términos comparativos, que el promedio de los asalariados y pensionistas de la Comunidad Autónoma, sino de que cuentan, además, con una ventaja de cara a sus posibilidades de gasto, y es que en su gran mayoría tienen la vivienda pagada. En el subgrupo de los abuelos modernos, y en este caso en cifras nacionales recogidas en el informe de Avante, «más del 94% tienen vivienda en propiedad y más del 36% poseen una segunda vivienda». Tienen más posibilidades de gasto, por eso son el futuro de las economías regional, nacional y comunitaria y por eso son los grandes animadores del consumo relacionado con el buen vivir, el consumo propio del bon vivant. De hecho, los análisis de Toluna, firma dedicada a la investigación de mercados, descubren que la generación Silver ha liderado el alza del consumo en los últimos años.

En el informe de la agencia de medios Avante se ahonda en el destino del gasto de los sellenials y se evidencia por qué las empresas de todo tipo y sector les prestan cada vez mayor atención. Gastan en la decoración de sus casas o pisos un 7% más que la media; invierten en electrodomésticos para el hogar hasta un 15% más; se dejan en herramientas y utensilios de bricolaje –por el mayor tiempo libre que permiten el hecho de tener a los hijos criados y la jubilación– un 8% más; y destinan un 12% más para jardinería. Su buena salud y su buen estado de forma explican por qué hasta un 70% de los silvers considera prioritario el gasto en ocio y tiempo libre o por qué un 31% juzga primordial invertir en viajes.

Detrás de los sellenials aparece, en definitiva, una fórmula infalible para elevar la capacidad de gasto de una familia o individuo: vivienda en propiedad, nido vacío e ingresos estables. «Individuos mayores de 55 años que viven, piensan, visten, consumen y realizan actividades cada vez menos acordes a lo que indican sus documentos de identidad». Son la economía del futuro.

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