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'Sí, quiero', pero ante notario: las bodas religiosas en Canarias tocan fondo

Cada vez más isleños optan porque les case un notario frente a los jueces o alcaldes

Los enlaces religiosos apenas alcanzan el 13% los últimos años

Una pareja se funde en un abrazo tras celebrarse su boda.

Una pareja se funde en un abrazo tras celebrarse su boda. / Miguel Gutiérrez

Lucía Mora

Lucía Mora

Santa Cruz de Tenerife

‘Sí, quiero’, pero ante notario. Cada vez más novios en Canarias prefieren casarse en el despacho de un notario antes que en el salón de plenos del ayuntamiento o en un recinto religioso. Entre 2020 y 2023 las notarías canarias fueron la opción elegida por 3.567 parejas de las Islas. Pasaron de 483 bodas en 2020 a 1.148 en 2023, según los datos del Colegio Notarial de Canarias. Es decir, experimentaron un aumento del 138% en apenas cuatro años. Por el contrario, las religiosas anotan una tendencia a la baja y apenas alcanzan un 13% de las ceremonias. Por el contrario, las religiosas anotan una tendencia a la baja. En 2020 –año de la pandemia– fueron 372 de los 4.869 enlaces del año, un 7,6%; en 2021, 681 de 6.834, un 10%; y en 2022 y 2023, 1.013 y 941 respectivamente, lo que supuso el 13% de las bodas en cada año.

Las celebradas ante un juez o un alcalde sí siguen a la cabeza: 20.242 de un total de 26.816 bodas en estos años. Sin embargo crecen a un ritmo muy inferior –un 37% anual–, frente al aumento notarial. Esto ha provocado que los 95 notarios en las Islas –con potestad para oficiar bodas desde el 23 de julio de 2015– firmen cada vez mas uniones.

Menos tiempo de espera

El decano del Colegio, Alfonso Cavallé, considera que uno de los motivos de ese alza está en «la rapidez y la agilidad» de estos despachos para realizar los trámites lo antes posible y «evitar» la dilatación de otras vías.

El tiempo, precisamente, es de los factores más importantes para los novios. Las bodas en notarías tardan «entre uno y dos días» tras presentar la solicitud. Esta rapidez se debe también a que desde el 30 de abril de 2021 los notarios están autorizados para firmar el expediente matrimonial –el documento administrativo, previo y obligatorio para poder contraer matrimonio– y que, hasta esa fecha, solo podía realizarse en el Registro Civil y dilataba en el tiempo el trámite. En los juzgados y en los ayuntamientos el tiempo de espera se eleva hasta los cinco meses.

El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, por ejemplo, establece en su web un plazo de resolución de tres meses desde la fecha «en que la solicitud con la documentación completa necesaria para cada petición de boda haya tenido entrada en el registro electrónico del consistorio». En el ámbito religioso supera el año de lista de espera al depender de la disponibilidad del lugar o el párroco, en caso de los cristianos, que oficie el acto.

El coste difiere

El precio también influye. Las bodas en notarías pueden costar 400 euros –entre la escritura de la celebración de matrimonio y el expediente matrimonial– sin sumarle el coste adicional que conlleva si se quiere que el notario se desplace a un lugar fuera del despacho. En los ayuntamientos depende de cada consistorio pero hay que presentar la documentación notarial. En casos como el de Arafo, en Tenerife, las tasas son gratuitas para los empadronados. Las religiosas difieren según los contrayentes y cómo quieran llevar a cabo la ceremonia.

Íntimas e informales

Uno de los notarios en las Islas es Alberto Blanco que, desde hace un año, ejerce su profesión en la isla de La Palma tras varios años destinado en Las Palmas de Gran Canaria. Considera que oficiar bodas es «de los negocios más bonitos que autorizan» porque «la gente va con muchísima ilusión» y se vive un momento «precioso». Además, afirma que los días de bodas «cambia y rompe» el trabajo normal en una notaría. «Te relaja de la rutina», comenta.

Asegura que se tratan de «bodas íntimas» y con la presencia de muy pocas personas. Normalmente asisten, además de los cónyuges, los testigos y algunos familiares con una media aproximada de ocho personas por ceremonia. El ambiente es festivo como la ocasión merece, tanto que en ocasiones han sorprendido a este notario por las peticiones de los prometidos. «Te piden sacarte fotos con los contrayentes o hacer un vídeo del momento», algo que, para Blanco, es más tradicional en «bodas clásicas» en iglesias.

Diferencia entre islas

A su juicio en Las Palmas de Gran Canaria se pueden celebrar un enlace de este tipo cada 15 días por año. Una cifra que desciende en La Palma donde, en su caso, ha oficiado en torno a cuatro. El motivo puede residir «en la presión de la población» para casarse en juzgados o iglesias.

Boda, divorcio y una hipoteca

Las razones para contraer matrimonio son diversas. «Desde una pareja con hijos, que quieren regularizar su situación, hasta las que han vivido toda la vida juntos pero no se han casado». Un detalle que resalta es el alto porcentaje de segundas nupcias que ha oficializado: «puede estar en un 60% frente a un 40% de primeras uniones». Eso sí, de todas las edades.

Las anécdotas en estos casi diez años han sido dado de sí. Aún se sorprende por lo que se vive en los despachos estos días, como cuando la novia llega vestida con un ‘traje tradicional’ de «blanco impoluto» porque, aclara, «lo común» en estos casos es acudir con ropa informal. Este notario destaca un «caso peculiar» que vivió: casó a un matrimonio «muy jovencito» y al año lo divorció pero, «por si fuera poco», también estaba por medio una hipoteca. «Creo que fue la única vez que he casado y divorciado a los mismos», recuerda.

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