Encuesta de Condiciones de Vida

Canarias reduce su tasa de pobreza hasta su nivel más bajo en diez años

El porcentaje de personas en riesgo de exclusión cae hasta el 31% y el Archipiélago pasa de ser la segunda a la quinta región con peores datos

Voluntarios del Banco de Alimentos de Las Palmas.

Voluntarios del Banco de Alimentos de Las Palmas. / E.D.

Santa Cruz de Tenerife

La tasa de pobreza en Canarias recorta posiciones. La Encuesta de Condiciones de Vida evidencia que el número de personas que atraviesa dificultades económicas en el Archipiélago se ha reducido en más de dos puntos y el nivel es el más bajo desde que existen registros. Sin embargo, en las Islas todavía un 31,2% de las personas está en riesgo de pobreza o exclusión social. Un porcentaje aún demasiado alto, que significa que más de 700.000 canarios no pueden afrontar algunas actividades básicas como pagar sus facturas sin complicaciones, hacer frente a gastos imprevistos o tener un vehículo propio. 

La tasa de personas en riesgo de pobreza o exclusión social (Arope por sus siglas en inglés) se basa en la Estrategia Europa 2020, que fijó una serie de objetivos y que no se rige únicamente los niveles de renta. Es, por tanto, un concepto multidimensional para definir la situación e incorpora otro tipo de variables como la tasa de riesgo de pobreza después de las transferencias sociales, la carencia material de bienes o los hogares que presentan muy baja intensidad laboral. 

Tal y como reflejan los datos –difundidos este jueves 13 de febrero por el Instituto Nacional de Estadística (INE) para el año 2024– Canarias reduce su tasa desde el 33,8% al 31,8%, si se tiene en cuenta los objetivos marcados por Europa para 2030. Una bajada que supone que las Islas hayan descendido algunos puestos entre las regiones en las que la pobreza araña a un mayor porcentaje de sus ciudadanos. Canarias se ha situado como la quinta comunidad española en la que la tasa Arope es más alta, mientras que en 2023 era la segunda con peor dato. 

En lo que respecta estrictamente a la tasa de riesgo de pobreza –que mide la cantidad de personas que después de recibir las prestaciones sociales tienen unos ingresos inferiores al 60% de la renta mediana–, Canarias también ha mejorado. Un 24,6% de la población se encuentra en esta situación, frente al 26,1% de hace un año. Es la tasa más baja desde 2008 y el Archipiélago se convierte en la sexta comunidad autónoma con un mayor porcentaje. 

Sin embargo, la situación no es tan buena respecto a la cantidad de ciudadanos con carencia material severa, es decir, que carecen de al menos cuatro de los nueve conceptos que mide, entre los que están, por ejemplo, no poderse ir una semana de vacaciones, no permitirse comer carne, pollo o pescado cada dos días o disponer de teléfono u ordenador. Canarias es la comunidad con un mayor porcentaje de población en carencia material severa un 10,5%. Y aunque desciende del 16,7% que se registró en 2023, todavía está lejos del 8,4% de la media estatal.  

Y si se ahonda en el detalle de esos aspectos que denotan problemas económicos, los porcentajes se elevan mucho en algunos de los casos. Casi la mitad de los canarios no puede hacer frente a gastos imprevistos. Un 48,1% no podría pagar si se le rompiera el coche, el móvil o les viniese algún pago extraordinario. Otro 42,4% no puede permitirse ni siquiera una semana de vacaciones al año. Mientras que un 15,3% ha tenido retrasos en el pago de las facturas de su hogar. Un tercio de los canarios no tiene capacidad económica para adquirir nuevos muebles si los que ya tiene se le estropean. El presupuesto familiar de un 10,5% de los canarios no es suficiente para poner sobre la mesa un plato de carne o pescado cada dos días y un 7,5% no gana lo suficiente para disponer de su propio coche. 

Respecto a los hogares con baja intensidad de empleo, el 10,4% de la población vive en uno de ellos. Sin embargo, baja del 14,9% registrado un año antes, la mayor caída de todas las comunidades autónomas, siendo Canarias la cuarta comunidad donde es más alto. 

Y todo esto a pesar de que los niveles de renta se han incrementado. Aumentó un 9,8%, casi el doble que la media española y se situó en los 13.372 euros por persona, el 90,3% de la renta media del país.

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