Transporte aéreo

El ‘boom’ turístico destroza las previsiones de Aena para Canarias

Los aeropuertos isleños registraron el año pasado 7,9 millones de pasajeros más de los que la entidad gestora no pronosticó que vendrían hasta 2026

Un abarrotado aeropuerto Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna durante la operación salida el pasado verano.

Un abarrotado aeropuerto Tenerife Norte-Ciudad de La Laguna durante la operación salida el pasado verano. / Arturo Jiménez

Las previsiones de Aena sobre el tráfico de pasajeros en los aeropuertos canarios han resultado desacertadas. Casi descabelladas. El nuevo boom que experimenta el turismo en Europa tras el fin de la crisis de la covid ha desembocado en unos aeródromos isleños más al límite que nunca. Las cifras de viajeros registradas en 2024 en las ocho infraestructuras de la Comunidad Autónoma –más de 52 millones, el máximo histórico– serían inconcebibles para quien no conociera la situación y se guiase por los pronósticos de la entidad que gestiona la red nacional de aeropuertos. Para hacerse una idea de hasta qué punto la realidad ha pulverizado los cálculos de Aena basta con apuntar que los técnicos de la empresa semipública estimaron que en 2026, el próximo año, se contabilizarían 44,9 millones de pasajeros en los aeródromos del Archipiélago. Si se tiene en cuenta que el pasado ejercicio hubo 52,8 millones de viajeros, resulta que en 2024 ya se registraron 7,9 millones de pasajeros más de los que Aena pensó que vendrían en 2026. En otras palabras: el número de usuarios de la red regional de aeropuertos ya está un 17,6% por encima del previsto por el ente gestor para dos años más tarde.

El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) es el programa quinquenal donde se establecen las condiciones en que deberán prestarse los servicios en los distintos aeródromos españoles. Es una planificación que ha de aprobar el Consejo de Ministros y que, como tal, incluye previsiones sobre la evolución del tráfico de aeronaves y de pasajeros en cada una de las infraestructuras de la red. El DORA en vigor es el correspondiente al quinquenio 2022-2026. Se aprobó el 28 de septiembre de 2021, y lo cierto es que Aena no acertó ni por asomo en su intento de anticiparse a lo que estaba por venir.

El mayor desfase entre el tráfico pronosticado y el tráfico real está en el aeródromo de Tenerife Sur

En sus pronósticos sobre el tráfico de viajeros en las Islas, los técnicos y analistas de la entidad semipública –hasta un 49% del capital social de Aena está en manos privadas, mientras que el 51% restante pertenece a la empresa pública estatal Enaire– se quedaron no ya cortos, sino muy cortos. Muy muy cortos. Las previsiones incluidas en el DORA se han revelado desatinadas para los ocho aeropuertos del Archipiélago, todos los cuales soportan unas cifras de pasajeros sensiblemente superiores, extraordinariamente superiores en algunos casos, a las que Aena manejó a la hora de elaborar su planificación para el período 2022-2026.

En el caso del aeródromo de Gran Canaria, el que tiene los mayores tráficos de viajeros y de aeronaves, la previsión fue que en 2026 se llegaría a los 13,14 millones de usuarios. Pues bien, resulta que en la infraestructura de Gando se contabilizaron el pasado ejercicio hasta 15,21 millones de pasajeros, de modo que se registraron 2,07 millones más de los que Aena no vaticinó que pasarían por el aeropuerto grancanario hasta 2026. Un desfase entre el tráfico pronosticado y el tráfico real de un 15,8% y, lo que es más llamativo, de dos años. Con todo, el desajuste es aún más evidente en el caso de los dos aeródromos de Tenerife.

Saturación

El de Tenerife Sur es el segundo mayor aeropuerto de la Comunidad Autónoma y el que arrastra la mayor cantidad de demandas y peticiones de mejora –de instituciones, de empresarios, de usuarios...– sin atender. De hecho está ahora en redacción el proyecto del nuevo diseño funcional de la infraestructura, para cuya ejecución se calcula una inversión inicial de entre 300 y 400 millones de euros. El caso es que en Aena estimaron que en 2026 se alcanzarían los 10,61 millones de pasajeros, una cantidad que ya se rebasó con creces en 2024, cuando en el aeródromo del sur tinerfeño se contabilizaron 13,74 millones de viajeros. El gestor aeroportuario falló aquí por más de 3,1 millones de usuarios. Sus previsiones para el Reina Sofía se quedaron dos años y un 29,5% por debajo de la realidad. Y tres cuartos de lo mismo se observa en el aeródromo Tenerife Norte.

En Los Rodeos se llegó el año pasado a los 6,76 millones de pasajeros, un 13,9% más de los que Aena pronosticó que se registrarían –5,93 millones– dos ejercicios más tarde. Es más, el de Tenerife Norte tiene el dudoso honor de haberse convertido en el primero de los ocho aeropuertos de la región con la etiqueta de ‘oficialmente saturado’, según los límites fijados en el propio DORA. No en vano, esos 6,76 millones de viajeros de 2024 superan los 6,5 millones en que está establecida la capacidad máxima teórica de la infraestructura.

Los cálculos de Aena se han revelado desacertados en las ocho infraestructuras del Archipiélago

El desfase entre el tráfico previsto y el tráfico real es también notable en los aeródromos de las dos islas más orientales. En el César Manrique-Lanzarote, que está rozando su capacidad máxima, hubo el año anterior 8,71 millones de usuarios, un 20% más de los casi 7,26 millones pronosticados para 2026. Y en el aeropuerto de Fuerteventura ya se contabilizan 6,44 millones de pasajeros, un 6,2% más de los menos de 6,07 millones que Aena no barruntó que se alcanzarían hasta dos años después.

La brecha entre las cifras plasmadas en el DORA –que Aena, como es lógico, ha venido actualizando conforme se revelaban muy alejadas de la realidad– y las cifras efectivamente registradas es también palpable en los casos de los aeródromos de las islas verdes. Sobre todo en La Gomera, cuyo aeropuerto tuvo el año pasado 120.707 pasajeros, un 44,3% más de los 83.638 previstos para 2026. El desfase en El Hierro es de un 7,8% –322.110 viajeros en 2024 para una previsión de 298.792 en 2026–, mientras que la de La Palma es la única infraestructura que no superó ya el año pasado –1.496.023 usuarios– el tráfico calculado para dos ejercicios más tarde –1.499.778–, si bien se quedó muy muy cerca, con lo que incluso en la isla bonita, con la conectividad mermada por la crisis del volcán, el pronóstico se quedó cortísimo.

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