Un estudio universitario propone una fiscalidad específica para la vivienda no habitual

Un monográfico de 35 expertos aboga por imponer cargas extraordinarias a todo inmueble vacío o que se dedique al alquiler vacacional

Presentación del libro 'La Vivienda en Canarias. Situación, Perspectivas y Propuestas'.

Presentación del libro 'La Vivienda en Canarias. Situación, Perspectivas y Propuestas'. / Efe

Imponer una fiscalidad e incentivos específicos a todas aquellas casas que no se destinen a ser residencia habitual de sus ocupantes. El objetivo: volver a poner el derecho a una vivienda en el centro y considerarlas como un espacio en el que se habita de forma regular, en condiciones dignas y asequibles. Por lo que cualquier inmueble que se aleje de estas condiciones debería considerarse que tiene un uso ajeno y, por lo tanto, aplicársele otro tipo de políticas fiscales a aquellas que estén vacías, tengan un uso turístico o funcionen como segundas residencias o sean de temporada. Esta es una de las propuestas de un estudio, elaborado por 35 autores universitarios de diferentes campos, para tratar de atajar la crisis de vivienda que arrecia el Archipiélago y que dificulta que buena parte de la población pueda acceder a un hogar. Una medida que va en la misma línea que las propuestas lanzadas esta misma semana por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para mitigar la crisis habitacional, un problema que se ha convertido ya en la mayor preocupación de los españoles, según el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). 

El monográfico La Vivienda en Canarias. Situación, Perspectivas y Propuestas –promovido por la Fundación CajaCanarias en colaboración con las dos universidades públicas canarias– fue presentado este viernes en un acto en el que se expusieron algunas de sus conclusiones. Alejandro Armas, profesor ayudante a doctor del Departamento de Geografía e Historia de la Universidad de La Laguna (ULL) y uno de los directores de la obra, señaló que en los últimos años «se ha ampliado y normalizado el concepto de vivienda más allá de su concepto original» y «debería de dejar de considerarse vivienda sensu stricto cuando no cumple alguna de las tres funciones básicas». Por eso, insistió que, en el marco de una crisis habitacional, «parece que es necesaria alguna forma de intervención y regulación» para devolver al término de vivienda el sentido que tenía. 

Entre las medidas que se recogen en este libro para intentar atajarla se encuentra la participación ciudadana a través de la autoconstrucción –con el acompañamiento de las administraciones–, el impulso de moratorias turísticas en zonas saturadas o la promoción de la rehabilitación de las viviendas ya existentes. Los expertos que han participado en él también abogan por controlar los precios del alquiler mediante un parque de viviendas públicas, por el ofrecimiento de incentivos para poner en el mercado viviendas que están vacías o aplicar cargas fiscales extraordinarias a los inmuebles que se destinan al alquiler vacacional. 

Las conclusiones del monográfico inciden además en que se debe reducir la presión que los compradores extranjeros ejercen en el mercado inmobiliario canario y favorecer la recuperación de entornos rurales y áreas degradadas de las ciudades, poniendo el foco en los posibles efectos de gentrificación que puede derivarse para tratar de mitigarlo. Asimismo, también insisten en que se debe mejorar las garantías para quienes ponen en sus viviendas en alquiler y favorecer los arrendamientos a largo plazo. 

Juan Manuel Parreño, catedrático de Geografía de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) y codirector del monográfico, destacó la amplia diversidad de enfoques y miradas incluidas en el libro, algo que a su juicio le otorga mayor valor. A lo largo de sus 22 capítulos realiza un recorrido por la situación de la vivienda tanto a escala nacional como canaria, ahondando en temas como el impacto de la compra por parte de extranjeros, los problemas específicos de las ciudades o centros históricos, de los municipios que pierden población o de las periferias urbanas y áreas litorales, así como un abordaje acerca de las políticas que pueden llevar a cabo las administraciones. 

Parreño también destacó la importancia de este trabajo debido a la subinvestigación en temas de vivienda que existe en el Archipiélago, a pesar de la importancia que tiene como problema social. «Es necesario generar información sobre vivienda porque no se pueden tomar medidas sin este conocimiento y la vivienda ha sido la cenicienta a la hora de recoger esta información», sostuvo. 

En la presentación del libro también participaron tres de los autores que han dado forma al monográfico. Jesús González, catedrático de Geografía de la Universidad de las Islas Baleares, puso de manifiesto que los territorios insulares pueden convertirse en excelentes laboratorios sociales para probar el funcionamiento de las diferentes medidas que se pueden aplicar en materia de vivienda. Josefina Domínguez, catedrática de Geografía de la ULPGC, ahondó en cómo los nuevos tipos de hogares –más pequeños– están redoblando la presión respecto a la demanda de vivienda y como esto debe de ser tenido en cuenta para poner en marcha cualquier política en esta materia. Por último, David Ramos, profesor de Geografía de la Universidad de Salamanca, profundizó en la situación habitacional de La Palma tras la erupción, otro de los capítulos del libro, que concluye que el proceso de encarecimiento de las viviendas ya había comenzado antes de la crisis volcánica, que no hizo otra cosa sino incentivarlo. 

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