Entrevista | Ana Muñoz Administradora de Emelsa Servicios

Ana Muñoz: «Regular la jornada laboral al margen de las empresas es poco inteligente»

Imponer la reducción de jornada a las empresas sin contar con su opinión es poco inteligente. Así lo cree la administradora de Emelsa Servicios, Ana Muñoz, quien asegura que las medidas se consolidan desde el consenso

Ana Muñoz, administradora de Emelsa Servicios.

Ana Muñoz, administradora de Emelsa Servicios. / ARTURO JIMÉNEZ

¿Se nota en la empresa la buena dinámica de la economía?

Sí, totalmente. Nosotros somos auxiliares de la construcción porque ejecutamos las instalaciones cuando hay construcción. Después de un montón de años de crisis financiera llegó el covid cuando empezamos a remontar. A nosotros sí nos afectó porque las obras se cerraron y quedamos parados una temporada. Así que hemos pasado de un parón a tener que decirle a los clientes mira no tengo capacidad y ya no puedo atender más trabajo. Estamos a tope de trabajo y con el tremendo problema de la falta de personal.

¿Tiene muchos problemas para encontrar trabajadores?

Muchísimos. Encontrar personal cualificado es complicadísimo. Porque no es que tengan que tener un título de Formación Profesional, es que vienen sin saber prácticamente nada. El tiempo que se les dedica a esas personas cuando empiezan en tu empresa es pagar un sueldo que no te renta nada. Y no voy a entrar en la actitud personal para el trabajo, hay buenos y menos buenos, y no depende de la edad. Pero no es que tú digas no encuentro personal, no me viene nadie. Sí vienen, hemos hecho siete, ocho o diez pruebas, pero no pasan de los dos meses.

¿Por qué?

Yo lo que necesito son trabajadores que tengan un título porque por normativa de seguridad y salud el tipo de cliente con el que yo trabajo, que son grandes constructoras, no te va a permitir que lo metas en obra, porque la normativa es muy exhaustiva. De manera que no puedo contratar a una persona que me diga que lleva 15 años haciendo instalaciones eléctricas pero no tiene el título. Los que vienen con su título, ¿saben hacer algo? No pretendemos que se queden trabajando solos, pero si tienen actitud yo te enseño a trabajar no hay problema. El problema viene después de las primeras semanas que son maravillosas, cuando se dan cuenta de lo que cuesta trabajar. Si tu oficial jefe te marca un trabajo, viene a las dos horas y no has hecho nada te llama la atención. ¿Por qué? Porque detrás estoy yo, que manejo una empresa y digo, señores que a mi cliente no le puedo pedir que me pague si no hay trabajo ejecutado. Estoy diciendo que no puedo abarcar todo el trabajo y encima el que tienes no lo terminas.

¿El trabajo de la empresa ha cambiado mucho en los últimos años?

Toda la tecnología que entra en el mercado nos tenemos que adaptar a ella. Tenemos que aprender. Yo también soy de asumir retos complicados. En ocasiones, mi encargado y mis oficiales jefes me dicen pero en qué embolados nos metes. Pero yo digo, instaladores que hagan reformitas o viviendas hay muchos, instaladores que hagan obras más especializadas hay menos y creo que ese tiene que ser nuestro nicho.

«Los políticos pintan al trabajador como un pobre sufridor, para mí son el valor de una empresa»

¿Qué le parece como empresaria la reducción de la jornada laboral?

A mi todo lo que afecta a las empresas que se haga al margen de la opinión de las empresas me parece un abuso y una falta de respeto. Además, me parece de muy poco inteligente porque te estás metiendo en un terreno que no conoces. Las cosas se tienen que hacer consensuadas porque todo lo que se hace de manera impuesta acaba mal. Me pasa a mí con mi gente, yo no puedo obligar a mis trabajadores a hacer una cosa si ellos no quieren, tengo que buscar la manera de motivarles para que lo hagan con ganas e ilusión. Tampoco sé porque los políticos se empeñan en poner la figura del trabajador como un pobre sufridor. Señores, no. Los trabajadores también vienen contentos y están satisfechos cuando terminan bien su trabajo. Comparten su trabajo, la empresa queda satisfecha y lo agradece. Para mí el valor de esta empresa es el trabajador. ¿Cuál es mi recurso? Los trabajadores que son a los que mandamos a la obra. Dependo de ellos sí o sí para ofrecer mis servicios y el trabajador tiene que estar contento y motivado.

¿Están preparadas las empresas en Canarias para aplicarla?

Hay que contar con el empresario y hay que escuchar cuál es su punto de vista y cómo se puede implementar esa reducción de jornada dentro de la empresa según el gremio. Nosotros en la hidrometalurgia en esta provincia tenemos reducción de jornada hace muchos años. Los trabajadores no hacen 40 horas a la semana. ¿Qué me preocupa? Que se reduzca y luego nos quieran reducir sobre la que ya tenemos la misma proporción. Eso sí me preocupa porque entonces económicamente no sé la viabilidad de la empresa. Si el cliente estuviera dispuesto a pagar más dinero por el producto que compra…Esa es otra, habrá que decirle a los españoles que las cosas van a estar más caras. A mí me da la impresión de que en la calle se piensa que las empresas somos una máquina que le da a una manivela y sale dinero. Los empresarios de este país no somos grandes holdings ni grandes empresas. Somos alguien que estaba mal de la cabeza y se decidió a tirarse a una piscina sin red.

¿Los sobrecostes han reducido mucho los márgenes empresariales?

Los márgenes, que ya normalmente vienen siendo cortos, se han ido reduciendo porque los costes suben no solo por la inflación sino por el coste de fabricación de las materias primas. A esto hay que añadir los impuestos y los costes salariales que también se han encarecido. En ocasiones puedes hablar con el cliente y decirle, tenemos el contrato cerrado hace meses y se me ha subido mucho esto. El cliente te puede decir vamos a repercutir una parte, pero en otros casos no hay posibilidad y te lo tienes que comer y asumir que esa obra va a salir como va a salir e intentar que no se te vaya demasiado en coste.

¿Cómo afecta a las empresas el alza de los costes laborales?

Repercute muchísimo. Desde que cambia el coste de la mano de la obra el precio unitario de lo que estás vendiendo aumenta. Es así de sencillo. Nos ocurre que hacemos una oferta pero en enero hay una subida salarial. En junio el cliente te pide que le revises esa oferta y le actualices precios. Muchos materiales pueden que no hayan cambiado, algunos sorprendentemente puede que hayan bajado, pero la mano de obra siempre va a ir subiendo más y más. Cuando le actualizas la oferta al cliente te dice pero cómo ha subido y te pide que si se lo puedes ajustar. ¿Qué haces tú? Al trabajador no le puedes reducir el suelo, entonces coges tu margen y te lo reduces. Y lo haces hasta que dices que no lo puedes bajar más.

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