"Estocada final" a la agricultura canaria con el acuerdo de Mercosur

Ruina, traición o debacle, son solo algunos de los términos que utilizan los productores canarios para describir las consecuencias que tendrá el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y los Estados del Mercado Común del Sur (Mercosur) en el sector primario de las Islas. El trato supone la reducción del 82% de los aranceles que se aplican a las importaciones procedentes de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Además, la UE liberalizará la mayor parte del acceso a su mercado. "Va a arrasar con la competitividad de la agricultura y la ganadería, van a entrar productos sin control y sin aranceles, a precios muy bajos por los que será imposible competir", asegura el secretario general de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias (Asaga), Theo Hernando, quien lamenta que el acuerdo dará la "estocada final" al sector primario de las Islas. 

Desde las asociaciones agrarias del Archipiélago consideran que la negociación perjudica especialmente a los países del Mediterráneo -España, Francia e Italia- al ser las regiones del continente más agrarias. "Nos va a arruinar, es una auténtica traición", afirman desde Asaga y desde COAG Canarias. El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, Narvay Quintero, también manifestó ayer durante el pleno su rechazo al acuerdo debido a la falta de un análisis pormenorizado de las repercusiones que tendría, para el sector primario de las Regiones Ultraperiféricas (RUP), la entrada de nuevos productores de terceros países en el mercado comunitario.

El plátano

En el caso de Canarias la principal preocupación está en el impacto que el acuerdo pueda tener en el sector platanero, que dedica el 90% de la producción a la venta en la Península. "Si ya cada año el plátano de Canarias perdía cuota de mercado por la competencia de la banana de los países latinoamericanos, con esta medida se acabó", advierte Hernando. 

Asaga asegura que el nuevo escenario supone la ruina del sector platanero, que exporta el 90% de la producción

Hay otros productos isleños protegidos gracias a la orden del 12 de marzo de 1987 por la que se establecen para las Islas las normas fitosanitarias relativas a la importación, exportación y tránsito de vegetales y productos vegetales. Esta norma pretende evitar la entrada de plagas , por lo que impide la importación de determinados frutos y plantas. Es el caso de los plátanos, aguacates, mangos, papayas y piñas tropicales. Todo lo que se consume en Canarias es producción local, no hay importación. 

"Estos productos sufrirán menos, pero los que vendemos en la Península están acabados", añade Hernando. Según las organizaciones, la insularidad y el aislamiento del continente permitirá a los productos autóctonos sobrevivir al acuerdo, es el caso de las razas propias ganaderas, los quesos o los vinos. "Será más una foto para los turistas, que alimentación para la población", explica el secretario general de Asaga, quien augura que un sector tan primordial como el sector primario quedará relegado a "una caricatura". 

A los agricultores y ganaderos del Archipiélago les preocupa que el nuevo mercado se convierta en un "coladero" de enfermedades y plagas, ya que Europa siempre ha mantenido intensos controles fitosanitarios que no se cumplen cuando se trata de terceros países. Desde el Ministerio de Agricultura han enviado un comunicado en el que aclaran que se seguirá controlando la entrada para asegurar la seguridad alimentaria en la frontera, pero las asociaciones dudan del cumplimiento de esa promesa. "Va a entrar un volumen enorme de productos y viendo la disponibilidad de medios que tiene España, no nos fiamos", apuntan desde Asaga. 

Los productores se concentran el 16 de diciembre frente al Ministerio de Agricultura

Soberanía alimentaria

Los productores critican que el nuevo acuerdo con Mercosur choque con el discurso europeo de soberanía alimentaria y sostenibilidad. "Nos cuentan una cosa y después los actos demuestran justamente lo contrario", afirma Hernando, quien asegura que la razón del trato con los Estados del Mercado Común del Sur está en los 4.000 millones de euros que las grandes empresas europeas se ahorrarán por la eliminación de los aranceles. Según el secretario general de la organización, son las grandes compañías financieras, de automoción, de transporte marítimo y de telecomunicaciones, las que están "detrás de todo esto". 

Por el momento Francia es el país que más oposición ha mostrado al acuerdo. El ministro español de Agricultura, Luis Planas, por el contrario, se ha mostrado a favor de acuerdo de asociación, lo que no ha gustado en el sector. "Está aplaudiendo la decisión teniendo al sector agroganadero de España como está, este tipo de decisiones va a hacer que se hunda por completo", lamenta Hernado, quien espera que la movilización en Francia provoque un efecto en cadena por el resto del continente que llegue hasta Bruselas. Ya hay convocada una concentración para el 16 de diciembre en Madrid frente al Ministerio de Agricultura y los productores, advierten, "no será la única". "Los próximos meses van a estar calentitos", afirma el secretario general de COAG en Tenerife, Miguel López. 

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